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Recomendaciones dietéticas para el niño en tratamiento de quimioterapia o radioterapia

Recomendaciones dietéticas para el niño en tratamiento de quimioterapia o radioterapia

Las dificultades para realizar una dieta correcta y los problemas nutricionales son una complicación habitual de los pacientes con cáncer. A las alteraciones generales inducidas por la neoplasia se suman los efectos locales de la misma, especialmente en los tumores del tubo digestivo, y los efectos secundarios de la cirugía, quimioterapia y radioterapia que, en muchas ocasiones, dificultan o impiden la alimentación oral del paciente.

Autoras

María del Rocío Ruiz Calzado, DUE. Hospital Reina Sofía, Córdoba.

Amparo Camacho Reyes, DUE, Oncología pediátrica. Hospital Universitario La Paz, Madrid.

Rosa María Zamorano Antonio. DUE. Master oficial en Cuidados críticos. Servicio de Dermatología. Hospital Universitario de Torrejón. Madrid.

Resumen

El objetivo ha sido analizar las modificaciones nutricionales que se deben adoptar ante las principales complicaciones como consecuencia del cáncer y del tratamiento con quimioterapia o radioterapia como la anorexia, nauseas, vómitos, diarrea entre otros.

La astenia, la anorexia y la pérdida de peso son síntomas claves que hacen sospechar a todos clínicos la presencia de un tumor, reflejando la importancia de los problemas nutricionales y las dificultades que tienen muchos pacientes con cáncer para realizar una dieta correcta. Por este motivo, es importante adoptar las medidas necesarias para una correcta nutrición ante determinados complicaciones que puedan surgir debido al cáncer o al tratamiento terapéutico.

Palabras clave

Alimentación, nutrición, recomendaciones nutricionales, calidad de vida, pediatría, quimioterapia, radioterapia, efectos secundarios.

Introducción

La valoración sistemática del estado nutricional y el control periódico del peso deberían ser una práctica regular en todos los pacientes con cáncer. Los problemas más frecuentes que requieren modificaciones en la dieta son producidos por los efectos generales del tumor (anorexia, disgeusia o hipogeusia), o los efectos secundarios del tratamiento (náuseas, vómitos, diarrea, mucositis, xerostomía).

Aunque la alimentación artificial permite, en muchos casos, mantener satisfactoriamente el estado nutricional; sin embargo, siempre debe intentarse la alimentación oral con alimentos naturales. La utilización de suplementos constituye un complemento importante de la dieta oral.

COMPLICACIONES DEL CÁNCER O DE SU TRATAMIENTO QUE DEBEN SER TRATADAS CON MODIFICACIONES EN LA DIETA

1- Situaciones relacionadas con el efecto general del tumor

– Anorexia tumoral y saciedad precoz

– Ageusia, hipogeusia o disgeusia

2- Efectos del tratamiento

  1. A) Tratamiento quimioterápico:

– Náuseas y vómitos

– Diarrea

– Mucositis

  1. B) Tratamiento radioterápico

– Náuseas y vómitos

– Diarrea

– Mucositis y xerostomía

– Enteritis postradiación

  1. C) Tratamiento quirúrgico

– Disfagia

– Síndrome de dumping

– Síndrome postgastrectomía

– Intestino corto

– Síndrome de asa ciega

– Síndrome de asa aferente

3- Situaciones que dependen del tipo y localización tumoral

– Tumores de cabeza y cuello que cursan con disfagia

– Tumores de esófago que cursan con disfagia

– Tumores digestivos que producen obstrucción intestinal

– Tumores digestivos que producen cuadros de malabsorción

RECOMENDACIONES DIETÉTICAS GENERALES PARA EL NIÑO ONCOLÓGICO

Se recomienda hacer comidas frecuentes de pequeño volumen.

La tolerancia es mayor a primera hora del día. Se aconsejan bebidas frías y sin lactosa.

Se debe incrementar el consumo de líquidos al día, preferentemente después de las comidas, evitando las comidas gaseosas.

Son aconsejables los alimentos de alta densidad energética y de poco volumen, como la mantequilla, nata, miel, mayonesa, crema, gelatina, yogurt, queso tierno y huevos.

Debe haber variedad de texturas, olores y sabores. Se toleran mejor los alimentos al horno y hervidos.

Si es necesario se debe completar la dieta con suplementos dietéticos.

Se recomienda las carnes blancas y el pescado.

Se deben evitar los picantes y condimentos fuertes pero sí usar condimentos variados para estimular el gusto.

Se aconsejan jugos de frutas naturales.

Se deben evitar los alimentos flatulentos o excesivamente ricos en fibra (15g/día)

También se deben evitar las temperaturas extremas de los alimentos

RECOMENDACIONES ANTE NÁUSEAS Y VÓMITOS

Se recomienda tomar alimentos fríos, con objeto de disminuir su sabor y aroma, comer en ambiente tranquilo y evitar alimentos con excesiva condimentación o fritos.

Debe reposar tras las comidas, sentado o incorporado y usar ropa holgada que no comprima la cintura y el abdomen.

Para evitar la distensión gástrica es aconsejable comer despacio y fraccionar la dieta en pequeñas y frecuentes tomas, evitando los alimentos líquidos, así como las bebidas durante las comidas. Las bebidas carbonatadas de cola, tomadas a pequeños sorbos, pueden ser una alternativa, aconsejándose quitar el gas batiéndolo con una cucharilla. Los caldos salados aportan sales y minerales.

Se deben dar alimentos secos al inicia del día (galletas, biscotes). Los alimentos salados son mejor tolerados que los dulces (siempre mejor que los grasos).

Durante los periodos de nauseas no es recomendable utilizar los platos preferidos del enfermo, para evitar que desarrolle aversión a aquellos alimentos que nos son más útiles para nutrir al paciente en las fases asintomáticas

RECOMENDACIONES PARA LA DISFAGIA

Estas recomendaciones van dirigidas a facilitar la deglución mediante cambios en al consistencia de la dieta, obteniendo texturas más suaves y homogéneas.

El uso de gelatinas y espesantes comerciales nos pueden ser de gran utilidad para conseguir la textura adecuada. Se debe comer despacio en un ambiente tranquilo sin distracciones.

El enfermo debe estar sentado, con los hombres hacia delante y los pies firmes y apoyados en el suelo.

Se deben hacer comidas pequeñas y fraccionadas para evitar la fatiga y disminuir el riesgo de broncoaspiración.

RECOMENDACIONES ANTE LA DISGEUSIA

La disminución del sabor (hipoageusia) y la perversión de los sabores (disgeusia), que se encuentran a veces paralelas a alteraciones del olfato, aparecen durante el tratamiento con quimioterapia y radioterapia.

Pueden desaparecer a las pocas semanas de finalizar el tratamiento o mantenerse durante meses.

En diversos estudios se ha visto que existe una disminución del umbral de percepción para los sabores amargos y salados y un aumento de este umbral para los dulces.

En la hipoageusia se recomienda aumentar la condimentación habitual de las comidas en la disgeusia utilizar técnicas culinarias modificadoras del sabor de las carnes, o sustituir éstas por otros alimentos que aporten proteínas de alto valor biológico (pescado, aves o queso). El zumo de fruta ayuda a tolerar la ración proteica. Es importante la higiene diaria de la boca y la corrección preventiva de las alteraciones bucodentales.

RECOMENDACIONES ANTE LA XEROSTOMÍA

La xerostomía es la disminución de la producción de saliva debido a la atrofia de las glándulas salivares por la radioterapia.

Se recomienda consumir alimentos cocinados de forma jugosa.

Debe mantener una adecuada ingesta de líquidos o tomar estimulantes de la salivación: piña natural, cubitos de hielo o caramelos sin azúcar.

También favorece la salivación masticar chicles sin azúcar.

Es aconsejable extremar al máximo la higiene bucal, ya que:

– Determinados alimentos pueden provocar erosiones al estar poco salivados.

– Los pacientes tratados con quimioterapia/radioterapia presentan mayor tendencia a desarrollar caries.

RECOMENDACIONES EN LA DIARREA Y SÍNDROME DE MALABSORCIÓN

Se debe suprimir el aporte de fibra insoluble, sobre todo celulosa, y de alimentos a temperaturas extremas.

También se deben evitar alimentos integrales, verduras, legumbres, frutos secos y carnes rojas.

La fruta se debe tomar sin piel, cocida, al horno, en almíbar, en zumos colados (no de cítricos), en forma de membrillo o rallada (manzana).

Se recomienda tomar con frecuencia arroz o pasta cocida, jamón cocido, pescado y pollo cocido sin piel ni grasa, pan tostado, papillas de harina de arroz o de maicena.

Las comidas y bebidas se fraccionarán en pequeñas tomas, ya que las comidas voluminosas estimulan el reflejo gastro-cólico.

Se debe sustituir la leche entera por leche sin lactosa.

Los yogures poseen menor contenido en lactosa, teniendo además un efecto beneficioso sobre la flora intestinal.

Para evitar la depleción hidroelectrolítica debe realizarse un elevado aporte de líquidos (2-3 litros/día): agua y electrolitos a partir de líquidos que contengan iones tales como soluciones de rehidratación, caldos o agua de arroz, condimentados con sal.

Se debe evitar el consumo de agua sola, pues al ser hipotónico atrae sodio y agua hacia la luz intestinal, favoreciendo la diarrea.

RECOMENDACIONES ANTE EL ESTREÑIMIENTO

Es importante aportar abundantes líquidos (más de 2 litros al día en niños mayores) para aumentar el contenido de fibra dietética.

El aporte de fibra se aumentará a base de alimentos naturales como verduras, frutas y pan y cereales integrales. En caso necesario se puede administrar salvado de trigo o preparados comerciales de fibra.

Puede ayudarle al tomar regularmente en ayunas alguna de estas bebidas: un vaso de agua tibia, un zumo de naranja natural, el agua de hervir ciruelas pasas o un café caliente.

También sería beneficioso tomar alimentos fríos y calientes alternativamente.

Debe evitar alimentos astringentes como el membrillo, té, vino tinto o la canela.

Es aconsejable escoger el kiwi y la ciruela como frutas habituales.

Tanto la baja ingesta calórica como la ausencia de actividad son otros factores que contribuyen al estreñimiento.

Se recomienda aumentar el consumo de aceite crudo en la dieta.

Se debe disponer de un horario regular para ir al baño y adoptar una posición que favorezca el esfuerzo de la pared abdominal.

RECOMENDACIONES PARA LA MUCOSITIS

La mucositis es la inflamación de la mucosa oral secundaria a la acción de los citostáticos o la radioterapia.

Hay que tener en cuenta que, durante los 5-7 días que tarda el cuadro en resolverse, con frecuencia sólo es posible la alimentación a base de líquidos.

Es también muy importante mantener una adecuada higiene oral, haciendo lavados con solución salina o agua bicarbonatada varias veces al día. Se recomienda utilizar cepillo dental muy suave. Los objetivos del tratamiento de la mucositis son: aliviar el dolor, mantener la ingesta oral y prevenir la infección.

Debe evitar la irritación mecánica producida por la fragmentación en partículas de algunos alimentos como tostadas o galletas, así como alimentos que puedan impactarse en el paladar como la patata o la sémola.

La textura cremosa y homogénea es la mejor tolerada, se puede conseguir añadiendo mantequilla, crema de leche, aceite o salsas suavizantes tipo bechamel.

También debe evitar alimentos irritantes de las mucosas, como ácidos, amargos, picantes o muy salados.

Debe evitar verduras crudas y frutas verdes.

Las ingestas deben ser pequeñas y minimizar el tiempo de contacto del alimento con la mucosa.