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Protocolo de inserción de catéter vesical

Protocolo de inserción de catéter vesical

RESUMEN

El cateterismo o sondaje vesical es una técnica que se debe de aplicar en ciertas situaciones en la cual el paciente se encuentre con alguna patología o enfermedad que le impida poder miccionar por sí mismo, y por ello necesite de un catéter externo para poder conseguir vaciar la vejiga.

AUTOR

Alfonso Manuel Teruel Meroño. Diplomado en Enfermería.

PALABRAS CLAVE

Enfermería; Cateterismo Urinario; Micción; Vejiga Urinaria; Paciente.

  1. INTRODUCCIÓN

El cateterismo o sondaje vesical es una técnica que consiste en la introducción de una sonda por la uretra hasta la vejiga urinaria. Según el tiempo de permanencia del catéter se puede hablar de:

  • Sondaje intermitente (ya sea único o repetido en el tiempo). Después de realizar el sondaje, se retira el catéter.
  • Sondaje temporal. Después de realizar el sondaje, el paciente permanece un tiempo definido con el catéter.
  • Sondaje permanente. Después de realizar el sondaje, el paciente ha de permanecer indefinidamente con el catéter (con los recambios correspondientes).
  1. OBJETIVOS

Los objetivos del sondaje vesical en general, son:

  • Control de diuresis.
  • Cicatrización de las vías urinarias tras cirugía.
  • Prevención de la tensión en heridas pélvicas y/o abdominales a causa de la distensión de la vejiga.
  • Vaciado de la vejiga en caso de retención de orina.
  • Obtención de una muestra de orina estéril.
  • Determinación de la cantidad de orina residual después de una micción.

Los fines del cateterismo vesical pueden ser tanto diagnósticos como terapéuticos:

 Fines diagnósticos:

  • Exploración uretral o vesical.
  • Obtención de muestras de orina.
  • Medición del residuo postmiccional.
  • Control de la diuresis.

 Fines terapéuticos:

  • Alivio de la retención urinaria (aguda o crónica).
  • Tratamiento crónico de pacientes con fracaso en el vaciado vesical espontáneo (obstrucción infravesical o atonía vesical) cuando no hayan tenido éxito o no sean candidatos a ningún otro procedimiento alternativo.
  • Tratamiento de algunos pacientes con vejiga neurógena.
  • Administración de terapias endovesicales.
  • Postoperatorio de algunas cirugías (uretra, próstata, vejiga).
  • Fístulas vesicales y rotura vesical extraperitoneal.
  • Hematuria de origen vesicoprostático en pacientes que requieran lavados vesicales continuos.
  • Tratamiento intraoperatorio y postoperatorio de intervenciones quirúrgicas prolongadas o en pacientes de riesgo previsible de retención de orina.
  • Para posibilitar la curación más rápida de escaras de decúbito (UPP) en pacientes incontinentes.
  • Cicatrización de las vías urinarias tras la cirugía.
  • Prevención de la tensión en heridas pélvicas y/o abdominales a causa de la distensión de la vejiga.
  1. MATERIAL
  • Guantes estériles y no estériles.
  • Agua y jabón.
  • Solución antiséptica.
  • Gasas estériles.
  • Dos paños estériles, uno de ellos fenestrado.
  • Sonda vesical de calibre y tipo adecuado:
  • Hombres: 16-18 french.
  • Mujeres: 14-16 french.

La elección tanto del calibre, como del tipo de sonda a utilizar va a depender de los siguientes requerimientos:

Según la duración del sondaje (intermitente, temporal, permanente).

  • El catéter para el sondaje intermitente se caracteriza por ser semi-rígido y por poseer una sola luz. Los tipos más frecuentes son:
  • Sonda de Nelaton. Tiene la punta recta. Se usa tanto en hombres (más larga) como en mujeres (más corta).
  • Sonda de Tiemann. Tiene la punta acodada y más fina, lo cual facilita el avance en el caso de los varones con la uretra estrecha.
  • El catéter que se usa para los sondajes tanto temporales como permanentes es un dispositivo flexible con las siguientes particularidades:
  • Sonda de Foley. En la zona próxima a la punta posee un balón autorretención que se infla desde una válvula externa que se encuentra cercana al pabellón. La capacidad del balón aparece impresa en el embudo colector, así como en el envoltorio de la sonda (generalmente entre 5 y 20 cm3). En el embudo colector se conecta el sistema de drenaje que se haya elegido (también se puede colocar un tapón). Pueden ser de dos vías (una para evacuar la orina y otra para inflar el balón desde el exterior) o de tres (se añade una tercera vía para poder introducir o sacar líquido de la vejiga).

Según el calibre y la longitud de la sonda:

En la elección del calibre de la sonda se tendrá en cuenta que la uretra del varón tiene un diámetro que oscila entre 20 a 30 Ch y la de la mujer entre 24 a 30 Ch. Una recomendación práctica es comenzar con una sonda de 18 Ch y, si hay dificultad, intentarlo con sondas más delgadas. Las medidas más habitualmente empleadas son los siguientes:

  • Calibre: 8 Ch para los niños, entre 14 y 18 Ch para los hombres y entre 16 y 20 Ch para las mujeres.
  • Longitud estándar: 41 cm. (aunque en las mujeres y los niños la sonda puede ser más corta).

En la práctica habitual se actúa de la siguiente manera:

  • Para cateterismos únicos o intermitentes se utilizan los de PVC, simples, sin balón, de punta recta (Nelaton) o angulada (Tiemann).
  • Para los sondajes temporales y permanentes se prefieren los de látex recubiertos de silicona o de silicona pura, tipo Foley, con dos o tres vías según cada caso o las Tiemann de 3 vías para lavado continuo.
  • Jeringa 10 ml.
  • Lubricante urológico.
  • Agua destilada (1 ampolla de 10 ml.)
  • Sistema colector. Podemos encontrar tres tipos diferentes de sistemas:

Sistema colector cerrado

Es el más completo y seguro, ya que presenta varios mecanismos que dificultan la contaminación bacteriana. Consta de las siguientes partes:

  • Tubo de drenaje. Es un tubo flexible que se encuentra en la parte superior de la bolsa y que está unido herméticamente a ella. Puede disponer de una o dos válvulas unidireccionales (una en la porción del tubo que conecta con la sonda urinaria y la otra en la zona de conexión con la bolsa de drenaje) que dificultan el reflujo de la orina.
  • Tubo de drenaje de la bolsa. Se halla situado en la parte inferior de la bolsa y también está unido herméticamente a ella. Posee una llave de paso que, al abrirla, permite el vaciado de la bolsa así como la posibilidad de tomar muestras (sistema cerrado).
  • Respiradero de la bolsa. Es un pequeño orificio por el que entra aire, con el fin de facilitar el vaciado de la bolsa.
  • Filtro para bacterias. El orificio del respiradero posee un filtro que impide que las bacterias del medio externo penetren en el sistema.
  • Dispositivo para colgar la bolsa. Se encuentra en su parte superior. Posee dos ganchos a modo de percha que permiten colgar la bolsa del lateral de la cama.
  • Escala graduada. Permite conocer la cantidad de orina existente en la bolsa en un momento dado

Sistema colector abierto.

La bolsa posee únicamente la escala graduada y el tubo de drenaje, lo cual presenta una serie de inconvenientes. No se puede vaciar cuando está llena de orina. Por ello, cada vez que se precisa el recambio de la bolsa, hay que desconectar el tubo de drenaje de la bolsa llena y conectar a la sonda una bolsa vacía (sistema abierto). Todo ello favorece la contaminación bacteriana. No permite la toma de muestras.

Medidores de diuresis horaria.

Sistema cerrado estéril para recolección de la diuresis horaria con capacidad de medición total de 500 ml. Incorpora cámara de tipo Pasteur y válvula antirreflujo que evitan el riesgo de contaminación retrograda, y bolsa de recolección, con válvula antirreflujo con tubo de drenaje.

  1. PROCEDIMIENTO

1) Conservamos la intimidad del paciente, corriendo la cortina y dejando en la habitación al personal estrictamente necesario durante la intervención.

2) Colocamos al paciente en decúbito supino y bajamos las barandillas de la cama, haciendo más sencillo nuestro manejo de los materiales y de la paciente.

  • Comprobamos si las auxiliares han realizado la higiene al paciente, de no ser así, debemos de efectuarla nosotros, los enfermeros. Limpiamos la zona y colocamos el empapador debajo de los genitales, evitando así mojar y manchar la cama. Esta parte tiene cierto debate, ya que los protocolos hacen alusión a la utilización del paño estéril, ya que se debe de mantener la asepsia y la esterilidad durante todo el procedimiento (Jiménez et al, 2009).
  1. Esta técnica es necesaria realizarla entre dos personas. Una de ellas guarda la esterilidad (el enfermero), mientras la otra no, ayudándole con el material (la auxiliar).
  2. Nos colocamos los guantes estériles, sacamos la sonda, con delicadeza evitando que toque cual superficie “sucia”, contaminando la sonda. Conectamos una luz a la bolsa de recolección.
  3. Lubricamos la zona y la sonda.
  • Cogemos el pene y lo colocamos en un ángulo recto. Introducimos la sonda haciendo movimientos rotatorios. Cuando hayamos introducido gran parte de la sonda, llenamos el globo con la jeringa cargada con agua destilada. A continuación, retiramos la sonda hasta que se quede sujeta a causa del llenado del balón. Esta parte tiene el inconveniente de que, el pene debería de cogerse con unas gasas estériles, para no perder en ningún momento la esterilidad (Jiménez et al, 2009).
  • Comprobamos que la orina no supere una salida, tras el sondaje, de unos 300 ml. Si así fuera, pinzar la sonda, para evitar un vaciamiento excesivo de la vejiga.

Fijamos la sonda a la pierna del paciente con el correspondiente apósito. Fijamos la bolsa en la parte baja de la cama del paciente para evitar el reflujo.

CUIDADOS DE ENFERMERÍA EN EL PACIENTE CON SONDAJE VESICAL PERMANENTE

  • Observar periódicamente la permeabilidad de la sonda.
  • Fijar el tubo de drenaje a la pierna del paciente calculando la movilidad de la misma para evitar tirones.
  • Lavar la sonda cuando sea preciso para mantenerla permeable, según técnica aséptica.
  • Indicar al enfermo que mantenga la bolsa del drenaje por debajo del nivel de la vejiga, para prevenir infecciones por reflujo.
  • Evitar desconexiones de la sonda innecesarias siempre que se puedan utilizar sistemas cerrados de drenaje.
  • Excepto que este contraindicado (pacientes con fallo renal o cardiaco) estimular el aporte de líquidos de dos a tres litros por día, para aumentar el flujo urinario y evitar riesgos de infección.
  • Limpieza e irrigación con povidona yodada diaria, de genitales y punto de inserción de la sonda.
  • Valorar los indicadores de infección urinaria:
  • Aumento de la temperatura.
  • Escalofríos.
  • Dolor en flanco suprapúbico.
  • Orina turbia o mal oliente.
  • Hematuria.
  • Valorar la aparición de infección uretral. Tomar muestra de cultivo si procede.
  • Cuando haya que pinzar la sonda, hacerlo siempre en el tubo de la bolsa recolectora de diuresis, nunca en la sonda.
  1. COMPLICACIONES
  • Formación de falsa vía uretral
  • Infección urinaria.
  • Retención urinaria por obstrucción de la sonda.
  • Hematuria ex vacuo.
  • Estenosis uretral.
  • Hematuria por tracciones involuntarias.
  1. CONTRAINDICACIONES
  • Prostatitis aguda.
  • Uretritis aguda y abscesos periuretrales.
  • Estenosis o rigidez uretral (valorar individualmente).
  • Sospecha de rotura uretral traumática.
  • Alergia conocida a los anestésicos locales o al látex.

BIBLIOGRAFÍA

Aparicio, MT. (2010). Sondaje Vesical. 20 de Enero de 2017, de Hospital General Cuidad Real Sitio web: http://www.hgucr.es/wp-content/uploads/2011/05/protocolo-sondaje-vesical1.pdf

Vasco, I. (2009). Sondaje Vesical. En Manual de protocolos de Enfermería (pp. 76-85.). Mérida, España: Servicio Extremeño de Salud.

García, I & Díaz AM. (2008). Sondajes. En Procedimientos básicos y cuidados de Enfermería, manual de prácticas. (pp. 93-123). Murcia, España: Diego Marín.