Inicio > Enfermería > Cuidados de Enfermería en paciente de asma

Cuidados de Enfermería en paciente de asma

Cuidados de Enfermería en paciente de asma

El asma es una enfermedad de carácter crónico que afecta al sistema respiratorio. Es causada por el contacto con algún neumoalergeno que provoca inflamación y obstrucción de las vías aéreas. Los síntomas más característicos son la dificultad para respirar, tos y ansiedad.

Autores:

  1. Elena Pereira Jiménez DUE. Interclinik
  2. Ana Hermosín Alcalde DUE. Centro de diálisis Diaverum (Cartaya).
  3. Irene Calviño García. Grado de Enfermería. Clínica los naranjos Huelva

Resumen

Se diagnostica principalmente a través de una radiografía de tórax. El tratamiento consiste en la administración de broncodilatadores, antihistamínicos y antiinflamatorios. Los cuidados de Enfermería irán dirigidos a concienciar al paciente del carácter crónico de su enfermedad en informarle de las pautas preventivas.

Palabras clave: vías respiratorias, inflamación, alérgenos, cronicidad, obstrucción.

Introducción

El asma es una enfermedad del sistema respiratorio caracterizada por una inflamación crónica de la vía aérea, cuyas manifestaciones clínicas son heterogéneas y variables en el tiempo y consisten en sibilancias, dificultad respiratoria, opresión torácica y tos.

El origen de la enfermedad es complejo e involucra la inflamación, la obstrucción intermitente y la hiperreactividad (incremento en la respuesta broncoconstrictora) de las vías respiratorias. La presencia de edema y secreción de mucosidad contribuye tanto con la obstrucción como con el aumento de reactividad. La enfermedad puede tener un curso agudo, subagudo o crónico, dependiendo de la frecuencia, duración e intensidad de sus manifestaciones clínicas.

Causas

Cuando se habla de causas de asma es necesario distinguir entre las causas del asma propiamente dichas o factores etiológicos, y los factores desencadenantes que, aunque no producen la enfermedad, pueden desencadenar una crisis en una persona que previamente padecía asma.

Factores etiológicos.

  • Componente genético:muchos pacientes tienen familiares con asma.
  • Exposición a neumoalergenos:son sustancias que pueden producir alergia, en concreto, síntomas respiratorios. Los más importantes son: ácaros del polvo, pólenes de plantas (gramíneas, parietaria, olivo, platanero…), animales domésticos (pelo y escamas de su piel como el del perro, gato o hámster), hongos microscópicos (domésticos o no, crecen en lugares húmedos), factores ambientales y laborales (tabaco, polvo de madera, metales….

Factores desencadenantes.

Los más importantes son los relacionados con el clima (frío, humedad, nieve…), el ejercicio físico intenso, los ambientes contaminados, especialmente por el humo del tabaco, las infecciones respiratorias, y algunos fármacos como la aspirina y derivados.

Síntomas

La mayoría de las personas con asma tienen ataques separados por períodos asintomáticos. Algunas personas tienen dificultad prolongada para respirar con episodios de aumento de la falta de aliento. Las sibilancias o una tos puede ser el síntoma principal.

Los ataques de asma pueden durar de minutos a días. Se pueden volver peligrosos si se restringe el flujo de aire de manera importante.

Los síntomas del asma incluyen:

  • Toscon o sin producción de esputo (flema)
  • Retracción o tiraje de la piel entre las costillas al respirar (tiraje intercostal)
  • Dificultad para respirarque empeora con el ejercicio o la actividad
  • Sibilancias

Los síntomas de emergencia que necesitan atención médica oportuna incluyen:

  • Labios y carade color azulado
  • Disminución del nivel de lucidez mental, como somnolencia intensa o confusión, durante un ataque de asma
  • Dificultad respiratoriaextrema
  • Pulso rápido
  • Ansiedadintensa debido a la dificultad para respirar
  • Sudoración

Otros síntomas que pueden ocurrir:

  • Patrón de respiración anormal — en el cual la exhalación se demora más del doble que la inspiración
  • Paro respiratorio transitorio
  • Dolor torácico
  • Opresión en el pecho

Diagnóstico

Para llegar al diagnóstico de asma es necesario seguir una serie de pasos y pruebas:

-Historia clínica

El asma es una enfermedad con una evolución variable, que intercala períodos asintomáticos con otros de agudización de la intensidad de los síntomas. Es muy característica la tos seca y pertinaz, que aparece generalmente por las noches, la sensación de opresión en el pecho que impide respirar, la falta de aire al hacer ejercicio, o los silbidos en el pecho durante un resfriado común. Además, es necesario preguntar por los antecedentes familiares de asma o de alergia, la exposición a sustancias tóxicas en el ambiente de trabajo, o la historia conocida de alergias previas.

– Radiografía de tórax

La radiografía de tórax permite evaluar la presencia de complicaciones y descartar otras enfermedades con síntomas similares, como infecciones del aparato respiratorio, aspiración de cuerpos extraños, o malformaciones de los bronquios. En situaciones de asma crónico, pueden aparecer signos característicos como el atrapamiento aéreo detrás del esternón, y los diafragmas más aplanados que en un individuo normal.

– Pruebas de función pulmonar o espirometría

La espirometría con test de broncodilatación es la prueba fundamental para el diagnóstico y seguimiento del asma, y mide la cantidad y velocidad de salida del aire durante la espiración (cuando los bronquios están obstruidos el aire tarda más tiempo en salir). El parámetro que se utiliza es la cantidad de aire que se expulsa en el primer segundo (FEM o FEV1), y determina el grado de obstrucción de las vías respiratorias. Se considera como valor normal el 100%. La prueba se completa administrando un medicamento que aumenta el calibre de las vías respiratorias (broncodilatador) y repitiendo después la prueba (de esta forma se pone de manifiesto que la obstrucción es reversible, ya que en personas asmáticas los resultados de la espirometría mejoran tras la medicación).

Si el diagnóstico no está claro se puede realizar una prueba de provocación bronquial, inhalando de forma controlada una sustancia (generalmente metacolina o histamina) que disminuye el calibre de los bronquios, y repitiendo posteriormente la prueba. Otra forma de apoyar el diagnóstico de asma sería la medición de la fracción exhalada de óxido nítrico, que estima de manera aproximada el grado de inflamación de los eosinófilos en las vías aréas.

– Monitorización en el domicilio

Se utiliza un aparato similar a un espirómetro portátil, de manejo sencillo, y que mide el flujo espiratorio máximo o FEM (cantidad de aire que se expulsa en la espiración). Consiste en una carcasa de cartón, con un muelle que se moverá al pasar el aire dejando una marca. Sirve para detectar un empeoramiento de manera precoz, medir la respuesta a un tratamiento, o identificar sustancias que desencadenan los síntomas.

– Prick test

Se utiliza para el diagnóstico de las enfermedades alérgicas. Se recomienda este estudio a toda persona a la que se diagnostique de asma. Se realiza inyectando en la cara anterior del antebrazo pequeñas cantidades de sustancias denominadas alergenos, y midiendo después la reacción cutánea que producen (generalmente en forma de enrojecimiento o habón).

El asma tiene dos tratamientos posibles: la prevención para evitar su aparición, y el control de los síntomas cuando la prevención fracasa y es inevitable que se desencadene una crisis, más o menos intensa.

Tratamiento

Medidas no farmacológicas

El objetivo de estos tratamientos es evitar, en la medida de lo posible, las causas que producen o desencadenan la enfermedad.

  • Pólenes:los días de viento, secos y soleados, que es cuando hay una concentración mayor de polen, es mejor no salir, salvo que sea imprescindible, y en ese caso permanecer al aire libre el menor tiempo posible; evitar salir al campo y hacer ejercicio al aire libre, viajar con las ventanillas del coche cerradas y utilizar filtros antipolen en el aire acondicionado; usar gafas de sol con protección lateral para evitar el contacto del polen con los ojos; y ventilar la casa durante 15 minutos por las mañanas, para que el resto del día permanezca cerrada.
  • Ácaros del polvo:disminuir, siempre que sea posible, la humedad ambiental; evitar las alfombras, moquetas, cortinas, tapicerías, así como un exceso de objetos decorativos, ya que todos estos elementos acumulan polvo; escoger muebles que se limpien fácilmente con un paño húmedo; lavar la ropa de cama al menos dos veces por semana; utilizar aspirador controlando la limpieza de los filtros, y usar fundas antiácaros para el colchón y la almohada.
  • Hongos:no pasear por terrenos húmedos en otoño y en invierno tras la caída de la hoja, ventilar asiduamente las estancias oscuras y húmedas de la casa, eliminar las posibles manchas de humedad de las paredes, techos y  ventanas y utilizar pinturas anti-moho, evitar el exceso de plantas dentro de la vivienda y no visitar graneros, bodegas, sótanos, o lugares similares donde puedan prosperar estos organismos.
  • Animales:sacar al animal de la vivienda y realizar después una limpieza exhaustiva. Si esto no es posible, impedir que el animal entre en el dormitorio, y lavarlo una vez por semana. Existen, además, productos que disminuyen la “carga alérgica” mejorando así los síntomas.
  • Fármacos:alrededor del 10% de las personas con asma tienen intolerancia al ácido acetil salicílico (aspirina) y sus derivados, por lo que debe evitarse su ingestión.

Tratamiento médico del asma

Los dos grandes grupos de medicamentos indicados para el asma son los antiinflamatorios y los broncodilatadores.

  • Antiinflamatorios:los más utilizados son los corticoides (beclometasona, budesonida, fluticasona); disminuyen la inflamación de los bronquios. Existen formulaciones por vía inhalatoria o por vía oral o intravenosa en caso de reagudizaciones más graves. Otros medicamentos antiinflamatorios son las cromonas, que se utilizan por vía inhalada (cromoglicato y nedocromil sódico).
  • Broncodilatadores:se utilizan agonistas beta 2 (salbutamol, terbutalina, salmeterol y formeterol), anticolinérgicos (bromuro de ipratropio) y metilxantinas, y su función consiste en aumentar el diámetro del bronquio. Se administran de forma inhalada (mediante spray), ya que así llega mayor cantidad de fármaco al pulmón, con menos efectos secundarios para el organismo. Existen varios tipos: cartucho presurizado, cámara de inhalación o polvo seco.
  • Inmunoterapia:se emplea únicamente en los pacientes sensibles a un alergeno, en los que no se ha conseguido una respuesta adecuada del asma, a pesar de seguir un tratamiento farmacológico y cumplir unas medidas de evitación apropiados. Se administra en el hospital por personal especializado. El más utilizado actualmente es el Omalizumab.
  • Antihistamínicos:no controlan el asma pero sí son útiles para disminuir los síntomas alérgicos como picor en la nariz, estornudos, enrojecimiento de los ojos…
  • Antagonistas de los receptores de leucotrienos: actúan también como antiinflamatorios de la vía respiratoria, inhibiendo la formación de leucotrienos. Son útiles en el asma por ejercicio y aquellos sensibilizados a la aspirina. Destacan el montelukast y zafirlukast.
  • Termoplastia bronquial: todavía se aplica solo a modo de ensayo clínico para casos de muy mal control con fármacos y numerosas agudizaciones. Consiste en aplicar calor controlado y a través de una fibrobroncoscopia para disminuir la hiperreactividad bronquial.

En cuanto a las pauta de tratamiento del paciente asmático, se aconsejan dispositivos inhalados con un corticoide y un broncodilatador para el mantenimiento del asma estable, y en los casos de crisis aguda, añadir un broncodilatador de acción rápida como salbutamol o terbutalina. En casos de crisis más serias, se debe acudir a un centro sanitario para intensificar el tratamiento y administrarlo por otras vías.

Cuidados de Enfermería

Entre los cuidados de Enfermería para pacientes con asma tendrán especial importancia la información y consejos necesarios para evitar su aparición. Es imprescindible concienciar al paciente sobre la naturaleza y tratamiento de su enfermedad. Esta información debe ser lo más completa posible y debe ser transmitida de forma sencilla y eficaz al paciente para que no haya ningún problema en el proceso de aceptación de la enfermedad. Hay dos aspectos de suma importancia que el paciente debe aceptar lo antes posible: el tratamiento será continuado y en caso de complicación, la intervención de un servicio de urgencia.

Otra información que debe facilitar el personal de Enfermería al paciente asmático son las pautas preventivas. Éstas se basarán simplemente en evitar el contacto con el elemento causante del brote asmático sea cual sea su naturaleza (pólenes, ácaros, sustancias químicas, etc).

Conclusión

Al tratarse de una enfermedad crónica, el personal de Enfermería tendrá como objetivo principal concienciar al paciente de la obligatoriedad de un tratamiento continuado.  También se ofrecerán las pautas necesarias para evitar en lo posible  el contacto con los elementos que pueden desencadenar un brote asmático. Finalmente, se adoctrinará al paciente en el uso de la medicación necesaria como broncodilatadores o antihistamínicos.  

Bibliografía

1.- Lugogo N, Que LG, Gilstrap DL, Kraft M. Asthma: clinical diagnosis and management. In: Broaddus VC, Mason RJ, Ernst JD, et al, eds. Murray and Nadel’s Textbook of Respiratory Medicine. 6th ed. Philadelphia, PA: Elsevier Saunders; 2016:chap 42

2.- National Asthma Education and Prevention Program Expert Panel Report 3: Guidelines for the Diagnosis and Management of Asthma. Rockville, MD. National Heart, Lung, and Blood Institute, US Dept of Health and Human Services; 2007. NIH publication 08-4051. Updated 2012. www.nhlbi.nih.gov/files/docs/guidelines/asthgdln.pdf. Accessed April 29, 2015.

3.-Cydulka RK, Bates CG. Asthma. In: Adams JG, ed. Emergency Medicine. 2nd ed. Philadelphia, PA: Elsevier Saunders; 2013:chap 48.

4.- Durrani SR, Busse WW. Management of asthma in adolescents and adults. In: Adkinson NF, Bochner BS, Burks AW, et al, eds. Middleton’s Allergy Principles and Practice. 8th ed. Philadelphia, PA: Elsevier Saunders; 2014:chap 55.