A diario en mi desempeño profesional me veo enfrentada a diversas situaciones que desembocan en una disyuntiva a la cual todos los médicos le huimos. Una de esas situaciones ha aumentado desde el fallo dela corte en donde nos “obligan” a realizar procedimientos abortivos en los casos en que ellos lo consideran necesario.
Se necesitan docentes analíticos, entregados, académicos, pero también humanos, que nunca olviden que están tratando con los emisarios del futuro y que depende de la semilla que siembren, así será el árbol que crezca.
Una educación en la que prima la mecánica por encima del análisis, en la que no se introducen los conceptos de respeto a sí mismo y hacia los demás, en la que es más importante el número de materias vistas y la cantidad de alumnos en el salón de clases, que la calidad de las clases impartidas y lo que éstas dejan para la vida, es una educación que se convierte en el opio de la humanidad.