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La figura del cuidador en la promoción de la autonomía de las personas mayores

La figura del cuidador en la promoción de la autonomía de las personas mayores

Resumen: el presente artículo va dirigido a hacer un recordatorio de la Ley de la Dependencia y el avance que supuso en la promoción de la autonomía de las personas y la prevención de la dependencia. La figura del hasta ahora cuidador que estaba en la sombra y que no se reconocía su trabajo, se impulsó el reconocimiento de su labor gracias a esta Ley. Nuestra sociedad tiene que tener una especial sensibilidad con esta figura pues es esencial en el mantenimiento de nuestro sistema de salud.

Autores:

  1. Mauricio Cruz Bajo. DUE. SAS
  2. Esperanza Cruz García. DUE. SAS
  3. Víctor Fernández Gil. DUE. SAS

Palabras Clave: dependencia, autonomía, Actividades Básicas de la Vida Diaria.

Introducción:

Se define como dependiente el estado continuo en el que las personas ya sea por la edad, enfermedad o discapacidad, necesitan la ayuda de otras personas por falta de autonomía. Esto se va a manifestar en las actividades básicas de la vida diaria de la persona dependiente como el comer, vestirse, aseo, deambulación y otras actividades  que van a depender de otra persona para que las puede realizar.

Existen diversos índices como el de Barthel, el de Katz, o la escala de Lawton y Brody donde vamos a poder cuantificar el grado de dependencia de las personas y que a ser fundamental en nuestro sistema para ofrecerle los recursos disponibles para que puedan llevar una vida lo más decente posible.

En nuestro país tenemos una persona tipo que reúne las siguientes características y que suelen ser las que cuidan de las personas dependientes: mujeres de entre 49-65 años, que suele ejercer este trabajo sin remuneración al ser familiar habitualmente, con nivel bajo de estudios, sometida a una continua presión física y emocional y que termina padeciendo el síndrome del cuidador.

La Ley 39/2006 de 14 de Diciembre presenta la Ley de la Dependencia teniendo como principios la Universalidad, Equidad, Accesibilidad y supuso un impulso sin igual en la figura del cuidador. Para acogerse a esta ley los únicos requisitos eran ser ciudadano residente en los últimos 5 años y estar en situación de dependencia. La Ley estaba gestionada por cada comunidad autónoma por el consejo territorial y el comité consultivo.

Para la clasificación de la ley de la dependencia se tuvo en cuenta el baremo de valoración de la dependencia a través de los cuestionarios de Barthel, Lawton y Brody; a través de la observación directa y de la entrevista con el acompañante/familiar. De esta manera obtendremos grado de dependencia I(moderada) donde se necesita ayuda al menos 1 vez al día para realizar las ABVD y donde se le prestará ayuda intermitente para su autonomía personal, grado de dependencia II(severa) donde la persona dependiente requiere ayuda 2 o 3 veces al días para las ABVD y se le prestará un apoyo intermitente, grado de dependencia III(gran dependiente) donde se necesita ayuda varias veces al día para las ABVD y se le prestará un apoyo generalizado al dependiente.

A las personas menores de 3 años se les realizará una escala de valoración específica.

Resultados:

Nuestra comunidad dispone para la promoción de la autonomía y para la prevención de la dependencia de:

– Teleasistencia.

– Ayuda a domicilio: cuidados del usuario y de hogar.

– Centro de día y de noche: para mayores de 65 años con atención especializada.

– Atención residencial: personas mayores, discapacitados.

– Prestación económica: servicios privados, asistentes familiares y personales.

Conclusiones: como agentes de salud somos una pieza clave en promocionar los cuidados de Enfermería entre los cuidadores de las personas dependientes. Debido al nivel de cualificación por lo general bajo tenemos que dirigir estrategias de cuidados de forma práctica y sencilla, para que repercutan lo más beneficiosamente en las personas dependientes al cuidado de estas personas. La labor del cuidador es dura y esto hace que se presente el síndrome de burnout del cuidador, por lo que la sociedad debe valorar y reconocer la difícil labor que tienen por delante y encaminar estrategias para facilitar su trabajo.

Bibliografía:

  1. Libro blanco de atención a la dependencia. Ministerio de Trabajo y Asuntos sociales. Madrid: IMSERSO, 2005.
  2. Grupo de especialistas para mejorar las condiciones de vida de las personas mayores dependientes. Recomendación 1428 sobre el futuro de los ciudadanos mayores: protección, participación y promoción. Consejo de Europa, 1999. Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Madrid, 2003.