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Análisis de una situación: La dificultad de iniciar la lactancia materna en pacientes ingresados en el servicio de neonatología o nido. Propuesta de implementación del trabajo de la EPA (enfermera de práctica avanzada)

Análisis de una situación: La dificultad de iniciar la lactancia materna en pacientes ingresados en el servicio de neonatología o nido. Propuesta de implementación del trabajo de la EPA (enfermera de práctica avanzada)

Actualmente tras la realización de una cesárea, ya sea, urgente o programada, en algunos hospitales del Servicio Nacional de Salud, a las madres las separan de los bebes y éstos van a nido las horas que su madre pase en reanimación, interfiriendo en su primer agarre al pecho. En otras ocasiones, los recién nacidos pasan al servicio de Neonatología en la primera semana de vida para la administración de tratamiento por cualquier infección o patología tras el parto, y casi todos terminan con alimentación artificial. Por ello, hemos realizado una revisión bibliográfica sobre el tema, para saber los antecedes sobre dichas situaciones y poder implementar la figura de la enfermera de práctica avanzada para poder facilitar el inicio de la lactancia materna en dichos pacientes en el servicio de Neonatos.

AUTORES

1 Patricia Gilart Cantizano. Matrona Hospital La Línea de la Concepción.

2 María Isabel de Dios Pérez. Matrona en Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa (Zaragoza)

3 Rocío Palomo Gómez. Matrona en Hospital Universitario Ceuta

4 Luciano Rodríguez Díaz. Matrón y tutor de la Unidad Docente de Matronas de Ceuta

5 Juana María Vázquez Lara. Enfermera 061. Coordinadora Unidad Docente Matronas Ceuta.

Resumen:

Según los resultados y la propuesta de implementación de esta figura, aumentaría el índice de lactancia materna en dichos servicios, el personal de Enfermería estaría actualizado y formado en técnicas para ayudar al inicio de la lactancia materna en casos especiales y, por último, la calidad asistencial en este servicio sería de mayor calidad.

Palabras clave: Enfermera de práctica avanzada, lactancia materna, neonatos, calidad asistencial

Introducción:

Actualmente, en la mayoría de los servicios de neonatología que he podido conocer por mi trabajo como matrona, el acceso de las madres para alimentar a sus bebés es limitado, con horarios de visitas o salas para las madres fuera del servicio. Aunque se afirme que sean servicios de puertas abiertas, por desgracia, la realidad no es esa.

Cuando ingresan neonatos en estos servicios, ya sea por unas horas o para pasar varios días, existen profesionales que sin tener el permiso de sus padres y sin más signos que su intuición de que dichos bebés tienen hambre, les dan su primer biberón. Dichos profesionales se amparan para dar ese biberón, a que el bebé tenía hambre, si es de bajo peso o muy grande, a que podían presentar una hipoglucemia, o simplemente por rutina hospitalaria. Hoy por hoy, se estudia la relación de ese primer biberón dado por profesionales y sin el conocimiento de los padres y su relación con la alergia a la proteína de la leche de vaca. Llaman a ese biberón, el “biberón pirata”.

En muchos Hospitales, tras la realización de una cesárea, ya sea, urgente o programada, las madres las separan de los bebes y éstos van a nido las horas que su madre pase en reanimación. Como sabemos los bebés cuando nacen, experimentan un pico de secreción de adrenalina que hacen que se encuentren en un estado de alerta tranquila sus dos primeras horas de vida, horas especialmente importantes para el primer agarre al pecho y que si el bebé es separado de su madre las pasa totalmente solo. Pasadas esas dos horas los recién nacidos caen en un estado de letargo y es más dificultoso que se enganchen al pecho.

Hoy en día, sabemos que la instauración de la lactancia materna no es fácil, y que las madres que desean dar el pecho se encuentran con muchísimas dificultades sociales, familiares, psicológicas e incluso con información variable que reciben por parte de los profesionales que las atienden en los primeros días de vida de sus bebés y las confunden tanto que deciden abandonar la lactancia materna.

Según la OMS la lactancia materna debería de iniciarse en la primera hora de vida de los recién nacidos. La leche materna es el alimento ideal para los recién nacidos y los lactantes, pues les aporta todos los nutrientes que necesitan para un desarrollo sano. Es inocua y contiene anticuerpos que ayudan a proteger a los lactantes de enfermedades frecuentes de la infancia como la diarrea y la neumonía, que son las dos causas principales de mortalidad en la niñez en todo el mundo. La leche materna es un producto asequible que puede conseguirse fácilmente, lo que ayuda a garantizar que el lactante tenga alimento suficiente.

Nos vamos a centrar en el análisis de la actuación del profesional que trabaja en nido, tanto enfermeras como auxiliares, que atienden pocas horas o varios días a recién nacidos, que, por motivos de tratamientos antibióticos, de fototerapia u otros procedimientos se encuentran bajo su cargo.

¿Cómo se aborda de manera habitual la situación de estudio?

Actualmente, en el servicio de nido del hospital donde trabajamos, no solo ingresan los recién nacidos que deben de recibir un tratamiento específico, también ingresan durante las primeras dos horas de vida o el tiempo que su madre esté en el servicio de reanimación tras una cesárea programada o urgente.

En ambos casos, tanto la enfermera como la auxiliar recepcionan al recién nacido en el servicio, realizando la valoración inicial y los cuidados rutinarios que se realizarían pasadas las dos horas de vida si se hubiese tratado de un parto vaginal, como son: la administración de vitamina K, profilaxis ocular y visten al bebé.

La enfermera revisa los datos del parto que se encuentran en la cartilla maternal entregada en la recepción del bebé, entre los datos se encuentra un apartado de si la madre desea o no lactancia materna.

Tras la realización de dichos cuidados, indistintamente si la enfermera o la auxiliar ven que el bebé no deja de llorar o se encuentra en ese estado de alerta tranquila del que hablábamos anteriormente, deciden sin el conocimiento de los padres y aun sabiendo que en los datos del parto transferidos por el servicio de paritorio la mamá desea lactancia materna, dar por primera vez de comer al bebé leche de fórmula con un biberón.

Lo mismo pasa con bebés que se encuentran ingresados en el servicio para recibir fototerapia o tratamientos antibióticos y que sus madres desean lactancia materna exclusiva. El tiempo en el que la madre se encuentra ausente, y se cercioran de que el bebé llora o presenta reflejos de succión, sin avisar a la madre a su habitación donde se encuentra ingresada o en la sala de espera de los familiares de nido, les dan también un biberón.

Ética en la toma de decisiones por parte del personal de nido en la situación de estudio

Según los estándares de calidad y recomendaciones en los servicios de neonatología, estudios, informes e investigación publicados en 2014 por el Ministerio de Sanidad, servicios sociales e igualdad, cualquier niño o niña ingresado en un hospital debe estar acompañado por sus padres de manera ilimitada. Numerosos estudios muestran que los beneficios de que las madres y los padres permanezcan junto a los neonatos son los siguientes: disminución del tiempo de ingreso, porcentaje de niños/as con instauración alta de lactancia materna, ganancia de peso, aumento de confianza y seguridad de los padres en el cuidado de sus hijos.

La actuación por parte de los profesionales de nido sin tener en cuenta el deseo de la madre de dar lactancia materna exclusiva y dar sin más un biberón, es una actuación poco ética y profesional.

Lo correcto en estos casos, sería esperar a las dos horas de recuperación de la madre si se trata de una estancia corta en el servicio, avisar a la madre a su habitación si está ingresada o a la sala de espera de familiares del servicio si se trata de un recién nacido ingresado para un periodo de tiempo un poco más largo.

Otras de las actuaciones éticamente correctas que debería de tomar el personal del servicio es tener en cuenta la decisión de los padres de dicha alimentación y dar facilidades varias para poder llevar a cabo dicha alimentación, como, por ejemplo, guardar leche materna en el caso de que la madre por algún motivo no pueda estar en alguna toma o que por otros motivos la mujer no pueda trasladarse de su habitación al servicio de nido.

Objetivos:

El modelo conceptual seleccionado para la propuesta de implantación de enfermera de práctica avanzada en la situación estudiada ha sido el modelo PEPPA (Proceso participativo, para la Enfermería de práctica avanzada, centrado en el paciente y basado en la Evidencia). Este modelo propuesto en 2004 por Bryant- Lukosius & Di Censo (1), es escogido para el análisis de la situación por los siguientes aspectos:

  • Proporciona un enfoque sistémico y basado en la evidencia científica fundamental para el desarrollo del rol avanzado en base a las necesidades de los pacientes.
  • Guía el desarrollo de una práctica avanzada centrada en el paciente desde un punto de vista holístico.
  • Promueve el uso de habilidades, conocimientos, y la pericia utilizada en cada una de las competencias de la enfermera de práctica avanzada.
  • Crea un entorno laboral óptimo para el desarrollo del rol avanzado.
  • Da lugar a la evaluación continua y minuciosa del rol avanzado en base a los resultados obtenidos con el nuevo plan de cuidados.

Material y métodos:

Para la realización de este trabajo científico hemos realizado una revisión bibliográfica sobre el tema en las principales bases de datos científicas (Cochrane Plus, Medline, PubMed…). Revisión de guías y protocolos de distintos hospitales.

Resultados:

Este modelo PEPPA consta de nueve pasos a seguir, los cuales se expondrán a continuación.

Paso 1. Definir el tipo de pacientes y describir el actual modelo de cuidado.

Este primer paso consiste en identificar la población para la que se va a desarrollar el rol, además de definir cómo los pacientes y sus familiares se introducen en el sistema de salud y cómo interactúan con los profesionales del servicio en el que se encuentran.

En este caso en concreto, nos vamos a centrar en aquellos neonatos que se encuentran ingresados en el servicio de neonatología en la primera semana de vida, concretamente en nido o cuidados intermedios de un Hospital público, los cuales se encuentran en tratamiento con fototerapia, antibioterapia u otro tratamiento que no permite que dichos recién nacidos estén en la habitación donde se encuentra su madre ingresada o en casa si la mamá fue dada de alta después del parto pasadas las 48 o 72 horas en caso de cesárea. El proceso de cuidado en estos casos suele comenzar después del parto o al segundo día del nacimiento.

Esta propuesta no se ha llevado a cabo en la Unidad, pero ha sido expuesta tanto a la supervisora del servicio de neonatología como a la del servicio de paritorio y maternidad, al jefe de servicio de Pediatría y de Ginecología y Obstetricia y a los profesionales de Enfermería que deberán estar implicados en el cambio del plan de cuidados de dichos neonatos, así como a las matronas que ejercerán el liderazgo y el rol de colaboración junto a las enfermeras de neonatos.