Programa de induccion dirigido al potencial donante de sangre
Autor: María Cordero | Publicado:  16/03/2011 | Hematologia y Hemoterapia , Articulos | |
Programa de induccion dirigido al potencial donante de sangre .1

Programa de inducción dirigido al potencial donante de sangre que genera la consulta de cirugía del Hospital IVSS “Dr. Juan Daza Pereira” de Barquisimeto, Lara.

Cordero María. Sánchez Sara. Vargas. Elsa

RESUMEN

La presente investigación estuvo enmarcada, bajo la modalidad de investigación tipo proyecto factible, efectuó en su primera fase una indagación diagnóstica, apoyada en una investigación descriptiva de campo que permitió determinar la necesidad de proponer un programa de inducción dirigido al potencial donante de sangre que asiste a la consulta de cirugía del hospital IVSS. Para lograr esta primera fase, tomó la totalidad de la población conformada por 20 posibles donante, a quienes se le aplicó un instrumento escrito de 6 ítems, estructurado con respuestas tipo politómicas, el cual permitió confirmar dicha necesidad. En la segunda fase de este proyecto factible, se presenta el diseño de un programa de inducción que incluye un díptico informativo, sobre el proceso de donación. Con la finalidad de informar a los posibles donantes que se generan en dicho centro de salud.

Palabras clave: donante – donación de sangre – inducción.

INTRODUCCIÓN

Las transfusiones de sangre y sus componentes son necesarios para el tratamiento de algunas condiciones médicas y situaciones quirúrgicas que no tienen otra alternativa; por consiguiente, los bancos de sangre deben proveer en cantidad suficiente y con la calidad adecuada para preservar la salud de quien los recibe y prevenir la mortalidad asociada con complicaciones serias. De esta manera, los bancos de sangre deben subsanar una necesidad continua de provisiones de sangre adecuadas y seguras mediante estrategias para promocionar y educar a la población con respecto a la función integral que desempeñan los bancos de sangre en el cuidado de la salud y las necesidades.

Es importante mencionar, que en todo el mundo; la sangre colectada proviene de donantes dirigidos o coactivos, es decir, personas que por presión familiar o social y por cumplir requisitos para hospitalización, cirugía o visita a sus familiares asisten a los bancos de sangre con el fin de reemplazar o no la necesidad de un pariente o amigo víctima de un lesión traumática, una urgencia quirúrgica o una cirugía programada. Esta situación los lleva a omitir durante el diligenciamiento de la encuesta y presentación de la entrevista ante el médico, información importante relacionada con su estilo de vida, conductas de riesgo, sexualidad y farmacodependencia con tal de ser aceptado y cumplir con el requisito, lo que afecta así un mecanismo importante de seguridad. Se ha reconocido que es más segura la donación de sangre voluntaria y no remunerada que se motiva en el deseo de ayudar a receptores desconocidos.

Sin lugar a dudas, para la enfermera que desarrolla su actividad profesional en el terreno de las donaciones de sangre resulta esencial poder brindar unos cuidados de calidad a aquellas personas que acuden a donar. Se debe tener en cuenta que se trata de personas sanas o potencialmente sanas, que se acercan a colaborar de forma desinteresada con otras personas que necesitan de ese elemento, la sangre, que no puede ser sintetizado, y que resulta fundamental para que muchas de ellas recobren la salud, e incluso salven su vida.

Y como tal, el profesional de Enfermería, además de otras muchas actividades que debe realizar, debe trabajar buscando que el donante tenga en la donación de sangre una experiencia grata; y que, con ello, logre convertir a este donante en habitual. Con este motivo, para una adecuada atención al donante y unos cuidados de calidad, la especialista debe participar en la detección de problemas de salud, informar al donante acerca de todo el proceso, evitar y anteponerse a las complicaciones potenciales y fomentar estilos de vida saludables. Para ello, lo más aconsejable es disponer de un modelo unificado de atención basado en los conocimientos sobre Enfermería, que permitan estandarizar dichos cuidado, disminuir la variabilidad en la práctica clínica y que permita evaluar los resultados obtenidos en cada paciente electivo quirúrgicos.

Aunado a esto, es importante mencionar que la sangre es un tejido vivo muy valioso que no puede ser sustituido por ninguno otro y sólo se puede obtener de una persona viva y sana. Está conformada por glóbulos rojos, plaquetas y plasma. En base a este planteamiento, Gallardo, A. (1998), define la sangre como un “tejido fluido que circula por capilares, venas y arterias de todos los vertebrados, su color rojo característico, debido a la presencia del pigmento hemoglobínico contenido en los eritrocitos”. (p.54).

Cabe destacar, que la donación altruista es el único medio de obtenerla, este término es definido por Cortes, A. (2004), como “aquellos donantes que realizan este acto de forma voluntaria”. En consecuencia, cada día, millones de personas requieren una transfusión sanguínea; desafortunadamente, muy pocas personas donan sangre, ya sea por temor o desconocimiento, lo cierto es que la sangre puede hacer la diferencia entre la vida y la muerte de muchas personas.

Es por esto, que en la práctica diaria la terapia transfusional es una realidad a la cual en cualquier momento nos veremos en la necesidad de recurrir, ya que los pacientes precisarán de algún componente sanguíneo. Entendiéndose por terapia transfusional, según lo expresa: Oswallt, R. (2003); como “la administración directa por goteo endovenoso de grandes cantidades de sangre o productos sanguíneos, fundamentalmente con el fin de compensar las grandes pérdidas de sangre o corregir algunas deficiencias (plaquetas, agranulocitosis, entre otros)”. (p.2253)., es por esto que toda institución de salud debe contar con un banco de sangre que responda a tales necesidades, pero para que esto sea posible es necesario que existan donantes de sangres que estén dispuesto a realizar este acto. En este sentido, es necesario que se eduque a la población en general para que comprenda y conozca los requisitos indispensables para poder donar.

He aquí la importancia, que en las instituciones de salud se eduque a los donantes, evitando con esto aquellos mitos y creencias que hacen la exclusión de donantes, que muchas veces si están dispuestos a realizar este proceso.

Aunado a esto, se tiene que desde los tiempos antiguos se ha considerado que la sangre, tanto humana como la de los animales, tiene propiedades curativas y místicas, en el restablecimiento de la vida, salud, vigor y fuerza. Se ha documentado en la era de los romanos la administración oral de la sangre y en el siglo XVI la transfusión de sangre animal, con resultados indeseables.

Por tanto, es hasta inicios del siglo pasado, que se empieza a aceptar la transfusión de sangre humana posterior al descubrimiento de los grupos sanguíneos ABO por Landsteiner, a la introducción de los métodos y sistemas de anticoagulación, y a la aplicación de las medidas de asepsia y esterilidad introducidas por Joseph Lister en el año de 1985.

Esto quiere decir, que el descubrimiento de dominio público de que las transfusiones sanguíneas podían ser vehículo de transmisión de diferentes entidades infecciosas y en particular del virus de inmunodeficiencia humana (VIH) condujo a un escrutinio riguroso del público y de las autoridades sanitarias de los Bancos de Sangre a nivel mundial a fin de hacerlos más seguros. Dice la Real Academia Española de la Lengua (1998), que transfusión es:
Una operación por medio de la cual se hace pasar directamente o indirectamente la sangre o plasma sanguíneo de la arteria a la vena de un individuo, a las arterias o venas de otros, indicada especialmente para reemplazar la sangre perdida por hemorragia. (p.139).

Lo anterior expuesto, nos conlleva a que debe de tenerse un uso racional de los componentes y derivados sanguíneos basado en conocimiento pleno de los mismos para tener consciencia de los beneficios y riesgos que de ellos se derivan. Es por esto, que enfermeras y enfermeros, al cuidar de cada persona, en cada donación, esta fomentando que sea una experiencia lo más positiva posible para cada uno de ellos; por lo que también “cuida” al donante, y de esa forma, que este se siente motivado para contribuir con su sangre en muchas otras ocasiones, obteniendo entre uno de los beneficios: la dotación de los bancos de sangre para ser utilizado en cualquier intervención quirúrgica.

Cabe destacar, que la necesidad de conocimiento se identifica por la existencia de tabúes, mitos y creencias que hacen que la donación de sangre no se realice como acto voluntario, natural y altruista, hasta el momento no se han realizado investigaciones sociales que aborden el tema de la donación, las características socioculturales de los donantes y no donante de sangre, sus sentimientos, motivaciones, conductas y actitudes en torno a la donación y la transfusión.

Aunado a esto, la donación y la extracción de sangre tienen que ser analizadas como un proceso durante el cual emergen actitudes contradictorias, ya que la misma persona decide donar o no dependiendo de principios estratégicos. Además de esto, se pueden dar situaciones que son causa excluyente de la donación, muchas veces por la falta o la mala información que existe en cuanto a los parámetros exigentes para poder donar.


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