Inicio > Enfermería > Cuidados de Enfermería en pacientes con cáncer de colon

Cuidados de Enfermería en pacientes con cáncer de colon

Cuidados de Enfermería en pacientes con cáncer de colon

El cáncer de colon engloba cualquier neoplasia del colon, recto o apéndice. La colonoscopia es la forma más habitual de diagnóstico, que si es de carácter temprano puede conducir a una cura total. En cuanto a las causas, la edad, una dieta basada en carnes rojas  y tener antecedentes familiares están entre los mayores factores de riesgo.

Autores:

  1. Ana Hermosín Alcalde DUE. Centro de diálisis Diaverum (Cartaya).
  2. Elena Pereira Jiménez DUE. Interclinik
  3. Irene Calviño García. Grado de Enfermería. Clínica los naranjos Huelva

Resumen

El tratamiento consistirá en intervención quirúrgica acompañado de radioterapia o quimioterapia. El personal de Enfermería se encargará de preparar al paciente en el preoperatorio mediante cuidado de la dieta y la información necesaria previa a la intervención. Tras la operación, los cuidados se centrarán en la vigilancia del paciente tales como el equilibrio de líquidos o drenajes entre otros.

Palabras clave: aparato digestivo, intestino, tumor, mucosa, intestino grueso, recto.

Introducción

El cáncer colorrectal, también llamado cáncer de colon, incluye cualquier tipo de neoplasias del colon, recto y apéndice. Se piensa que muchos de los casos de cáncer colorrectal nacen de un pólipo adenomatoso en el colon. Estos crecimientos celulares en forma de hongo son usualmente benignos, pero de vez en cuando se vuelven cancerosos con el tiempo. En la mayoría de los casos, el diagnóstico del cáncer localizado es por colonoscopia. El tratamiento es por lo general quirúrgico, y en muchos casos es seguido por quimioterapia.

Causas

El diagnóstico temprano con frecuencia puede llevar a una cura completa.

Casi todos los cánceres de colon empiezan en el revestimiento del colon y el recto. Cuando los médicos hablan del cáncer colorrectal, generalmente es a esto a lo que se están refiriendo.

No hay una causa única para el cáncer de colon. Casi todos los cánceres de colon comienzan como pólipos no cancerosos (benignos), que lentamente se van convirtiendo en cáncer.

Hay  mayor riesgo de padecer cáncer de colon si:

  • Se es mayor de 60 años
  • Es de origen afroamericano o de Europa oriental
  • Consume muchas carnes rojas o procesadas
  • Tiene pólipos colorrectales
  • Si existe enfermedad intestinal inflamatoria (enfermedad de Crohn o colitis ulcerativa)
  • Si hay antecedentes familiares de cáncer de colon

Algunas enfermedades hereditarias también aumentan el riesgo de padecer cáncer de colon. Una de las más comunes se llama poliposis adenomatosa familiar (PAF).

Lo que usted come puede jugar un papel en el riesgo de padecer este tipo de cáncer. El cáncer de colon puede estar asociado con una dieta rica en grasas, baja en fibra y un consumo alto de carnes rojas. Algunos estudios han encontrado que el riesgo no se reduce si usted pasa a una dieta rica en fibra, así que este vínculo aún no está claro.

Fumar cigarrillo y beber alcohol son otros factores de riesgo para el cáncer colorrectal.

El cáncer de colon produce una serie de síntomas que pueden variar en función de su localización dentro del intestino grueso:

  • Sangre en las heces: es uno de los síntomas más frecuentes del cáncer de colon. Puede tratarse de sangre roja, más frecuente en tumores de sigma y colon descendente, o de sangre negra, que se mezcla con las heces dando lugar a deposiciones de color negro llamadas melenas. Las melenas aparecen con más frecuencia cuando el tumor está situado en el colon ascendente.

Tras cierto tiempo de sangrado y cuando la hemorragia no es detectada o no se acude al médico para su diagnóstico y tratamiento, suele aparecer una anemia que puede producir, en mayor o menor medida, una serie de síntomas como la sensación de falta de aire, cansancio, palpitaciones o mareo…

  • Cambio en el ritmo de las deposiciones: aparece diarrea o estreñimiento en personas con ritmo intestinal previo normal, aunque, lo más frecuente es que se intercalen periodos de estreñimiento con periodos de diarrea.
  • Heces más estrechas: generalmente esto se produce porque el tumor está estrechando el intestino y no permite el paso normal de las heces.
  • Tenesmo o sensación de evacuación incompleta: suele aparecer en tumores localizados en la parte más distal del colon.
  • Dolor abdominal: suele ser un síntoma frecuente, aunque generalmente, se trata de un dolor inespecífico. Cuando el tumor cierra parcialmente el calibre del tubo intestinal se produce un cuadro de dolor abdominal tipo cólico. Cuando el cierre es completo se llama obstrucción intestinal: Es una situación clínica grave que requiere asistencia médica urgente. Hay un estreñimiento prolongado, náuseas, vómitos, dolor abdominal y malestar general.
  • El cansancio extremo o la pérdida de peso sin causa aparente: son síntomas generales e inespecíficos que ocurren con frecuencia en determinadas enfermedades, entre las que se encuentran los tumores de colon avanzados.

Estos síntomas al ser inespecíficos, pueden aparecer en otras enfermedades distintas al cáncer como hemorroides, diarreas o trastornos digestivos.

Sin embargo, ante la aparición de cualquiera de ellos, es fundamental acudir al médico para que realice el diagnóstico y tratamiento oportuno.

Factores de riesgo

El riesgo de contraer cáncer de colon en los Estados Unidos es de alrededor del 7%. Ciertos factores aumentan el riesgo de que una persona desarrolle esta enfermedad, entre ellos:

  • El riesgo de contraer cáncer colorrectal se incrementa al aumentar la edad. La mayoría de los casos ocurren entre los 60 y 70 años, mientras que antes de los 50 años es poco común, a menos que haya una historia familiar de aparición temprana de cáncer colorrectal.
  • En particular pólipos adenomatosos. La eliminación de pólipos del colon durante la colonoscopia disminuye el riesgo subsecuente de cáncer de colon.
  • Historia de cáncer. Los individuos que previamente hayan sido diagnosticados y tratados por tener cáncer tienen un mayor riesgo que la población general de contraer cáncer colorrectal en el futuro. Las mujeres que hayan tenido cáncer de ovario, útero o del seno tienen un riesgo aumentado de la aparición de cáncer de colon.
  • Herencia:
    • Historia en la familia de cáncer colorrectal, en especial de un familiar cercano menor de 55 años o múltiples familiares.
    • Poliposis adenomatosa familiar, conlleva cerca de un 100% de riesgo de contraer cáncer colorrectal para la edad de 40 años, si no ha sido tratado.
    • Síndrome de Lynch o cáncer colorrectal hereditario no asociado a poliposis.
  • Colitis ulcerosa crónica o enfermedad de Crohn, aproximadamente 30% a partir de los 25 años si el colon entero está afectado.
  • Fumar. Es más probable que una persona que fuma muera de cáncer colorrectal que una persona no fumadora. La Sociedad Americana de Cáncer hizo un estudio donde se encontró que era un 40% más probable que las mujeres que fuman murieran de cáncer colorrectal que una mujer que nunca haya fumado. Los fumadores masculinos tienen un riesgo 30% mayor de morir de esta enfermedad que sus homólogos no fumadores.
  • Dieta. Los estudios demuestran que una dieta rica en carne2 y baja en frutas, vegetales, aves de corral y pescados aumenta el riesgo de cáncer colorrectal (lo cual es discutible, pues otros estudios han mostrado mayor incidencia en vegetarianos ). En junio de 2005, una investigación por el Estudio Prospectivo Europeo Sobre Cáncer y Nutrición sugirió que las dietas altas en carnes rojas, al igual que aquellas bajas en fibra, están asociadas a un riesgo de cáncer colorrectal. Aquellos que frecuentemente comen pescado mostraron un riesgo disminuido. Sin embargo, otros estudios ponen en duda la aseveración de que una dieta rica en fibra disminuya el riesgo de cáncer colorrectal, más bien, las dietas bajas en fibra están asociadas a otros factores de riesgo que es lo que ha causado la confusión de asociarla con cáncer. De modo que la relación entre la fibra dietética y el riesgo de cáncer colorrectal permanece aún en controversia.
  • Actividad física. Aquellos que son activos físicamente tienen un menor riesgo de desarrollar cáncer colorrectal.
  • Colangitis esclerosante primaria, ofrece un riesgo independiente a la colitis ulcerativa.
  • Bajo contenido corporal de selenio.