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¿Qué deportes pueden beneficiar a niños con trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH)?

¿Qué deportes pueden beneficiar a niños con  trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH)?

Los trastornos por déficit de atención con hiperactividad en niños suponen una patología complicada y difícil de llevar. Es difícil para la familia en general y  para el niño. El trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) es uno de los trastornos del desarrollo neurológico más frecuente en niños es, afectando al 5% de la población mundial. Se asocia a conductas de oposición/negativa desafiante y trastornos específicos de conducta, aprendizaje, estado de ánimo y ansiedad.

Mercedes Ruiz Sorroche *, María Victoria Martínez Miras *, Vanesa Ruiz Catalicio *

* Diplomado Universitario en Enfermería

Entidad: Distrito Poniente Almería

El presente estudio ha sido presentado en el VI Congreso Internacional de Deporte Inclusivo: Salud, Desarrollo y Bienestar Personal, desarrollado en la Universidad de Almería en los días 20-23 de Marzo de 2017

Palabras clave: trastorno por déficit de atención con hiperactividad. Actividad física, deportes.

Resumen:

Nos planteamos la incógnita  “¿qué deportes ayudarían al control de este trastorno? Por ello se llevó a cabo una revisión bibliográfica de bases de datos IBECS, LILACS, SciELO y PubMed desde el año 2012 al 2016. Muchos de los artículos encontrados fueron descartados siendo finalmente 5 los seleccionados para realizar este trabajo.

¿Qué deportes son buenos para el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH)? Si bien hay muchas actividades deportivas y juegos para los más jóvenes, hay algunos deportes que son perfectos para los niños con TDAH.

Algunos de los factores con respecto a los deportes para los niños con TDAH:

– no demasiado complejo

– elija deportes con reglas fáciles

– el deporte al aire libre

– debe ser físicamente intenso

– supervisión de un adulto en todo momento

– lo más importante: el niño debe estar interesado o apasionado de este deporte.

Los ideales juegos deportivos de equipo incluyen: Rugby, Fútbol , Baloncesto, Hockey

Deportes para jugar solo: Artes marciales, actividades al aire libre (como senderismo, ciclismo) y deportes acuáticos.

Conclusiones: El ejercicio físico es muy útil, tiene un impacto a largo plazo en la reducción de la enfermedad y ayuda al niño afectado de TDAH a llevar una vida normal.

INTRODUCCIÓN:

El trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH)  se considera un trastorno de conducta, de comportamiento, que se caracteriza por distracción moderada a grave, períodos de atención breve, conductas  impulsivas, inquietud e  inestabilidad emocional

El TDAH supone el trastorno  más diagnosticado en los niños,  y puede persistir hasta la edad adulta en  un elevado porcentaje de casos, ocasionando  un impacto muy negativo sobre múltiples áreas de funcionamiento. Tiene una respuesta muy alta al tratamiento, pero generalmente  se acompaña de tasas elevadas de comorbilidad psiquiátrica. Según el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-IV): «Habitualmente, los síntomas empeoran en las situaciones que exigen una atención o un esfuerzo mental sostenidos o que carecen de atractivo o novedad intrínsecos (p. ej., escuchar al maestro en clase, hacer los deberes, escuchar o leer textos largos que no son de sus gustos, o trabajar en tareas monótonas o repetitivas)».

Históricamente, el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH)  ha tenido diferentes  caracterizaciones y numerosas denominaciones, lo que dificulta las consultas de la literatura especializada.

PREVALENCIA:

La prevalencia mundial estimada del TDAH en niños hasta los 18 años de edad es del 5,29%. Se han demostrado diferencias entre diversas áreas geográficas, grupos culturales y niveles socioeconómicos. Representa entre el 20% y el 40% de las consultas en los servicios de psiquiatría infanto-juvenil. Los estudios de seguimiento a largo plazo han demostrado que entre el 60 y el 75% de los niños con trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) continúa presentando los síntomas durante la edad adulta.

La proporción entre niños y niñas con TDAH es de 4:1 y en los adultos de 1:1.

ETIOLOGÍA:

Revisada la bibliografía, podemos  decir que se han demostrado factores de origen hereditario en el 80%. Diversos estudios demuestran que no hay una transmisión familiar del trastorno (a través de patrones educativos). En contraste, cabe destacar que la contribución estimada de factores no hereditarios a todos los casos de TDAH es de un 20%.

Se han realizado diversos estudios que mencionan los patrones similares en la historia del individuo con trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH). Destacando datos cuanto menos interesantes, se relacionan datos de la historia prenatal como que las madres  ingirieron medicamentos, consumo de sustancias alcohólicas durante el embarazo. En la parte perinatal del embarazo, los bebés sufrieron complicaciones después del nacimiento, presentaron sufrimiento fetal (hipoxia, nacimiento con fórceps), las madres presentaron eclampsia, los partos duraron de 7 a 12 horas, y los bebés tuvieron un peso menor a 2 kg por gestación menor a ocho meses. En la historia postnatal, los niños son muy activos, bastante insistentes para pedir algo e inquietos al dormir.

Se ha detectado que dos sustancias químicas que utilizan las neuronas para comunicarse entre sí, dopamina y noradrenalina, están alteradas en los niños con déficit de atención e hiperactividad, pero no en sujetos sanos. Y estos compuestos abundan en los ganglios basales y en el lóbulo frontal de personas normales, no están disponibles en suficiente cantidad en los enfermos hiperactivos. Por tal motivo, el funcionamiento del cerebro es defectuoso y, sin tratamiento, el estado de anormalidad es permanente.

CLÍNICA:

Tiene diferente expresión según la edad y el sexo de los pacientes. Aunque se tiende a englobar las alteraciones clínicas en la falta de atención, la impulsividad y la hiperactividad, hay que enfatizar en la diferente expresión que tiene el cuadro en cada edad.

  • Primer año, los niños suelen dormir mal y estar con los ojos muy abiertos y algunos comienzan a andar excesivamente pronto (entre los 6-10 meses), aunque la mayoría marcha sin ayuda algo tarde.
  • Posteriormente estos niños muestran hipotonía, pies plano/valgo y miedo a dormir solos por lo que no permiten que se apague la luz – a veces durante toda la noche – y quieren acostarse con los padres.
  • Durante los seis primeros años de vida la característica que mejor define a estos niños es su concepto vital – el mundo se circunscribe a ellos, y los demás son el entorno que les tiene que servir – mostrándose torpes para la motricidad fina, inquietos, caprichosos, entrometidos, acaparadores, egoístas y con poca capacidad de frustración.
  • Durante la edad escolar se muestran dispersos, infantiles, inmaduros, mienten y pueden sustraer dinero en casa, se levantan del pupitre muchas veces, interrumpen a otros niños y a profesores, les cuesta aprender a leer y escribir, tienen dificultades especialmente para las Matemáticas y la Lengua, presentan fracaso escolar con mucha frecuencia, muestran su falta de habilidad motriz tanto en el manejo del lápiz y cuchara como en los deportes de habilidad (ej: el fútbol).
  • En épocas prepuberales siguen presentando las mismas alteraciones descritas y, además, muestran sus tendencias al machismo, exhibicionismo y ausencia de sentido del ridículo (ej: se dejan cabello excesivamente largo o corto, o bien se lo tiñen, se ponen pendientes en el caso de los varones, que pueden ser varios pares en el caso de las chicas, se dejan coleta y se esfuerzan por mostrar apariencia de “progres”; pueden comenzar a fumar desde muy temprano no sólo cigarrillos sino también probar los porros. Comienzan pronto a ser expulsados de los colegios por su bajo rendimiento y por su comportamiento conflictivo.
  • Durante la pubertad y vida adulta joven pueden comenzar o continuar los grandes problemas, tales como fracaso escolar y laboral, drogadicción , exacerbación del machismo y del aspecto estrafalario en los hombres y de los signos de inmadurez en las mujeres, correspondiéndose estos signos principalmente con una excesiva preocupación por su apariencia externa, que en muchas ocasiones las lleva a ponerse muchos aros en las orejas así como colgantes, piercings, tatuajes y otros tipos de adornos por cualquier parte del cuerpo, teñidos del cabello en diferentes colores, o fumar desaforadamente. Desgraciadamente aquello de “genio y figura….” suele cumplirse en ellos, por lo que las alteraciones tienen muchas posibilidades de perpetuarse y los problemas van a continuar en las diferentes etapas de la edad adulta, aunque con diferencias de expresión clínica y/o familiar y social debido a que pasan del papel de hijos al de padres.

TDAH Y DEPORTE:

La dificultad para el deporte de los sujetos con TDAH (Trastorno por Déficit de Atención  e Hiperactividad) es la menos estudiada, en la que menos se ha enfatizado y de la que menos se sabe de los trastornos del TDAH.

Hay muchos estudios que valoran el deporte como  una actividad necesario en este tipo de pacientes, pues   debemos tener una concepción del trastorno más amplia e integrada, para poder aconsejar y ayudar a estos niños  a integrarse en la práctica deportiva. Pues  está demostrado el beneficio que se obtiene.

De este modo se podrán realizar intervenciones que atenúen la incapacidad en el desempeño de actividades propias de su edad, porque al mejorar este aspecto de su vida, las repercusiones en el área emocional y social se verían gratamente beneficiadas.

Es común que los niños con trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH)H son generalmente torpes, y aunque hayan desarrollado una musculatura y tengan la fuerza suficiente que les permita realizar algunas actividades físicas determinadas (ciclismo o natación), les falta habilidad y coordinación motriz en las partes distales de las extremidades (manos y pies), siendo buenos ejemplos la poca capacidad para el baile, los instrumentos musicales, o el agarre y manejo del balón

Varios estudios  revelan que más del 50%  de los niños con TDAH  suelen tener problemas motores. Estos datos concuerdan con otro estudio  donde encontraron trastornos de la coordinación motora en un 47% de los escolares con trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH).

Algunos autores han observado que la calidad de la motricidad durante los 5-6 primeros años de vida puede predecir la posterior aparición, de forma evidente, de la sintomatología del TDAH.

VENTAJAS  AL REALIZAR DEPORTE NIÑOS CON TDAH:

  • Puede ayudar a mejorar el comportamiento, canalizar emociones negativas como la agresividad, el autocontrol y la disciplina.
  • La práctica deportiva no sólo es saludable para el cuerpo, sino que también lo es para lograr que los niños con TDAH adquieran habilidades cognitivas como el autocontrol.
  • Asimismo, un niño que tiene emociones negativas puede canalizarlas practicando deporte y, de esta forma, aprender a manejar mejor sus propias emociones.

Pero algunos deportes, sobre todo los que requieren un trabajo en equipo, suelen ser demasiado  desafiantes para los niños con TDAH y  todas estas ventajas desaparecen teniendo especial dificultad para practicar juegos de equipo. Por ello es  más probable que tengan mayor éxito en deportes individuales como natación, salto, lucha libre, artes marciales, tenis, esgrima o equitación.

¿QUÉ DEPORTES SON BUENOS PARA EL TDAH?

Si bien hay muchas actividades deportivas y juegos para los más jóvenes, hay algunos deportes que son perfectos para los niños con TDAH.

Algunos de los factores con respecto a los deportes para los niños con TDAH:

– no demasiado complejo

– elija deportes con reglas fáciles

– el deporte al aire libre

– debe ser físicamente intenso

– supervisión de un adulto en todo momento

– lo más importante: el niño debe estar interesado o apasionado de este deporte.

Los ideales JUEGOS DEPORTIVOS DE EQUIPO incluyen: Rugby, Fútbol, Baloncesto, Hockey

Deportes para JUEGOS INDIVIDUALES: Artes marciales, actividades al aire libre (como senderismo, ciclismo) y deportes acuáticos.

CONCLUSIONES:

El ejercicio físico es muy útil, tiene un impacto a largo plazo en la reducción de la enfermedad y ayuda al niño afectado de trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) a llevar una vida normal.

Hay que fomentar que los niños diagnosticados con este trastorno del comportamiento, el TDAH, practiquen deporte, debiendo  explorar diferentes deportes, para encontrar aquel con el que el niños se sienta bien,  nunca forzar a hacer algún deporte que no le guste. Siempre debemos  ver las preferencias del niño.

BIBLIOGRAFÍA:

Pascual-Castroviejo, (2004 )I. Síndrome de déficit de atención con hiperactividad. 3ª edición. Barcelona. Viguera Editores

Pascual-Castroviejo (2007) I. Hiperactividad. Existe frontera entre personalidad y patología?     Madrid: Ed. Díaz de Santos, en prensa.

Pedrajas Sanz, N. “Subtipos del TDAH y capacidad para el deporte”. Disponible en: www.efdeportes.com

Artigas-Pallares, J. (2003). Comorbilidad en el trastorno por déficit de atención/hiperactividad. Rev   Neurol, 36 (Supl 1), S68-78

Barkley, R.A., y Biederman, J. (1997). Toward a broader definition of the age-of-onset criterion for attention-deficit hyperactivity disorder. Journal Amer Acad Child Adolesc Psychiatry 36, 1204-1210.

“El deporte mejora el rendimiento escolar y el autocontrol en niños con TDAH”. Disponible en:      https://www.comunidad-tdah.com

https://www.aeped.es/sites/default/files/documentos/20-tdah.pdf