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Plan de cuidados de Enfermería de emergencia en un paciente quemado

Plan de cuidados de Enfermería de emergencia en un paciente quemado

Resumen

Se estima que por cada 100.000 habitantes, alrededor de 300 personas sufren cada año quemaduras que requieren atención sanitaria, lo que trasladándolo a nuestro entorno supone que unos 120.000 españoles sufren algún tipo de quemadura cada año. Tan sólo un 5% precisan cuidados hospitalarios, motivo que pone de manifiesto la efectividad de los cuidados de Enfermería.

En la revisión de la literatura científica realizada, encontramos abundante documentación sobre el cuidado de las personas con quemaduras tales como folletos o manuales, algunos de primeros auxilios

Autores:

Víctor Fernández Gil   DUE SAS.

Mauricio Cruz Bajo   DUE SAS.

María Esperanza Cruz García DUE SAS.

 

Palabras clave: Paciente quemado, quemaduras, emergencia, cuidados de Enfermería.

Introducción

Las quemaduras son el resultado de un traumatismo físico o químico que induce la desnaturalización de las proteínas tisulares, produciendo desde una leve afectación del tegumento superficial hasta la destrucción total de los tejidos implicados. Producen tres efectos: pérdida de líquidos, pérdida de calor, lo que puede causar hipotermia y pérdida de la acción barrera frente a los microorganismos, aumentando la susceptibilidad de infección.

Etiología

  • Líquido caliente, producidas normalmente por agua (escaldadura) o aceite.
  • Llama, producidas por fuego.
  • Sólido caliente, producidas por contacto con superficies calientes (planchas, hornos, estufa, tubo de escape).
  • Electricidad, producidas por el paso de la corriente eléctrica a través del organismo.
  • Productos químicos, producidas en la piel y/o tejidos por un agente químico (ácidos, álcalis o sustancias orgánicas).
  • Frío, producidas por hipotermia (eritema pernio, pie de trinchera o pie de inmersión) o congelación (temperatura inferior a 0º C).
  • Radiación, producidas por exposición a otras energías (Rayos UVA/UVB o Radioterapia).

Clasificación de las quemaduras

  • Por su profundidad
  1. Quemaduras epidérmicas:
  2. 1º grado: Aspecto enrojecido, eritematoso, no exudativo, sin flictenas ni ampollas. Sólo afectan a la epidermis y curan espontáneamente al cabo de 5‐10 días. Ejemplo: Quemadura solar.
  3. Quemaduras dérmicas (2º grado)

Afectan siempre y parcial o totalmente la dermis.

  • Dérmicas Superficiales: Destacan la formación de flictenas o ampollas, siendo exudativas, conservan los folículos pilo sebáceas y curan entre 10 y 15 días.
  • Dérmicas Profundas: No forman ampollas, son exudativas, marcadamente hiperémicas y muy dolorosas con afectación del folículo pilosebáceo. Pueden tardar más de un mes en curar y dejan cicatrices.
  • Quemaduras subdérmicas (3º grado): Son indoloras por la destrucción total de las terminaciones nerviosas y su apariencia oscila dependiendo del mecanismo de producción entre carbonáceo y el blanco nacarado. Dejan siempre cicatriz y en Aquellas que sobrepasan el espacio dérmico y dañan estructuras subyacentes las llamaremos de 3º grado profundo o 4º grado.
  • Por el agente productor

Térmica por llamas, líquidos y sólidos calientes, eléctricas, químicas y por radiación.

  • Por criterio de gravedad

Graves

  • Todas las de 2º grado superficiales con más del 30% de extensión.
  • Todas las de 2º grado profundas y las de 3º grado con más del 10% de extensión.
  • Todas las que se acompañan de lesiones respiratorias importantes.
  • Todas las eléctricas profundas (repercusión hemodinámica).

Moderadas

  • Todas las de 2º grado superficiales con un 15‐30% de extensión.
  • Todas las de 2º grado o 3º de menos del 10% de extensión.
  • Todas las químicas y eléctricas.

Leves

  • Todas las de 2º grado superficiales con menos del 15% de extensión.
  • Todas las de 2º grado profundas y las de tercer grado con menos del 1%, dependiendo de la localización.

Cuidados de Enfermería

  1. Aseguramiento de la vía aérea. Valorar intubación endotraqueal rápida.
  2. Reposición de volumen. Se debe infundir líquidos templados a una velocidad y/o cantidad suficiente para garantizar una diuresis aproximadamente de 50ml/hora en el adulto.
  3. Preservar de la hipotermia envolviendo en sábanas limpias y abrigando al quemado.
  4. No indicada la irrigación abundante con suero fisiológico, salvo en quemaduras químicas o afectación del área ocular.
  5. Sonda urinaria. Debe de colocarse lo más precoz posible. En quemados eléctricos realizar combur-test para descartar alcalosis indicativa de deterioro de función renal.
  6. Sonda nasogástrica. En pacientes quemados que superen el 20% s.c.q
  7. Analgesia y sedación. Administrar analgésicos narcóticos por vía intravenosa.
  8. De elección: Cloruro mórfico Dosis: 3‐4 mg IV en medio minuto.
  9. Dieta absoluta.
  10. Inmunización antitetánica completa.
  11. No administrar antibiótico.
  12. Protección gástrica intravenosa.

La Valoración Primaria es la realizada en primera instancia tras el trauma térmico. El manejo inicial del paciente está basado en el principio de que el paciente gran quemado debe tratarse como paciente poli traumatizado, y comienza siguiendo la secuencia ABC, prestando atención a la vía aérea (A), la respiración (B) y la circulación (C). Sólo cuando el paciente se encuentre estable se debe evaluar la gravedad de las quemaduras.

Bibliografía

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