El suicidio en los últimos años ha captado la atención de las autoridades de salud e investigadores debido al aumento de sus tasas a nivel mundial. En términos operacionales, el suicidio se define como la muerte consecutiva a un daño autoinfligido de manera intencional, en consideración de tres componentes: la muerte por daño, la conducta contra sí mismo y la intencionalidad.