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Tipologías de pacientes con trastorno obsesivo compulsivo

Tipologías de pacientes con trastorno obsesivo compulsivo

El trastorno obsesivo compulsivo se trata de un cuadro clínico caracterizado por la presencia recurrente de obsesiones y/o compulsiones, dentro del cual existen una amplia variedad de tipos y subtipos en función de la acción característica llevada a cabo por cada paciente.

Autores:

Lorena del Rocío Padilla Camacho. Graduada en Enfermería.

Celia Garrido Manové. Graduada en Enfermería.

Rosa María Ruiz García. Graduada en Enfermería.

Resumen:

Tener constancia de la tipología de pacientes con trastorno obsesivo compulsivo es de gran ayuda a la hora de llevar acabo intervenciones enfermeras de forma individualizada con el objetivo de hacer frente a posibles recaídas, a la vez que ayuda a conocer y manejar mayor información sobre los pacientes, sus tratamientos y la evolución de dicho trastorno.

Palabras clave: trastorno obsesivo compulsivo, tipos, subtipos, clasificación diagnóstica y Enfermería.

Metodología:

Se ha llevado a cabo una búsqueda bibliográfica exhaustiva en diversas bases de datos de ciencias dela salud como: PubMed, Dialnet, Cuiden, disponibles en la página web de la biblioteca electrónica de la Universidad de Huelva. Las palabras claves para ella fueron: trastorno obsesivo compulsivo, tipos, subtipos, clasificación diagnóstica y Enfermería. De este modo, hemos excluido todo material escaso de evidencia científica y relevancia para nuestro trabajo.

Tipología de pacientes con trastorno obsesivo compulsivo:

Los trastornos obsesivos-compulsivos pueden ser de diversos tipos, los más comunes serían:

  • Lavadores y limpiadores: son personas a las que consumen obsesiones relacionadas con la contaminación a través de determinados objetos o situaciones.
  • Verificadores: son personas que inspeccionan de manera excesiva con el propósito de evitar que ocurra una determinada catástrofe.
  • Repetidores: son aquéllos individuos que se empeñan en la ejecución de acciones repetitivas.
  • Ordenadores: son personas que exigen que las cosas que les rodean estén dispuestas de acuerdo con determinadas pautas rígidas, incluyendo distribuciones simétricas.
  • Acumuladores: coleccionan objetos insignificantes, de los que no pueden desprenderse.
  • Ritualizadores mentales: acostumbran a apelar a pensamientos o imágenes repetitivos, llamados compulsiones mentales, con el objeto de contrarrestar su ansiedad provocadora de ideas o imágenes, que constituyen las obsesiones.
  • Numerales: buscan sentido a los números que les rodean; sumándolos, restándolos, cambiándolos hasta que les da un número significativo para ellos.
  • Filosofales: Con tendencias algo inciertas. Viven en un proceso metafísico del que no pueden desprenderse. Incompatibles con los numerales.
  • Atormentados y obsesivos puros: experimentan pensamientos negativos reiterados, que resultan incontrolables y bastante perturbadores. No obstante, a diferencia de quienes sufren los demás tipos de trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), no se entregan a comportamientos reiterativos de tipo físico, sino a procesos reiterativos únicamente mentales.
  • Sexuales: pensamientos sexuales recurrentes, abarcan todas las particularidades y conductas sexuales, como: ideas infundadas sobre tener disfunciones sexuales o no ser apetecible.
  • Orientación Sexual: es el Trastorno Obsesivo Compulsivo que se refiere específicamente a dudas, ideas fijas y compulsiones acerca de la homosexualidad.

En la actualidad, según las clasificaciones diagnósticas, dicho trastorno obsesivo-compulsivo se considera como una entidad unitaria y bien definida. La práctica clínica que se ha llevado a cabo sobre este problema permite afirmar que se trata de un desorden de carácter heterogéneo, dando lugar a la identificación de diversos patrones de respuestas constituyendo a los distintos subtipos de dicho trastorno.

Se ha propuesto las clasificaciones de los subtipos teniendo en cuenta los siguientes criterios:

  1. Aparición temprana versus tardía del trastorno obsesivo-compulsivo (TOC). Se fundamenta en el hecho de que los casos con inicio temprano tienen más probabilidades de presentar antecedentes familiares que los que se inician más tarde, siendo las consecuencias mucho más graves en los primeros. En numerosos estudios se han detectado mayor incidencia de respuestas de ansiedad desadaptativa y trastornos de ansiedad en familiares próximos al paciente con trastorno obsesivo-compulsivo temprano.

El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) de inicio temprano es muy familiar, lo que sugiere un subtipo específico con características peculiares como la comorbilidad, la historia familiar de trastornos psicológicos y/o psiquiátricos.

  1. Presencia versus ausencia de enfermedades autoinmunes. Dentro de la población con trastorno obsesivo-compulsivo existe un subgrupo en el que la frecuencia y gravedad de respuestas problemáticas aparecen de forma súbita, seguidas de un período de desvanecimiento progresivo. Este patrón es similar al que sigue el curso de la corea de Sydenham. Estas personas suelen experimentar obsesiones y compulsiones, junto a tics y movimientos coreicos, observadas también en las faringitis estreptocócicas. Tras varios estudios, se observa que este subtipo de trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) podría ser consecuencia de una respuesta autoinmune a una infección estreptococos.
  2. Agrupación por constelaciones de respuestas problemáticas. Se describen cuatro subtipos tras establecer correlaciones de respuestas obsesivas-compulsivas mediante el análisis factorial.
  • Obsesiones sexuales, agresivas, religiosas y somáticas con revisión.
  • Obsesiones de simetría con orden.
  • Obsesiones de contaminación con limpieza o lavado.
  • Obsesiones de atesoramiento.

La clasificación del trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) en diversos subtipos es de gran utilidad de cara a la práctica clínica, ya que muchas veces un determinado subtipo puede presentar características estables en lo que se refiere al inicio y curso del desorden así como en la respuesta a un determinado tratamiento, que puede no ser igual en otros subtipos.

  1. Por los estímulos desencadenantes. Otra clasificación del trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) teniendo en cuenta dos subtipos: autógeno y reactivo, que conllevan diversas reacciones emocionales, evaluaciones y estrategias de control.

Las obsesiones autógenas invaden de forma abrupta el pensamiento sin que exista un estímulo externo identificable. El contenido más frecuente sería el agresivo, el sexual o el repulsivo. Quien presenta este subtipo suele rechazar activamente este tipo de pensamientos, ya que suelen ser aversivos y difíciles de eliminar. No suelen ir acompañadas de compulsiones o rituales, por lo que se relacionan con la aparición de un trastorno obsesivo puro, aunque también pueden aparecer relacionadas a la realización de rituales cognitivos. Otorgan una importancia excesiva al pensamiento y a su control.

Las obsesiones reactivas se refieren a estímulos que están en el medio ambiente. La presencia de estímulos hace que aumente la intensidad de las respuestas de ansiedad que normalmente ponen en marcha las respuestas compulsivas y las secuencias de éstas. Se relacionan con los desórdenes de contaminación, comprobación, etc. Parece tener un fundamento más realista haciendo que el padecimiento subjetivo sea menor en los casos que presentan este tipo de obsesiones que en los que padecen obsesiones autógenas, sentimientos de culpa y vergüenza, depresión y una mayor necesidad de control de las obsesiones. Presentan una excesiva atribución de responsabilidad personal a los acontecimientos.

  1. Obsesivos puros versus obsesivos-compulsivos. El trastorno obsesivo puro se refiere tanto a las obsesiones como a los rituales que ocurren de forma encubierta. La exposición, efectiva en casos de rituales motores, es mucho menos previsible cuando se aplica a rituales encubiertos. Para iniciar la exposición en casos de predominio obsesivo no es suficiente evocar la obsesión mediante el pensamiento deliberado de ésta, sino que además, es preciso el contacto con las situaciones externas que la provoquen.

Bibliografía:

  • Alonso-Ortega, Mª; SegalásCosi, J. y Labad Arias, J. (2006). Epidemiología del trastorno obsesivo-compulsivo. En J. Vallejo Ruiloba y G. E. Berrios Estados Obsesivos. Barcelona: Masson.
  • Asociación Psiquiátrica Americana (2000). Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (4ª Texto Revisado) (DSM-IV-TR). Barcelona: Masson.
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  • First, M; Frances, A.; Pincus H. A. (1999).DSM-IV: Manual de diagnóstico diferencial. Barcelona. Ed. Masson.
  • First, M; Frances, A.; Pincus H .A. (2002).DSM-IV: Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. Barcelona. Ed. Masson.
  • Manual Diagnóstico y Estadístico (Diagnostic and Statistical Manual, DSM: Asociación Psiquiátrica Americana, APA). DSM-IV-TR (2000).