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Manejo enfermero en las curas de vacío

Manejo enfermero en las curas de vacío

RESUMEN

El tratamiento de heridas complejas, con pérdida de sustancia importante, constituye una práctica diaria en la mayoría de los Servicios de Cirugía Hospitalarios. Los sistemas de curas de vacío durante esta última década, hacen de su utilización una herramienta importante para el control del lecho quirúrgico, de los exudados de la herida y de la colonización bacteriana.

Esta terapia constituye un pilar fundamental en el tratamiento de los pacientes facilitando el control del exudado de las heridas, mejorando la calidad de vida y el confort de los pacientes durante su estancia hospitalaria.

En este artículo lo que queremos reflejar es el procedimiento de la cura de vacío por parte de Enfermería y su plan de actuación.

AUTORES

  1. Mª Esperanza Cruz García DUE. Servicio Andaluz de Salud
  2. Mauricio Cruz Bajo. DUE. Servicio Andaluz de Salud
  3. Víctor Fernández Gil. DUE. Servicio Andaluz de Salud

 

PALABRAS CLAVE: cura de vacío, Enfermería, paciente

INTRODUCCIÓN

La cura por vacío fue descrita en 1997 por Argenta y Morykwas.

Consiste en la aplicación de una presión tópica negativa en la herida a tratar. Con ello se consigue eliminar el exceso de líquido intersticial (exudado), aumentar la vascularización y oxigenación e incrementar el número de mitosis y la neo vascularización por el efecto de la succión.

Todos ellos efectos beneficiosos que permiten la correcta cicatrización de heridas de diversas etiologías (agudas, crónicas, vasculares, diabéticas, por radiación, por presión, injertos, etc.

Se trata de una alternativa terapéutica en el cuidado de heridas sencilla de aplicar, efectiva, económica (al conseguir acelerar el proceso de cicatrización ello tiene repercusiones positivas desde el punto de vista económico), con escasos efectos secundarios y que permite la posibilidad de un tratamiento ambulatorio.

¿QUE OBJETIVOS PRESENTA LA CURA DE VACÍO?

– Eliminar el exceso de exudado.

– Mantener el ambiente húmedo.

– Reducir la carga bacteriana.

– Favorecer la contracción de los bordes.

– Mejorar la perfusión incrementado el flujo sanguíneo local.

– Minimizar el dolor en el paciente.

– Favorecer la granulación tisular.

– Proteger de agresiones externas.

– Minimizar el traumatismo en la herida.

– Minimizar el traumatismo en la zona perilesional.

– Disminuir los días de estancia hospitalaria.

– Disminuir el número de curas al día y así la carga de trabajo del personal sanitario

¿CUALES SON LAS INDICACIONES?

■ Heridas crónicas.

■ Úlceras por presión grado III y IV.

■ Úlceras diabéticas.

■ Heridas que no evolucionan con el tratamiento convencional.

■ Heridas profundas con abundante exudado.

■ Preparación del lecho de la herida.

■ Dehiscencias quirúrgicas.

■ Coadyuvante a otras terapias o intervenciones.

¿Y CONTRAINDICACIONES?

– Órganos y vasos sanguíneos expuestos.

– Heridas neoplásicas.

– Osteomielitis sin tratar.

– Tejido necrótico o escaras.

– Fístulas no exploradas.

VALORACIÓN DEL PACIENTE CANDIDATO A SER CURADO POR SISTEMA VAC (VACÍO)

– Estado general del paciente al ingreso

– Presencia de factores de riesgo como: Hemorragia activa. Tratamiento anticoagulante. Problemas de hemostasia.

– Características propias de la lesión

– Localización

  • Tamaño y forma
  • Estado de los bordes y piel circundante
  • Fondo de la herida, (limpio, necrótico, esfacelado, con tejido de granulación)
  • Características del exudado, (cantidad, olor, color)

– Valoración psicosocial: Efectos que provoca la lesión sobre:

  • Su relación con los demás
  • Su nivel laboral y económico
  • Sus anteriores capacidades
  • Su autoestima

– Capacidad, habilidad y motivación de la persona para participar y adaptarse al tratamiento.

– Apoyo familiar

PROCEDIMIENTO DE LA CURA

– Explicar el procedimiento del cuidado de la herida, antes y durante la realización del mismo, solicitando su colaboración.

– Prepararle psicológicamente para reducir el miedo, la angustia, la ansiedad, etc.

– Recomendarle que comunique cuanto antes cualquier anomalía que detecte, (dolor, mal funcionamiento del sistema, etc.)

El material que vamos a necesitar es:

– Paños y guantes estériles

– Gasas, apósitos

– Suero salino para lavado

– Hojas de bisturí

– Bolsa para residuos

– Esponja de poliuretano, (negra), o de alcohol polivinilo, (blanca o suave)

– Film de sellado

– Tubo de drenaje con almohadilla adhesiva

– Canister, (Deposito de 350, 500 ó 1000 ml específico de la Bomba, que recoge el exudado de la herida)

– Bomba de vacío: En la actualidad existen dos casas comerciales con este tipo de terapia que son: TERAPIA V.A.C®. de KCI y TERAPIA RENASYS de Smith & Nephew

– Elección de apósito:

Apósitos de esponja negra: para heridas agudas profundas y ulceras grado III y IV. Tiene poros reticulares abiertos que estimulan el tejido de granulación y facilitan la eliminación del exudado. Es material hidrófobo

Apósitos de esponja blanca: para heridas superficiales, trayectos fistulizados, heridas dolorosas o que requieran un crecimiento controlado del tejido de granulación. Es una esponja más densa de poro abierto resistente a la tracción. Es de material hidrófilo no adherente. Se debe mojar con agua estéril antes de su aplicación.

-Film transparente: recortar el film para que cubra el apósito de espuma dejando un borde alrededor de unos 5cm. Debemos comprobar que la piel perilesional está intacta y seca para facilitar el sellado, y por último, colocar el film sobre la esponja.

– Colocar el tubo de drenaje: Hay que realizar un pequeño corte de un centímetro en el film. Luego colocaremos encima la almohadilla adhesiva con el tubo de drenaje, y para finalizar, conectaremos el tubo de drenaje al contenedor

– Colocar el contenedor: Hay que comprobar que este en la posición adecuada y bien encajado, además de que las pinzas de clampado estén abiertas.

– Conexión con la bomba de succión: conectar la maquina a la red y configurar. La presión puede ser continua o intermitente y entre 50 y 200 mmHg. Lo más común es utilizarla en continua y a 125 mmHg. Se le da al botón de encendido y si no hay fugas y el sellado es correcto el apósito se colapsara. Si hay fugas, la maquina avisa, y el sellado no se colapsa, debemos buscar donde está la fuga y utilizar otro film para sellar

BIBLIOGRAFÍA

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  5. Complicaciones postoperatorias. Dr. Luis del Águila Hoyos, Eugenio Vargas Carvajal, Héctor Angulo Espinosa. Ed: Salvat. 2005
  6. Enfermería Médico-Quirúrgica. Interamérica. Mc Graw-Hill.
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El uso de colágeno en la cicatrización de heridas. S. Vilaró. Rev. Rol Enfermería. Octubre 2000.

  1. Guía para el cuidado de las heridas. Dossier sociosanitarios.
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  3. Manual de directrices clínicas de V.A.C. Therapy de KCI.
  4. Manual de Enfermería sobre cicatrización y cura en medio ambiente húmedo. L.E. Joan – Enric Torra i Bou. Ed: Coloplast.