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Complicaciones en la nutrición parenteral

Complicaciones en la nutrición parenteral

INTRODUCCIÓN

La nutrición parenteral es un sistema de administración de nutrientes al paciente a través de una vía central; es la única vía de nutrición para el paciente que presente colitis ulcerosa, obstrucción intestinal, y trastornos intestinales. En las fórmulas se mezclan glúcidos, ácidos grasos, minerales, proteínas y agua; hay que tener en cuenta el gasto energético del paciente, y las necesidades nutricionales para ajustar la dosis de cada nutriente. Se administran mediante una bomba de infusión que va directamente a la vía central, y se mantiene la administración las horas necesarias según el paciente.

AUTORAS:

Amparo Camacho Reyes, DUE, Oncología pediátrica. Hospital Universitario La Paz, Madrid.

María del Rocío Ruiz Calzado, DUE. Hospital Reina Sofía, Córdoba.

Rosa María Zamorano Antonio. DUE. Máster Oficial en Cuidados Críticos. Servicio de Dermatología. Hospital Universitario de Torrejón. Madrid.

PALABRAS CLAVE

Nutrición parenteral, complicaciones, cuidados de Enfermería.

RESUMEN

Con la nutrición parenteral se pueden dar infinidad de complicaciones:

COMPLICACIONES TÉCNICAS EN RELACIÓN CON LA INSERCIÓN DEL CATÉTER

Nos encontramos con: neumotórax; laceración de un vaso, arritmias, perforación cardíaca con taponamiento, embolismo aéreo, lesión de un plexo nervioso o localización anómala del catéter.

  • ROTURA O DESPLAZAMIENTO ACCIDENTAL DEL CATÉTER

Puede darse el caso de que el catéter central se pueda desplazar accidentalmente, deberemos tras su inserción comprobar bien el recorrido y la fijación del mismo, para evitar este tipo de complicación. Si el catéter lleva tiempo colocado es más probable que el mismo catéter se deteriore y presente orificios o desgarros.

Con el uso prolongado, el catéter puede deteriorarse y presentar orificios o desgarros.

  • OBSTRUCCIÓN

Tras la administración de nutrición parenteral se debe limpiar el catéter con suero fisiológico con al menos 5 cc para prevenir la obstrucción; se realizará el sellado con heparina semanalmente en caso de no estar utilizando esa luz.

Si la obstrucción del catéter no es por funcionamiento del mismo, sino que se sospecha la presencia de coágulos de sangre, se administrará uroquinasa, normalmente 5000 U/ml.

No está recomendado utilizar la misma luz para la administración por la misma luz del catéter la nutrición parenteral y la medicación, muchas medicaciones son totalmente contraindicadas mezclarlas con la nutrición parenteral, con lo que hay que ser muy precavida si sólo tenemos una luz permeable en el catéter y parar la infusión para evitar la precipitación de la medicación y la obstrucción del catéter y posiblemente la pérdida del mismo; si tenemos varias luces debemos proceder a la infusión de la nutrición parenteral exclusiva por una luz. En caso de precipitación de sustancias que se disuelven en medio ácido (precipitados de calciofosfato, vancomicina o etopósido), se utilizará de 0.3 a 3 cc de ácido clorhídrico 0,1 N, para los precipitados que se disuelven en medio básico ( precipitados de ticarcilina, oxacilina, fenitoína, imipenem), se utilizará 1 cc de bicarbonato sódico 1 M; si los depósitos son lipídicos, se utilizará de 3 a 5 cc de etanol al 70% durante 1 o 2 horas, aspirándolo después, y si continúa la obstrucción, se utilizará hidróxido sódico 0,1 mmol/cc, o 0,5 cc de H CL 0,1 N, seguido de solución heparinizada.

  • INFECCIÓN

Cuando hay presencia de infección en el catéter es debido a la presencia de gérmenes en el mismo que causan bacteriemia, los gérmenes presenten en la infección por orden de frecuencia son:

  • Staphylococcus epidermidis
  • Enterobacter
  • Escherichia coli
  • Klebsiella pneumoniae
  • Pseudomona aeruginosa
  • Staphyloccus aureus
  • Enterococcus (E. faecalis, E. faecium)
  • Candida albicans
  • otros hongos

Las indicaciones para proceder a la retirada del cateter son los siguientes:

  • infecciones fúngicas comprobadas
  • bacteriemias recurrentes
  • persistencia de fiebre
  • alteración hemodinámica más de 48 horas después de iniciado el tratamiento antibiótico
  • Infecciones polimicrobianas

En loa catéteres de larga duración podemos evitar la retirada del catéter mediante una técnica llamada «antibiotic-lock», tras la obtención de hemocultivos, se procede a la técnica, consistente en dejar en la luz del catéter de 2 a 3 cc de un preparado de vancomicina y amikacina, pudiéndose mantener de 2 a 3 días; en esta situación se suspenderá la nutrición parenteral por la vía que se sospecha de infección durante esos 2 o 3 días, y se administra antibióticos.

  • COMPLICACIONES DE TIPO ELECTROLÍTICO Y METABÓLICO
  • Hipoglucemia, hipocalcemia e hipofosfatemia, son las más frecuentes provocadas por el déficit de nutrientes.
  • Hipertrigliceridemia, que se observa al sobrepasar la capacidad plasmática de aclaramiento lipídico.
  • Síndrome de realimentación, consistente en un desequilibrio de líquidos y electrólitos, intolerancia a los hidratos de carbono y déficit de vitaminas que nos encontramos en pacientes que presentan una desnutrición grave, que ocurre durante una realimentación rápida. Para la disminución del riesgo de aparición del síndrome de realimentación seguimos los siguientes pasos:
  • Reducción del aporte de líquido y sodio, control de la ganancia de peso y las pérdidas insensibles.
  • Perfusión continua de glucosa a un ritmo similar a la tasa de producción endógena.
  • Corrección lenta de la hipopotasemia.
  • Corrección progresiva de la hipofosfatemia y la hipomagnesemia.
  • Suficiente aporte de vitaminas y oligoelementos.
  • Monitorización del paciente, y analíticas de control.

ALTERACIONES HEPÁTICAS

En la administración de la nutrición parenteral en niños, se observa en más de la mitad de ellos, en las analíticas de control, después de las dos semanas de la administración, se observan alteraciones hepáticas, sobre todo GGT y bilirrubina.

Influyen en la aparición de las alteraciones hepáticas factores como:

  • disminución del circuito enterohepático.
  • empleo de soluciones pobres en taurina y ricas en glicina.
  • las infecciones.

Tras iniciar la alimentación enteral y retirada de la nutrición parenteral, se corrigen los niveles alterados por sí solos, tras una dieta completa.

Cuando la nutrición parenteral es de larga duración se observa una litiasis biliar, una esteatosis o una colestasis; la esteatosis en más frecuente en pacientes adultos, y la colestasis en niños. La esteatosis hepática se puede originar por una excesiva infusión de glucosa o de lípidos o a deficiencias en determinados nutrientes como carnitina, la colina o los ácidos grasos esenciales. La prevención es una adecuada programación de los requerimientos y en la colestasis se recomienda asociar ácido ursodeoxicólico (10-30 mg/kg/d).

COMPLICACIONES DE LA NUTRICIÓN PARENTERAL

Complicaciones técnicas.

  • Relacionadas con el catéter central:

o Neumotórax, hemotórax, hidrotórax.

o Trombosis venosa.

o Embolia pulmonar.

o Desplazamiento del catéter.

o Perforaciones vasculares.

o Taponamiento cardiaco.

  • Catéter periférico

o Flebitis

Complicaciones metabólicas.

  • Hepáticas:

o Colestasis.

o Infiltración grasa.

  • Hiper/hipoglucemia.
  • Hiperlipidemia.
  • Alteraciones electrolíticas.
  • Insuficiencia cardiaca.
  • Osteopenia en neonatos.

Complicaciones sépticas.

  • Staphilococuus epidermidis/aureus.
  • Candida Albicans.
  • Gramnegativos.