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Acromegalia. Cuidados de Enfermería

Acromegalia. Cuidados de Enfermería

Resumen: La acromegalia y el gigantismo son el conjunto de alteraciones que aparecen como consecuencia de un exceso en la acción de la hormona del crecimiento, ya sea en la etapa adulta cuando ya ha cesado el crecimiento óseo (acromegalia) o en la etapa infantil, cuando todavía se está en fase de crecimiento (gigantismo hipofisario).

Irene Calviño García

Ana Hermosín Alcalde

Elena Pereira Jiménez

La hormona del crecimiento (GH) actúa como estimuladora del crecimiento mediante la activación de otras sustancias (como las somatomedinas o IGF-1) que intervienen en los múltiples fenómenos involucrados en el crecimiento de todos los órganos y tejidos. Es una enfermedad crónica y debilitante; afecta por igual a hombres y mujeres. Suele comenzar entre la segunda y cuarta década de la vida y los cambios que se producen son lentos y progresivos, y por algún tiempo (principio de la enfermedad) son irreconocibles. La mortalidad se triplica por trastornos cardiovasculares cerebrovasculares y enfermedades respiratorias.

Palabras clave: acromegalia, gigantismo, trastorno hipofisario, hormona del crecimiento.

Etiología: en cuanto a las causas de exceso de secreción de GH, la alteración puede provenir de una afectación propia de la hipófisis o bien de otras células de otros lugares del organismo (p. ej., los tumores de células de los islotes pancreáticos) si bien, la causa más frecuente de acromegalia y gigantismo es el adenoma hipofisario.

Clínica: el exceso de hormona del crecimiento (GH) estimula el crecimiento de los huesos en grosor, puesto que el cartílago de crecimiento (también llamada placa epifisaria o metáfisis) no puede crecer en longitud, y el crecimiento de los tejidos blandos, que se hace muy evidente en la cara y en la zona distal de las extremidades. Típicamente crecen la nariz, las orejas, el mentón y los labios, el perímetro craneal, así como los pies y las manos (los pacientes necesitan guantes y zapatos cada vez mayores).

La piel está untuosa y húmeda, por un excesivo desarrollo de las glándulas y también crece el tamaño de los órganos (organomegalia): cardiomegalia (hipertensión arterial, hipertrofia del ventrículo izquierdo), hepatoesplenomegalia. Debido a que la causa más frecuente de acromegalia es la presencia de un adenoma hipofisario, pueden aparecer hemianopsia  bitemporal (por compresión del quiasma óptico) y cefalea. También es muy característico que los pacientes desarrollen hipertensión arterial, aneurismas intracraneales y pólipos colónicos, Asimismo se relaciona con mayor incidencia de neoplasias malignas.

Con el aumento del crecimiento del cartílago se produce un ensanchamiento de los espacios articulares lo que provoca dolor y disminución de la motilidad articular, a nivel de la columna puede ocasionar compresión de las raíces nerviosas y de la médula.

Diagnóstico: cuando las características clínicas hacen sospechar acromegalia, la determinación de IGF-1 es un examen útil (su vida media es de 3 a 18 horas frente a los 20-30 minutos de la hormona libre), que estará siempre por encima de los valores de los controles de la misma edad y sexo.

Se confirma con una prueba fisiológica para inhibir la liberación de hormona del crecimiento (GH), que es la sobrecarga oral de glucosa; entre 60-120 minutos después de administrar 75 g de hidratos de carbono, en los sujetos normales los niveles bajarían, sin embargo, en el sujeto con acromegalia no disminuyen.

También es necesario medir la prolactina, ya que se encuentra elevada en cerca del 25% de los pacientes con acromegalia.

Una vez realizado el diagnóstico analítico se llevan a cabo pruebas de imagen craneales.

Tratamiento: la cirugía (hipofisectomía) es el tratamiento de elección especialmente en los tumores pequeños. La mayoría de las intervenciones se basan en abordaje transesfenoidal (acceso a la silla turca a través del seno esfenoidal) para resecar el tumor. Está especialmente indicada siempre que existan fenómenos compresivos del quiasma óptico, por el riesgo de ceguera que suponen.

Si se requiere la extirpación completa de la glándula, los pacientes deberán mantener durante toda la vida una terapia hormonal de sustitución: glucocorticoides, hormona tiroidea y hormonas sexuales.

La radioterapia puede utilizarse en aquellos pacientes no curados tras la cirugía, o cuando esta última está contraindicada o el paciente la rechaza, pero la eficacia del tratamiento es menor y tiene más efectos secundarios y su resultado no es inmediato.

El tratamiento médico de elección es octreótida y lanreótida, ambos pertenecen a la familia de los análogos de la somatostatina, y consiguen una normalización de los niveles de hormona del crecimiento (GH) e IGF-1 en un 50%; se utilizan como tratamiento coadyuvante tras un procedimiento quirúrgico o radioterápico no satisfactorio.

Hay una serie de cuidados de Enfermería que se deben proporcionar al paciente tras la cirugía transesfenoidal. Además de los asociados a cualquier cirugía en cuanto al riesgo de infección, alteración del bienestar (valoración y tratamiento del dolor) y efectos de la anestesia específicos de esta cirugía, son la valoración neurológica (riesgo de hipertensión intracraneal y focalidad neurológica) y valorar la pérdida de líquido cefalorraquídeo (LCR), para lo que es importante observar los siguientes datos:

  • Existencia de goteo posnasal.
  • Deglución constante del paciente.
  • Existencia de un halo en anillo en la secreción nasal o en la gasa (el LCR más claro se marca alrededor de un centro oscuro constituido por líquido seroso).
  • Presencia de glucosa en el drenaje nasal.

El dolor de cabeza en estos pacientes es frecuente, se trata con analgésicos, sin embargo, la presencia de cefalea persistente o rigidez de nuca puede ser indicio de meningitis.

Cuidados de Enfermería: los diagnósticos de Enfermería más frecuentes son:

  • Deterioro de la deglución.
  • Desequilibrio nutricional: ingesta inferior a las necesidades.
  • Riesgo de estreñimiento.
  • Deterioro del intercambio de gases.
  • Trastorno del patrón de sueño.
  • Deterioro de la movilidad física.
  • Deterioro de la ambulación.
  • Riesgo de intolerancia a la actividad.
  • Disminución del gasto cardíaco.
  • Patrón respiratorio ineficaz.
  • Riesgo de disminución de la perfusión tisular cardíaca.
  • Riesgo de perfusión tisular cerebral ineficaz.
  • Trastorno de la percepción sensorial.
  • Trastorno de la identidad personal.
  • Trastorno de la imagen corporal.
  • Temor.
  • Disconfort.
  • Dolor.
  • Conocimientos deficientes.

Los cuidados de Enfermería (también son de aplicación a los otros trastornos hormonales) van encaminados a:

  • Restablecer el bienestar fisiológico del paciente, puesto de manifiesto por: presión sanguínea estable, frecuencia cardíaca dentro de los límites normales, peso ideal, equilibrio entre la ingesta y la eliminación.
  • Lograr que el enfermo pueda realizar con independencia sus actividades cotidianas.
  • Conseguir que el paciente comprenda y sea capaz de explicar planes terapéuticos y las medidas para afrontar complicaciones.
  • Lograr que el paciente hable de sí mismo en términos positivos, haciendo hincapié en los aspectos que contrarresten sus déficits.
  • Conseguir que éste comprenda los fundamentos de la medicación y de las modificaciones introducidas en su régimen de alimentación e hidratación.
  • Lograr que el paciente, sus allegados o ambos obtengan el suficiente grado de conocimientos, capacidad y recursos para llevar a cabo por sí mismos las medidas terapéuticas: describir el trastorno hormonal y su relación con los signos y síntomas, explicar el tratamiento planificado y los efectos de éste, explicar el programa de medicación prescrito (fármacos, dosis y frecuencia del tratamiento; efectos deseables y secundarios del mismo; qué hacer si se producen signos y síntomas debidos al exceso de efecto del tratamiento).
  • Concienciarle de que la terapia de reemplazo será necesaria mantenerla de por vida.

Bibliografía:

  1. Lucas – Morante T. Acromegalia: guía de tratamiento. 2005.
  2. Acromegalia, la enfermedad del crecimiento desmesurado. URL disponible en

www.clarin.com/diario/2006/09/20/sociedad/s-03501.htm Revisado: Febrero 2007.

  1. Melmed S. Acromegaly pathogenesis and treatment. 2009.
  2. Melmed S. Medical progress: acromegaly. 2006.