Bioetica del final de la vida humana del adulto mayor
Autor: Omaira Ramírez | Publicado:  12/03/2010 | Etica, Bioetica. Etica medica. Etica en Enfermeria , Geriatria y Gerontologia | |
Bioetica del final de la vida humana del adulto mayor .5

Muerte digna

Kant nos advierte que el ser humano es "fin en sí mismo" y no puede ser tratado solamente como medio, en virtud de la subjetividad que le hace capaz de reconocerse como ser pensante, libre y autónomo, a diferencia de los demás seres objetuales que, al carecer de subjetividad no son pensantes, libre y autónomos. El ser humano es, por consiguiente, "sujeto" y no "objeto", persona y no cosa En razón de ser sujeto es fin en sí mismo y no medio para otros fines. No puede ser tratado como mercancía para ser intercambiado, negociado, regateado, sobrevalorado o infravalorado en función de costos económicos como tampoco puede ser comparado con otros seres humanos para decidir cual cale mas, pues todos valen igual; de todo ello emana la dignidad de la persona humana.(13)

Una vez descubierta la dignidad del ser humano y su norma como buena para preservar al individuo de cualquier atropello, la consecuencia lógica es universalizar la norma, en cuanto lo que es bueno para uno lo sea también para todo los seres humanos que compartimos la misma naturaleza. Sobre este postulado kantiano de la dignidad humana y su normativa se han desarrollado universalmente, en la modernidad, el pensamiento ético y derecho. (13)

El reconocimiento de la dignidad humana fundamenta las relaciones de equidad y justicia, con las cuales se rige la vida toda de cada persona, sin importar la raza, la

etnia, la cultura, las condiciones económicas y políticas, la nacionalidad, la edad, el sexo, el nacimiento y la muerte, la cual forma parte de la vida de cada persona y por lo tanto tiene dignidad especifica.(13)

Tanto la muerte, como el nacimiento, constituyen los contornos de la existencia humana y son fuente inagotable de reflexiones radicales acerca de la naturaleza humana y su finalidad. Nacimiento y muerte, en la modernidad, merecen la mayor atención ética toda vez que han dejado de ser sucesos naturales para convertirse en artificiales, por manipulación tecnocientífica. (13)

El hecho de morir reclama tres momentos de dignidad: antes, en y después. Toda la vida de la persona constituye el "antes", lo que significa que la manera digna de vivir es la mejor preparación para una muerte digna. La paz interior del moribundo, como manifestación de aceptación del punto final de su existencia, tiene largo antecedentes de un vivir virtuoso, de estar reconciliado consigo mismo, con los demás y con el Dios de su creencia, a quien se entrega confiado a su benevolencia. Esto significa que se llega a la muerte dignamente, porque se ha vivido con dignidad.

Actualmente se está utilizando mucho la frase muerte digna, lo que para mucha gente significa tener la posibilidad de elegir el momento de la muerte, sobre todo, para los partidarios de la eutanasia. Cecily Saunders, evita éste término y utiliza otro como good death, la buena muerte u on dying well, el bien morir. Otros autores hablan de morir humanamente, pero quizá un concepto adecuado sería, morir sintiéndose persona. En un estudio realizado por Vega Gutiérrez entre 800 médicos y enfermeras, preguntándoles ¿Qué entiende por muerte digna?, la mayoría asociaba morir con dignidad a morir rodeado del cariño y apoyo de los seres queridos, eliminándose en lo posible los dolores y sufrimientos, sin manipulaciones médicas innecesarias, la muerte a su tiempo, aceptando la muerte, con serenidad, con la asistencia médica precisa y el apoyo espiritual, según las propias creencias, siempre que se desee.

Según Vanmderpool, para afrontar la muerte con dignidad:

Es saber que la muerte está próxima, de esta forma el paciente procurará resolver sus asuntos, tomar sus decisiones, cumplir su promesa o simplemente despedirse.

Es necesario que el paciente pueda seguir siendo, dentro de lo posible, AGENTE, y no un mero paciente.

Debe intervenir en las decisiones que se tomen sobre su patología o sobre sí mismo.

El paciente debe recibir verdadera información acerca de las decisiones y procedimientos que le afecten directamente a él y a su bienestar y deberá consentirlas antes de que se lleven a cabo.

Hay que preservar la autonomía y autocontrol del paciente, siempre dentro de lo posible. La excesiva dependencia y la pérdida de control de las funciones orgánica dan sensación de menor dignidad.

Se debe proteger la pérdida de imagen corporal, evitando que el enfermo se sienta desfigurado o muy desmejorado, siempre que sea posible.

Es importante también el sentido espiritual que el paciente atribuye a su vida, por lo que se le debe negar el derecho o la posibilidad de ser asistido por un consejero espiritual (sacerdote, rabino...). Deben mantenerse, siempre que sea posible, cierta actividades y relaciones familiares, sociales y profesionales, ya que esto supone sentirse persona. Si se deja de lado al paciente, evitando sus preguntas, por ejemplo, notará que su dignidad se pierde, que no se siente ya como persona (14)

La preocupación moral básica de la enfermera, es el bienestar de otros seres humanos y la ayuda como objetivo primordial, porque ejerce una profesión de servicio. La enfermera en su quehacer diario, tiene la misión de proporcionar atención integral al enfermo que está en estado moribundo incluyendo el manejo de los aspectos éticos en el cuidado a este enfermo es primordial. (15)

En el paciente en etapa de finalización que está hospitalizado la muerte digna implica:

a.        Morir sin ser víctima del frenesí tecnológico.

b.       No fallecer con dolor atroz.

c.        Morir amando (cuando el amor ha sido la clave de la existencia personal es la forma más adecuada para completar el despliegue previo).

d.       Que el acto de morir se realice en un entorno digno lo más parecido al habitual.

e.        Que la separación y despedida se efectúe con el corazón y en paz.

f.        Considerar el núcleo familiar; incluirlo en el cuidado del paciente puede ser una decisión acertada por parte del equipo de salud. (15)

Aspectos Éticos relacionados con: eutanasia, distanasia, ortotanasia, cacotanasia y muerte asistida.

Durante años, la eutanasia ha sido un tema controvertido, ya sea dentro o fuera de las profesiones dedicadas a la salud, donde intervienen representantes de otras disciplinas; y por constituir ésta un elemento a considerar en el quehacer del ámbito de la salud, se hace necesario traer a colación aspectos expuestos por algunos autores relacionados con este concepto.

La eutanasia es la acción de adoptar medidas concretas dirigidas a provocar la muerte de una persona que lo ha pedido consciente, responsablemente y de forma continuada, por encontrarse en una situación de enfermedad avanzada incurable y terminal que le produce padecimientos.

Asimismo, agregan los autores que solo cuando la acción sea directa, activa y voluntariamente pedida por la persona, por encontrarse en una situación de enfermedad avanzada, incurable y terminal que le produce padecimiento, sufrimiento no evitables por medios terapéuticos y que conducirá a la muerte cierta y cercana; solo en estas condiciones se podría referirse a la eutanasia(16)

Por otra parte, la eutanasia expresa que esta significa literalmente muerte fácil o suave"; sin embargo, en la actualidad esta significa literalmente "muerte fácil o suave"; sin embargo, en la actualidad esta expresión ha adoptado un significado muy distinto: se refiere a matar de manera indolora a las personas para poner fin a su sufrimiento y con frecuencia se considera sinónimo de asesinato por piedad (17)



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