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Efectos del ejercicio en el desarrollo del niño y el adolescente

Efectos del ejercicio en el desarrollo del niño y el adolescente

RESUMEN: La inactividad física es uno de los mayores problemas de salud a nivel mundial, principalmente en los países desarrollados. A lo largo de la literatura científica se demuestran los beneficios de la actividad física en la salud en muchos aspectos, entre ellos la reducción de la enfermedad cardiovascular y la disminución del riesgo de muerte por todas las causas.

Daniel Gálvez Estévez.         Licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad de Granada.

Patricia María Puga Guil.      Doctora en Odontología por la Universidad de Granada.

En este trabajo abordamos la influencia de la actividad física sobre el desarrollo y la salud del niño y del adolescente.

Palabras clave: Actividad física, salud, deporte, infancia, adolescencia.

OBJETIVOS:

  • Conocer los efectos beneficiosos de actividad física sobre la infancia y la adolescencia.
  • Determinar la influencia del ejercicio sobre el desarrollo cognitivo, el TDAH y la depresión.

INTRODUCCIÓN

Efectos de la actividad física en la infancia.

Ejercicio físico y  desarrollo cognitivo: La Función Ejecutiva es un término que engloba los procesos cognitivos responsables de la organización y el control del comportamiento dirigido con un objetivo o meta. Aunque todavía en debate, se sugiere que esta Función Ejecutiva está compuesta por tres componentes fundamentales: inhibición, actualización de la memoria de trabajo y cambio (“shifting”). Se cree que estos componentes están unidos por algún tipo de proceso subyacente pero que son empleados diferentemente en función de la tarea en proceso que guía el comportamiento.

El circuito neurológico en la corteza prefrontal es fundamental para la Función Ejecutiva. A diferencia de otras regiones como el lenguaje o el habla, esta región madura en la adolescencia. Durante todo el periodo de inmadurez, cambios progresivos y regresivos ocurren al mismo tiempo dirigidos por las experiencias de los niños. Este prolongado desarrollo es paralelo al desarrollo cognitivo. Con el paso de la edad, los niños y los adolescentes demuestran mayor competencia en tareas que requieren múltiples componentes de la Función Ejecutiva. El ejercicio físico parece ser una de las experiencias que influye en el desarrollo de esta función así como del circuito subyacente.

Así mismo, parece que  el ejercicio aérobico crónico lleva a cabo mejoras en la Función Ejecutiva más duraderas. Es decir, cuanto antes se inicie en la actividad física, antes actuará esta influencia. Se ha visto que el principal componente que se desarrolla durante la niñez es el de la inhibición, siendo la memoria de trabajo y el cambio (“shifting”) más tardíos. Las habilidades adquiridas en el campo de juego posteriormente se manifestarán en tareas académicas y situaciones en las que estén implicadas esas tres partes de la Función Ejecutiva.

La forma en que el ejercicio influye en el desarrollo de la Función Ejecutiva parece ser a través de múltiples caminos, que dependen a su vez del tipo de ejercicio que se lleve a  cabo (juegos, deportes,…). Cuanto más complejo sea, más debe usarse la corteza prefrontal y, por tanto, más influye.

Aún quedan muchos estudios a realizar en este campo, por ejemplo, cómo los juegos sin ejercicio pueden influir en la Función Ejecutiva de manera que se pueda comparar la cantidad de influencia del ejercicio.

Otro aspecto en el que influye el ejercicio en el desarrollo neuropsicológico del niño es la implicación que tiene con el modo en el que niño se relaciona con el entorno, ya que esto influye en las experiencias que tiene el niño.

El estado de salud también participa en este desarrollo cognitivo del niño. Por ejemplo, se ha visto en varios estudios la relación existente entre obesidad y un bajo Coeficiente Intelectual.

El aspecto psicosocial también se ve influenciado, principalmente por las sensaciones de éxito conseguidas así como la relación con otros niños; por otro lado, el aspecto psicosocial influye en el desarrollo cognitivo y en la forma de ver el ejercicio por el niño.

Por tanto, aspectos psicosociales, de estado de salud, de estado físico y la actividad física parecen estar interrelacionados en el desarrollo del entado mental del niño. (1,2,3)

El ejercicio y TDAH : Existen pocas investigaciones se han llevado a cabo para ver el potencial efecto de la actividad física sobre aquellos niños con desafíos cognitivos.

El Trastorno Déficit Atención e Hiperactividad (TDAH) es uno de los principales trastornos psiquiátricos de la infancia, con diagnóstico clínico de falta de atención, hiperactividad y/o impulsividad al menos durante 6 meses y que empieza antes de los 7 años. Los estudios sugieren que se debe a fallos en el control inhibitorio. Este trastorno tiene consecuencias sociales, académicas y de funcionamiento ocupacional. Dadas las características de este trastorno, el que el niño aprenda en clase es todo un reto.

Varios estudios demuestran que el ejercicio físico moderado a intenso aumenta el control inhibitorio de la función ejecutiva, mejorando, pues, la atención. Por tanto, podrían proponerse varias sesiones de ejercicio durante el día escolar de modo que mejorase la atención en las clases, principalmente para aquellos que más lo necesitan.

Por sus aparentes efectos beneficiosos, la actividad física podría usarse como complemento a la medicación para aumentar el aprendizaje de estos niños o como alternativa en aquellos padres que rechazan la medicación o en los que ésta no tiene un efecto satisfactorio.

También cabe mencionar que hay estudios que muestran que actividades como el yoga o el tai-chi producen un beneficio en el comportamiento de los niños y adolescentes con TDAH, al parecer, vía aumentando la serotonina y hormonas relajantes. (4,5,6)

Efectos del ejercicio físico en la adolescencia.

Actividad física y depresión adolescente: La depresión mayor es común en adolescentes con una mortalidad y morbilidad importantes. De hecho, la mayoría de los suicidios en adolescentes, que es la tercera causa de muerte en este grupo de edad, es debida a la depresión. El asentamiento de la depresión en una edad temprana lleva a consecuencias psicológicas a largo plazo y episodios continuos de depresión en el adulto, así como que, esos síntomas que persisten, repercuten negativamente en el curso académico de estos adolescentes.

Dada la edad, lo ideal sería evitar un tratamiento de larga duración con fármacos tales como los IRSS. Una alternativa podría ser el ejercicio, que ha mostrado muchos beneficios en el tratamiento de la depresión en adultos como en jóvenes. Ahora bien, faltan aún ensayos clínicos adecuados que prueben su verdadera efectividad y si de verdad puede ser una alternativa a la medicación o sólo un coadyuvante, aunque las investigaciones llevadas a cabo parecen aportar datos positivos en este aspecto. (7,8)

Ejercicio y trastornos alimentarios en la adolescencia

Es importante entender la relación entre la frecuencia de ejercicio y varias variables psicológicas individuales en adolescentes para poder estimar la aparición de un trastorno alimentario.

Se ha visto que una baja frecuencia en el ejercicio está relacionada con la insatisfacción con el cuerpo así como el desarrollo y mantenimiento de problemas y trastornos alimentarios tales como atracones, uso de laxantes, vómitos inducidos o dietas restrictivas. Por otro lado, los estudios demuestran que aquellos que realizan ejercicio con frecuencia tienen una mejor sensación de autoestima y de bienestar con su cuerpo, disminuyendo la ansiedad social y la prevalencia de trastornos alimentarios entre ellos.

Por tanto, programas que animen a los niños y adolescentes a realizar actividad física con regularidad pueden ayudar a prevenir la aparición de trastornos alimentarios en estos adolescentes. (9,10)

CONCLUSIONES:

  • El ejercicio influye en el desarrollo de la Función Ejecutiva de distintas maneras.
  • Las actividades más complejas requieren mayor actividad de la corteza prefrontal y tienen mayor influencia.
  • que dependen a su vez del tipo de ejercicio que se lleve a cabo (juegos, deportes,…). Cuanto más complejo sea, más debe usarse la corteza prefrontal y, por tanto, más influye.
  • El ejercicio físico moderado a intenso aumenta el control inhibitorio de la función ejecutiva, mejorando, pues, la atención.
  • La actividad física podría usarse como complemento o alternativa a la medicación para aumentar el aprendizaje de los niños TDAH
  • Actividades como el yoga o el tai-chi producen un beneficio en el comportamiento de los niños y adolescentes con TDAH, aumentando la serotonina y hormonas relajantes.
  • La actividad física puede considerarse una en el tratamiento de la depresión tanto en adultos como en jóvenes. Ahora bien.
  • La actividad física mejora el autoestima y bienestar, disminuyendo la ansiedad social.
  • Son necesarios más ensayos clínicos adecuados que prueben su verdadera efectividad de la actividad física sobre el TDAH y la depresión y los trastornos alimentarios

BIBLIOGRAFÍA

  1. Ellemberg D., St-Louis-Deschenes M. The effect of acute physical exercise on cognitive function during development. Psychology of Sport and Exercise 11 (2010) 122–126
  2. Best J.R. Effects of physical activity on children’s executive function: Contributions of experimental research on aerobic exercise Developmental Review 30 (2010) 331–351
  3. Tomporowski PD et al. Physical activity interventions and children’s mental function: An introduction and overview / Preventive Medicine 52 (2011) S3–S9
  4. Drollette E.S. et al. Acute exercise facilitates brain function and cognition in children who need it most: An ERP study of individual differences in inhibitory control capacity Developmental Cognitive Neuroscience 7 (2014) 53–64
  5. Gapin J.I. et al. The effects of physical activity on attention deficit hyperactivity disorder symptoms: The evidencePreventive Medicine 52 (2011) S70–S74
  6. Matthew B. et al. Exercise Improves Behavioral, Neurocognitive, and Scholastic Performance in Children with Attention-Deficit/Hyperactivity Disorder. J Pediatr 2013;162:543-51
  7. Field. Exercise research on children and adolescentsComplementary Therapies in Clinical Practice 18 (2012) 54e59
  8. W. Hughes et al. DATE: Depressed adolescents treated with exercise: Study rationale and design for a pilot study Mental Health and Physical Activity 2 (2009) 76–85
  9. Gomes Rui et al. Exercise, eating disordered behaviors and psychological well-being: a study with Portuguese adolescents. Rev Latinoam Psicol. 2015;47(1):66-74
  10. Moreno Miriam et al. Trastorno Alimentario y su Relación con la Imagen Corporal y la Autoestima en Adolescentes. Terapia psicológica 2009, Vol. 27, Nº2, 181-189