Importancia del personal de Enfermeria en el Proceso de Intervencion Nutricional del paciente quemado
Autor: Lic. Carmen Mazón Viañez | Publicado:  9/03/2009 | Enfermeria , Endocrinologia y Nutricion | |
Importancia personal de Enfermeria en Proceso de Intervencion Nutricional del paciente quemado.4

La enfermedad por quemaduras es básicamente metabólica, inmunológica e inflamatoria y todo ello está vinculado al estado nutricional estableciéndose una relación cíclica de causa – efecto – causa. Con el apoyo alimentario y nutricional no solamente prevenimos los efectos de la desnutrición, sino que se puede modular esta respuesta a la agresión, haciendo así profilaxis de las complicaciones, sobre todo las sépticas.

 

En este trabajo se muestra el importante papel que desempeña el personal de enfermería del servicio de quemados. Su actividad se puede calificar como indispensable en el cumplimiento de las acciones de intervención nutricional y ello queda demostrado al dedicar casi 6 horas diarias a esta actividad. Desde el punto de vista cuantitativo el tiempo empleado en el apoyo psicológico es mayor de 12 horas diarias. Esta actividad la realiza el personal de enfermería incluso inconscientemente; antes, durante y después de la administración de alimentos y otros nutrientes, siendo un resultado de la preparación profesional que tiene el personal sobre la importancia de la alimentación para el paciente quemado. Todo ello resulta vital para poder exhibir indicadores de calidad como resultado del equipo de trabajo.

 

Acciones como tomar el peso del paciente y administrar los alimentos consumieron más tiempo que el que podíamos imaginar. Esto se debe a que es necesario movilizar al paciente con limitación de los movimientos por los vendajes y con dolor, independientemente de que posteriormente existe compromiso funcional como consecuencia de la debilidad muscular secundaria a la desnutrición.

 

Lógicamente, el esfuerzo del personal de enfermería se traduce en los resultados de los indicadores de efectividad; medio de valorar los resultados del desempeño en una Unidad Asistencial. En este trabajo se seleccionaron algunos indicadores reconocidos en la literatura. En la muestra estudiada existió una mortalidad de 31,57%, todos los pacientes fallecidos se encontraron dentro del grupo pronóstico que contempla esta posibilidad como esperada con altas posibilidades; sin embargo, el hecho de que el porciento de sobrevivientes en una muestra de pacientes quemados extensos sea del 68,42 y de que incluso hayan sobrevivido pacientes Crítico Extremo, refleja las buenas prácticas en el proceso de intervención nutricional por parte de enfermería.

 

Es de notar que en el 31,57% de los casos no fue posible el ingreso de la cantidad de energía planificada amén utilizarse apoyo nutricional combinado (terapia nutricional total). Este porciento está representado por los pacientes más severamente lesionados y con pocas o nulas posibilidades de supervivencia desde el punto de vista teórico, con necesidades energéticas que superan las 3000 Kcal y en los que se les prescribe con frecuencia períodos de ayuna que aunque limitamos a lo estrictamente necesario afecta el resultado final. Otros factores como las complicaciones en curso, el dolor, la anorexia y la depresión afectan la ingestión de alimentos. Si no fuera por el empeño del personal de enfermería, el déficit energético podría ser mayor. No fue objetivo de este trabajo realizar estudios estadísticos para poder establecer relación causal, pero llamó la atención que los pacientes fallecidos se encuentran dentro de los que no alcanzaron un aporte energético suficiente.

 

De igual manera, al analizar el porciento de pérdida de peso involuntaria observamos que en los pacientes clasificados como C y CE hubo una evolución hacia la desnutrición. La desnutrición energética en el paciente quemado es multifactorial e inevitable en determinados casos, pero suplir las pérdidas y complementar las necesidades energéticas en al menos un 85% es vital para garantizar las funciones y la actividad de reparación tisular. La ganancia de peso durante la propia estancia hospitalaria, aunque no alcanzara los valores del momento del ingreso, habla del valor de las acciones emprendidas. Internacionalmente se ha considerado que un indicador de excelencia en el tratamiento médico-quirúrgico del paciente quemado es mantener el peso en +- 10% de su peso al ingreso. Si analizamos sobre la base de este indicador debemos admitir que se brindó, al menos en esta muestra, un tratamiento de excelencia sobre todo en la intervención nutricional pues la media de los pacientes por grupo no sobrepasó el 10% de pérdida de peso, excepto para los Critico Extremo en la evaluación de la 4ª semana (10,55% de pérdida involuntaria de peso), pero los sobrevivientes de este grupo, en el momento del alta mejoraron este indicador con una media de pérdida de peso de 7,2%.

 

Las alteraciones de composición corporal por Pérdida de Peso Involuntaria tienen un impacto negativo sobre el paciente críticamente enfermo y se reviente en malos resultados clínicos y en los costos. La afectación a nivel proteico se traduce en trastornos de la cicatrización, es por eso que consideramos el tiempo de cicatrización como un indicador de efectividad de la terapéutica. En este análisis coincide que los pacientes con mejor pronóstico de vida cumplieron el indicador % de SCQ / días de cicatrización en el 100% de los casos, sin embargo, los pacientes C y CE solamente lo cumplieron en el 60 y 33,33% de casos respectivamente.

 

Conclusiones

 

  • El personal de enfermería desempeña un papel protagónico en el proceso de intervención nutricional del paciente quemado y su trabajo tiene impacto en los resultados médicos – quirúrgicos.
  • El personal de enfermería emplea 5,71 horas diarias por paciente en acciones relacionadas con el proceso de alimentación nutrición. El apoyo psicológico fue permanente.
  • En general la mortalidad se comportó según lo esperado en la clasificación cubana de pronóstico, sin embargo, sobrevivieron pacientes que tenían 100% de posibilidades de fallecer.
  • El aporte de la energía total se alcanzó en el 68,42% de los casos. No fue posible en los quemados más gravemente comprometidos. Sin embargo, no se observó pérdida de peso por encima del 10% al alta, siendo este un indicador de excelencia en el tratamiento.
  • El indicador relacionado con la estadía no se cumplió en el 30,76% de la muestra, encontrándose todos los casos en los grupos de peor pronóstico.

 

 

Bibliografía

 

1.     Barreto P, for the Cuban Group for the Study of Hospital Malnutrition. State of malnutrition in Cuban hospitals. Nutrition 2005; 21:487-97.

2.     Miquet LM, Rodríguez R, Porbén S.S Valor pronostico del nivel de albumina sérica inicial en los pacientes quemados. Portales Médicos 2008; 3(9) junio 2008. http://www.portalesmedicos.com/publicaciones/articles/1108/1

3.     Manzur A.R. Fisiopatología del paciente quemado. En: Manejo integral de las quemaduras. 1ed. Barranquilla: Ed. MEC, 2003. p. 53- 71.

4.     Muller MJ; Nicolai M; Wiggins R; Herndon DN. Modern treatment of a burn wound. En: DN Herndon. Total burn care. Philadelphia: Saunders, 1996. p. 136- 47.

5.     Huang YS, Li AN, Yang ZC: A prospective clinical study on the pathogenesis of multiple organ failure in severely burned patients. Burns 1992; 18:30.

6.     Cuenca-Pardo J, Álvarez DJ, Serrano CJM.: Fase inflamatoria en el paciente quemado. Cir Plást 2001;11: 90-7.

7.     Ulibarri I.J. La desnutrición hospitalaria. Nutr. Hosp. 2003; XVIII(3) 109-94.

8.     Barreto P, for the Cuban Group for the Study of Hospital Malnutrition. State of malnutrition in Cuban hospitals. Nutrition 2005; 21:487-97.

9.     León Rodríguez R, Santana Porbén S, Collazo Herrera M, Barreto Penié J. Costo-efectividad de intervenciones alimentario-nutrimentales vs hospitalización en pacientes colorrectales. Rev Cub Farm 2003; 37:10-9.

10.   Miquet L.M., Rodríguez R., J., Barreto J.P y Santana PS: Estado de la provisión de cuidados nutricionales al paciente quemado. Auditoría de procesos en un Servicio de Quemados de un hospital terciario. Nutr Hosp. 2008;23(4):354-365

11.   Borges Muñío H: Manual de procedimientos de diagnóstico y tratamiento en traumatología y cirugía plástica. Ciudad de La Habana: Pueblo y Educación, 1984.

 

 


Revista Electronica de PortalesMedicos.com
INICIO - NOVEDADES - ÚLTIMO NÚMERO - ESPECIALIDADES - INFORMACIÓN AUTORES
© PortalesMedicos, S.L.
PortadaAcerca deAviso LegalPolítica de PrivacidadCookiesPublicidadContactar