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Cuidados de Enfermería en emergencias en un paciente con sepsis

Cuidados de Enfermería en emergencias en un paciente con sepsis

La sepsis es una disfunción orgánica potencialmente mortal causada por una desregulación de la respuesta del huésped a la infección. La sepsis y el shock séptico son problemas de salud importantes que afectan a millones de personas cada año, matando a uno de cada cuatro personas que la padecen.

Autores:

Víctor Fernández Gil                 DUE SAS.

Mauricio Cruz Bajo                   DUE SAS.

María Esperanza Cruz García    DUE SAS.

Resumen

Igual que con el politraumatismo, el infarto agudo de miocardio o el accidente cerebrovascular, la identificación y el manejo tempranos en las primeras horas posteriores a la aparición de la sepsis, mejoran los resultados.

Palabras clave: sepsis, infección, huésped, emergencia, cuidados de Enfermería.

Introducción

La sepsis es una enfermedad grave. Ocurre cuando el cuerpo tiene una abrumadora respuesta inmunitaria a una infección bacteriana. Las sustancias químicas liberadas a la sangre para combatir la infección desencadenan una inflamación generalizada, lo que conduce a la formación de coágulos de sangre y la filtración de vasos sanguíneos. Esto causa un pobre flujo sanguíneo, lo que priva a los órganos de nutrientes y oxígeno. En los casos más serios, uno o más órganos pueden fallar. En el peor de los casos, la presión arterial baja y el corazón se debilita, lo que lleva a un shock séptico.

Cualquier persona puede presentar una sepsis, pero el riesgo es mayor en:

  • Personas con sistemas inmunitarios debilitados
  • Bebés y niños
  • Personas mayores
  • Personas con enfermedades crónicas, como diabetes, SIDA, cáncer y enfermedad renal o hepática
  • Personas que sufren de una quemadura severa o trauma físico

Síntomas

Los síntomas comunes de la sepsis son fiebre, escalofríos, respiración rápida y ritmo cardíaco acelerado, sarpullido, confusión y desorientación. Los médicos diagnostican la sepsis mediante un análisis de sangre para ver si el número de células blancas en la sangre es anormal. También hacen pruebas de laboratorio que comprueban si hay signos de infección.

Las personas con sepsis suelen ser tratadas en unidades de cuidados intensivos del hospital. Los médicos intentan tratar la infección, mantener los órganos vitales y evitar una caída en la presión arterial. Muchos pacientes reciben oxígeno y líquidos intravenosos. Otros tipos de tratamiento, como respiradores mecánicos o diálisis renal, pueden ser necesarios. A veces, se necesita cirugía para eliminar una infección.

Causas

El Simposium de Merinoff de 2010 albergó una reunión de expertos internacionales, en el que se trataron los problemas en torno a la sepsis, incluida una definición global y una declaración de que la sepsis es una emergencia médica y requiere tratamiento médico urgente. La definición generalizada se definió como:

 “Sepsis es una afección potencialmente mortal que surge cuando la respuesta del organismo a una infección daña sus propios tejidos y órganos. La sepsis conduce al choque, fallos multiorgánicos y la muerte, especialmente si no se la reconoce tempranamente y no es tratada de inmediato. La sepsis sigue siendo la causa principal de muerte por infección a pesar de los avances en la medicina moderna, como vacunas, antibióticos y atención hospitalaria aguda. Millones de personas mueren cada año en todo el mundo”.

La sepsis puede propagarse en respuesta a incidentes tan aparentemente benignos como un rasguño o una cutícula cortada.

La sepsis ha supuesto el coste más caro en los hospitales de Estados Unidos en 2013, con una cantidad gastada de 24 mil millones de dólares cada año. El 40% de los pacientes diagnosticados con sepsis grave no sobreviven. Hasta que se encuentre una cura para la sepsis, la detección precoz es la esperanza más segura de supervivencia. Hasta un 50% de los pacientes que sobreviven a la sepsis sufren el síndrome post-sepsis.

Clasificación

La sepsis puede clasificarse de diferentes formas, según su gravedad o por tipos específicos.

Según su gravedad

Se distinguen tres formas: sepsis no complicada, sepsis grave y choque séptico. La enfermedad en un paciente puede progresar desde una infección y luego a través de las tres etapas mencionadas, desarrollar una falla en múltiples órganos lo que puede llevarlo finalmente a su muerte.

  1. La sepsis no complicada suele ser causada por una gripe u otras infecciones virales, por gastroenteritis o por un absceso dental; se trata de una forma muy común (afecta a millones de personas por año) que en la mayor parte de los casos no requiere tratamiento hospitalario. []
  2. La sepsis grave se estima que en América del Norte se producen más de setecientos cincuenta mil casos anuales, con estimaciones similares para Europa, y todos esos casos deben ser tratados en el hospital. Esa etapa se desarrolla cuando la sepsis se produce en combinación con problemas de uno o más órganos vitales, como el corazón, los riñones, los pulmones o el hígado, y a causa de esos problemas las personas con sepsis grave tienen más probabilidades de morir (la tasa de mortalidad es de alrededor del treinta al treinta y cinco por ciento) que las afectadas por sepsis sin complicaciones.
  3. El choque séptico se produce cuando la sepsis se complica con un descenso de la presión arterial que no responde al tratamiento estándar (administración de líquidos) y, como ya se dijo, conduce a problemas en uno o más de los órganos vitales. En esa situación el cuerpo no recibe la cantidad de oxígeno que necesita para funcionar adecuadamente y se utilizan medicamentos llamados vasopresores para aumentar la presión arterial. Los pacientes con choque séptico están muy graves y necesitan ser internados cuanto antes en una unidad de cuidados intensivos. Sin embargo, aun con tratamiento activo en esa unidad, la tasa de mortalidad se aproxima al cincuenta por ciento.

Tratamiento

El tratamiento consiste en el restablecimiento de la perfusión con líquidos intravenosos (IV) y a veces agentes vasopresores, sostén con oxígeno (O2), administración de antibióticos de amplio espectro, control de la fuente de la infección y en ocasiones otras medidas de sostén. Los pacientes con choque séptico deben ser tratados en una unidad de cuidados intensivos para que sea posible monitoriza con intervalos de una hora la presión venosa central (PVC), la presión de enclavamiento en la arteria pulmonar (PEAP), la saturación de oxígeno en sangre venosa central (ScvO2), la oximetría de pulso, los gases en sangre arterial, los niveles de glucemia, lactato y electrólitos y la función renal. Debe medirse el volumen de orina, un buen indicador de la perfusión renal, lo que habitualmente se hace con un catéter permanente. El desarrollo de oliguria (p. ej., menos de 0,5 mL/kg/h) o anuria o una elevación del nivel de creatinina son indicadores de una insuficiencia renal inminente.

De la sepsis grave de origen no determinado

Como las manifestaciones del síndrome de respuesta inflamatoria sistémica no son específicas de los procesos infecciosos, alrededor del cuarenta por ciento de los pacientes que ingresan como casos de emergencia con un cuadro grave o un choque que aparentan ser sépticos no corresponden a infecciones (en el treinta y dos por ciento de los casos se trata de patología no infecciosa que simula sepsis y en el doce por ciento la patología es de etiología no determinada). De todos modos, aunque se hayan completado el examen clínico y los exámenes de laboratorio y de imágenes de rutina (incluida la ecografía abdominal), después de la indicación de los cultivos correspondientes el paciente debe recibir terapia combinada con antibióticos de amplio espectro lo antes posible para aumentar la supervivencia y disminuir la morbi mortalidad.