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Papel de la Enfermería en la picadura del pez araña

Papel de la Enfermería en la picadura del pez araña

Las patologías más frecuentes causadas por agentes biológicos y otros seres vivos, encontradas entre los pescadores, son debidas a diferentes tipos de lesiones cutáneas causadas por infecciones, alergias, mordeduras e infestación.

AUTORES

Fátima Ortiz Clemente, Diplomada Universitaria en Enfermería

Antonio Castellano Cecilia, Diplomado Universitario en Enfermería.

María Dolores Sánchez Torrico, Diplomada Universitaria en Enfermería.

PALABRAS CLAVE: picadura, Inoculación, veneno, pez araña.

RESUMEN

Este tipo de lesiones en ocasiones son consideradas banales y se ignoran, pero en otras puede ocasionar secuelas muy importantes e incapacitantes para el trabajo, un ejemplo es la inoculación del veneno del pez araña, (ictioacantotoxismo), que se encuentra en fondos arenosos a profundidades de hasta 100 metros, la especie está presente tanto en el Atlántico como en el Mediterráneo.

La mayoría de los accidentes se produce por la manipulación de las capturas, en las que se sufre picadura, y donde no se toman las medidas oportunas, ocasionando, complicaciones, como abscesos, necrosis, fibrosis y/o adherencias de partes blandas, y que pueden llegar a una incapacidad para su puesto de trabajo.

INTRODUCCIÓN

El litoral andaluz es extenso, la distribución de esta especie está presente tanto en el Atlántico como en el Mediterráneo, apareciendo regularmente en casi todas las lonjas andaluzas. La extracción, se pesca con arrastre, enmalle y palangre. Se capturan anualmente casi 80 toneladas de arañas. La mayoría de la producción se obtiene de mayo a septiembre, con máximos en los meses de julio a septiembre, en estos meses, es donde objetivamos los 4 casos de picadura, con complicaciones.

El pez araña tiene el cuerpo alargado, estrecho y aplanado lateralmente. La cabeza es relativamente pequeña, con dos pequeñas espinas delante de cada ojo. Posee dos aletas dorsales, la primera con 5-7 radios y la segunda con 29-32 radios blandos. En la primera dorsal, espinas pectorales o ventrales, algunos radios tienen veneno, que ocasionan el envenenamiento por presión mecánica al momento de hacer contacto con manos y/o piernas, de los pescadores.

Puede llegar a medir hasta 41 cm, aunque los ejemplares capturados no suelen sobrepasar los 25-30 cm de longitud.

El veneno inoculado, ictioacantotoxismo, es una mezcla de proteínas con capacidad antigénica, mucopolisacáridos y enzimas (fosfatasas, lipasas, proteasas) que producen una intensa irritación local que puede llegar a provocar, abscesos, necrosis, adherencias, y fibrosis. Los casos mortales son excepcionales, según la literatura médica, pero se han descrito también en España.

Se deben tomar medidas preventivas, como utilizar siempre los medios de protección personal adecuados en cada caso, evitar introducir las manos en la pila de pescado, usar rastro y palas, inspeccionar las redes para estar prevenidos en caso de capturas de especies potencialmente peligrosas, formar a la tripulación en cuanto a manutención manual de cargas y mecánicas de cargas, instruir acerca de las especies marinas potencialmente peligrosas, en los puestos de mayor riesgo mantener solo al personal más experimentado, no desatender las pequeñas heridas producidas por espinas, dientes y aletas del pescado.

METODO Y MATERIAL

Hemos objetivado 4 casos de pescadores de la flota de arrastre. Donde existió una picadura de pez araña, la inoculación del veneno, ocasiono absceso, necrosis, adherencias, y/o fibrosis en la zona, siendo necesaria la intervención quirúrgica, en principio para limpiar y desbridar la herida, y posteriormente fue necesario realizar tenolisis, para conseguir una funcionalidad aceptable de la mano derecha (3 casos), pierna derecha, tercio distal (1 caso).

RESULTADO

La picadura del pez araña, ocurre entre los meses de julio a septiembre mayoritariamente.

Causa dolor local instantáneo, muy intenso y que se va incrementando durante los primeros 60 minutos. Se irradia a toda la extremidad y puede acompañarse de manifestaciones vegetativas (náuseas, vómitos, boca seca, sensación de mareo) y elevación térmica. Localmente, se produce una tumefacción, incluso necrosis de la zona. La herida puede infectarse y las molestias locales pueden existir durante meses.

Las secuelas, de dichas complicaciones, una vez finalizado el tratamiento médico-quirúrgico y rehabilitador, fue necesario, la presentación al equipo de valoración de incapacidades, un caso fue una IPT, y los otros 3 fueron IPP.

PLAN DE CUIDADOS DE ENFERMERÍA

Sumergir la zona afectada en agua muy caliente (50-60º C), ya que las toxinas son termolábiles.

Aliviar el fuerte dolor con analgesia y en ocasiones pudiendo precisar de anestesia local y/o general.

La herida debe limpiarse, desinfectarse, asegurarse que no quedan restos del arpón.

No se aplicara torniquetes

No es necesaria la antibioterapia profiláctica. Hay que revisar el estado de inmunidad antitetánica.

Las posibles complicaciones, que hemos objetivado:

  • Tenosinovitis organizada de extensores de la mano.
  • Adherencia y/o fibrosis del aparato extensor de la mano, que necesitó sinovectomía y/o tenolisis.
  • Absceso y necrosis, que necesitó desbridamiento quirúrgico.

CONCLUSIÓN

La picadura por este pez, puede prevenirse con una manipulación cuidadosa, del pez fuera del agua y el uso de guantes a prueba de espinas, incluso muerto el animal.

El sumergir, el miembro afecto en agua caliente, antes de la primera hora, es esencial para evitar las posibles complicaciones posteriores, y secuelas, al tratarse de una toxina termolábil.

Cuando aparecen las complicaciones, es necesario la intervención quirúrgica, y han dejado secuelas, que limitan e incapacitan al paciente para su trabajo.

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