La sífilis es una compleja enfermedad sistémica, con proteiformes manifestaciones clínicas, causada por la espiroqueta Treponema pallidum (T.P). Su forma más frecuente de transmisión es por contacto sexual, y a diferencia de otras enfermedades de transmisión sexual, no se diagnostica por el aislamiento e identificación del germen etiológico. Juegan, en cambio, un rol fundamental la epidemiología, clínica y serología. Los estudios de sífilis se realizan para cumplir con la normatividad nacional a pesar de que la sangre no se identifica como un vehículo de transmisión importante en la infección por Treponema pallidum.