Inicio > Enfermería > El duelo y los cuidados enfermeros

El duelo y los cuidados enfermeros

El duelo y los cuidados enfermeros

En este trabajo tenemos como objetivo principal profundizar en el conocimiento sobre el duelo para cubrir las necesidades y demandas de los pacientes y familiares sobre el mismo.

En el proceso del duelo la unidad terapéutica va a estar centrada en el paciente, la familia y la enfermera, lo consideramos necesario y beneficioso.

Autores:

  1. Ana Hermosín Alcalde DUE. Centro de diálisis Diaverum (Cartaya)
  2. Elena Pereira Jiménez DUE. Interclinik
  3. Irene Calviño García Grado en Enfermería. Clínica los Naranjos Huelva

Resumen:

 

La Enfermería juega un papel relevante en todo este proceso por ellos abordamos este tema desde la perspectiva enfermera remarcando la necesidad de adquirir habilidades y recursos para realizar intervenciones de Enfermería encaminadas a ayudar a las personas en duelo.

Palabras claves: Duelo, muerte, paciente, cuidados enfermeros.

Introducción:

La pérdida de un ser querido es una de las experiencias más dolorosas por las que una persona puede pasar en su vida.

En un sentido por entender la muerte, encontramos el duelo, con un conjunto de representaciones mentales y conductas vinculadas que nos proporcionan elementos para la elaboración efectiva de dicho proceso.

Considero que el vivir la muerte de nuestros seres más queridos es un suceso tan fuerte, que se tiene que atravesar todo un proceso de duelo, en el que se pondrán de manifiesto todos los mecanismos de defensa, antes de conseguir llegar a la aceptación de este acontecimiento. Es por esta razón, que este artículo quiere aportar algunas consideraciones sobre la muerte, y así mismo, abordar las etapas que se transitan durante el duelo.

Duelo:

El duelo es el proceso de adaptación emocional que sigue a cualquier pérdida (pérdida de un empleo, pérdida de un ser querido, pérdida de una relación, etc.). Aunque convencionalmente se ha enfocado la respuesta emocional de la pérdida, el duelo también tiene una dimensión física, cognitiva, filosófica y de la conducta que es vital en el comportamiento humano y que ha sido muy estudiado a lo largo de la historia.

En la actualidad se encuentra en discusión el tema de si otras especies también tienen sentimientos de duelo como los seres humanos, y en algunas de ellas se han observado comportamientos peculiares ante la muerte de sus congéneres.

Etapas principales del duelo:

Según el modelo descrito por el libro de la doctora Elisabeth Kübler-Ross (1926-2004) «On death and dying», el duelo se manifiesta en cinco fases:

  1. Fase de Negación. Negarse a sí mismo o al entorno que ha ocurrido la pérdida
  2. Fase de Enfado, Indiferencia o Ira: Estado de descontento por no poder evitar la pérdida que sucede. Se buscan razones causales y culpabilidad.
  3. Fase de Negociación. Negociar consigo mismo o con el entorno, entendiendo los pros y contras de la pérdida. Se intenta buscar una solución a la pérdida a pesar de conocerse la imposibilidad de que suceda.
  4. Fase de Dolor Emocional (o depresión). Se experimenta tristeza por la pérdida. Pueden llegar a sucederse episodios depresivos que deberían ceder con el tiempo.
  5. Fase de Aceptación. Se asume que la pérdida es inevitable. Supone un cambio de visión de la situación sin la pérdida; siempre teniendo en cuenta que no es lo mismo aceptar que olvidar.

Tipos de duelo:

El duelo no es una enfermedad, aunque puede llegar a serlo si su elaboración no es correcta. Diferentes autores han dado diferentes tipologías de duelo, si bien se carece de una tipología comúnmente aceptada por todos. Se ha hablado, por ejemplo, de duelos complicados, crónicos, congelados, exagerados, reprimidos, enmascarados, psicóticos… y una larga lista.

  1. Duelo bloqueado: Ocurre una negación a la realidad de la pérdida, donde hay una evitación del trabajo de duelo, y un bloqueo emocional-cognitivo que se manifiesta a través de conductas, percepciones ilusorias, síntomas somáticos o mentales o relacionales.
  2. Duelo complicado: Síntomas o conductas de riesgo sostenidas en el tiempo y de intensidad riesgosas para la salud dentro de un contexto de pérdida.
  3. Duelo patológico: La persistencia o intensidad de los síntomas ha llevado a alguno o varios de los miembros de la familia a detener la vida laboral, social, académica, orgánica.

Intervenciones terapéuticas en los procesos de pérdida y duelo:

Para poder intervenir, es necesario aceptar y conocer su propia patología y examinar el significado personal de la muerte.

Valoración

– Objetivos y expectativas del cliente y familia

– Conocimientos del diagnóstico terminal

– Fase de la muerte/ duelo

– Percepción del paciente de asuntos pendientes

– Habilidad de afrontamiento del paciente y la familia

– Presencia de miembros en la familia susceptibles a problemas

– Adaptación durante el proceso de duelo.

Planificación

Un plan completo de intervención implica la colaboración con los miembros del equipo multidisciplinar, la familia y los seres cercanos, y movilizar los recursos de la comunidad

Intervención

– Facilitar la comprensión del proceso de duelo

– Dar información

– Comunicar

– Dar soporte

– Mantenimiento de la autonomía

– Fomentar la realidad de la pérdida

– Planificación para el futuro

Evaluación

La evaluación de la eficacia de las intervenciones respecto al duelo y la pérdida se ha de hacer de forma continua a lo largo de cada una de las fases del proceso de duelo.

Papel de Enfermería frente al duelo:

  1. Escuchar activamente → escucha terapéutica. Ayuda a comprender las necesidades de la persona afligida
  2. Transmitir confianza ya que la persona opina que si cuenta una serie de pensamientos puede ser rechazada. Recordarle la confidencialidad
  3. Expresar sentimientos y actitudes positivas, no de rechazo, juicio… solo de respeto.
  4. Resaltar aspectos y capacidades positivas de la persona presente y/o ausente
  5. No juzgar los pensamientos
  6. Respetar las respuestas emocionales
  7. Favorecer la expresión de sentimientos con preguntas
  8. Presentar a otra persona que haya pasado y superado una situación similar
  9. Prevenir riesgos físicos: suicidio, autolisis, lesión a otras personas

Conclusiones:

El proceso de duelo debe vivirse dignamente, lo que implica enfrentar el dolor y el sufrimiento, permitiéndonos asimilar cada una de nuestras emociones que van apareciendo durante el proceso de duelo.

La muerte de un ser querido y su impacto, dependerá del grado de intimidad de la relación, pero también de la capacidad de desprendimiento.

Las emociones se ven afectadas durante dicho proceso, ya que pocas veces estamos preparados para poder comprender la ausencia de los seres que amamos, y esto nos conduce en ocasiones a disminuir nuestra vida social y experimentar sentimientos de coraje, impotencia, culpa, en sí, un coctel de sentimientos.

Reconocer y abrirse al dolor permite al sujeto sentir ese dolor, mirarlo, abrazarlo, expresarlo y, lo más importante, no reprimirlo. Así, el duelo fluctúa entre el hacer y el sentir, dando una orientación que permita aceptar y entender, intelectual y emocionalmente, la pérdida.

El papel de la Enfermería juega una importante labor ya que realizamos importantes intervenciones encaminadas a la ayuda del manejo del dolor.

Bibliografía:

  1. Gómez M, La pérdida de un ser querido. El duelo y el luto, Madrid, Arán ediciones, 2007.
  2. Espina A, El Enfermo Terminal Asistencia a la Familia y el proceso del Duelo, Cuadernos de terapia familiar. 2009, San Sebastián.
  3. Payás A, Las tareas del duelo. Psicoterapia del duelo desde un modelo integrativo-relacional. Madrid, Paidós, 2010.
  4. Navarro Serer, M. (2006). La muerte y el duelo como experiencia vital: acompañando el proceso de morir. Información Psicológica, (88). ISSN 0214-347 X – D.L. V-841-1983. p. 17
  5. Bayés, R. (2001). Psicología del sufrimiento y de la muerte. Barcelona: Martínez Roca