Calambres musculares de los miembros inferiores. Doloroso, comun y olvidado
Autor: Dr. Alfredo Arredondo Bruce | Publicado:  28/10/2011 | Otras Especialidades , Medicina Interna , Neurologia , Articulos | |
Calambres musculares de los miembros inferiores. Doloroso, comun y olvidado .1

Calambres musculares de los miembros inferiores. Doloroso, común y olvidado.

Dr. Alfredo Arredondo Bruce. Especialista de 2º grado en Medicina Interna. Profesor Auxiliar.
Hospital Universitario Amalia Simoni. Camagüey. Cuba.

Resumen.

Introducción. Los calambres musculares afectan aproximadamente a una de cada tres personas anualmente, en la población en general.
Desarrollo. Muchas intervenciones están disponibles o han sido utilizadas para tratar calambres de las piernas, pero no todas son eficaces o están apoyadas por la evidencia médica.
Conclusiones. Muchos tratamientos son polémicos, y no existe ninguna pauta para el tratamiento, por lo que muchas personas no experimentan el beneficio esperado de las intervenciones prescritas.

Palabras clave. Calambres musculares, calambres de las piernas, tratamiento

Summary.

Introduction. Muscle cramps affect approximately 1 in 3 people in the general community each year.
Development. Many interventions are available for lower limb cramps, but not all are efficacious or supported by evidence.
Conclusion. Many treatments are controversial, no treatment guidelines exist, and many people experience no benefit from the interventions prescribed

Key words. Muscle cramps, lower limb cramps, treatment

Introducción.

Aunque el sulfato de quinina y sus derivados han sido considerados la terapia ideal de los calambres musculares idiopáticos, durante los últimos años esto ha sido revisado, y puesto en duda su eficacia por varias agencias internacionales, entonces; la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA) advirtió ¿Esta droga ha probado su eficacia? ¿Existen alternativas satisfactorias del tratamiento? Esta breve comunicación basada en la evidencia busca respuestas a estas interrogantes.

Desarrollo.

Los calambres musculares de miembros inferiores son síntomas comunes en la población en general, y aparecen relacionadas con diferentes entidades, atendidas por diversas especialidades médicas. El manejo inadecuado de estos síntomas puede ser muy frustrante para el paciente y el médico. En un estudio realizado recientemente se encontró una prevalencia de calambres en reposo de un 37%. Cuarenta por ciento de estos pacientes reportaban calambres más de 3 veces por semana, y 21% de ellos describieron que el síntoma lo incapacitaba a sus actividades diarias (1). Este estudio también encontró que estos calambres musculares eran más comunes entre personas de la tercera edad. En un estudio de 365 pacientes con una edad media de 78.5 años, con un predominio de calambres en las piernas del 50%. Las mujeres eran más afectadas en comparación con los hombres (56% contra 40%), y los calambres aparecían más frecuentemente en la noche, y en las largas estancias de pie. Dentro de los factores de riesgo más frecuentes se encontró la enfermedad vascular periférica, polineuropatía, artritis, y el sexo femenino (2).

El estudio y diagnóstico de un paciente con calambres musculares en miembros inferiores puede ser frustrante, en parte porque la mayoría de los calambres nocturnos de las piernas son idiopáticos (3). El examen físico debe incluir una valoración de la sensibilidad superficial y profunda por la posibilidad de neuropatía y el examen de los pulsos periféricos por la posibilidad de una enfermedad vascular periférica. Las pruebas de laboratorio deben incluir electrólitos séricos, estudio del hierro, pruebas de función tiroidea, urea y creatinina. Los estudios imagenológicos o durante el sueño se recomiendan cuando se sospecha enfermedad vascular periférica o trastornos de la motilidad.

A pesar de la larga evolución del calambre la gran mayoría de los pacientes no lo reportan a sus médicos, quizás porque no lo veían como una enfermedad importante o se habían resignado a vivir con ellos, sólo el 40% de participantes en este estudio habían informado de este síntoma a su médico. Sin embargo, la mayoría de los pacientes que habían recibido tratamiento para los calambres de miembros inferiores no informaron beneficio terapéutico (2).

La quinina ha sido tradicionalmente la terapia de primera línea para los calambres musculares. Sin embargo, su seguridad ha sido puesta en dudas, incitando a la consideración de otras terapias que puedan ayudar a los pacientes con menor cantidad de efectos secundarios.

En este estudio, los investigadores examinaron las publicaciones más importantes a nuestro alcance de los últimos 10 años, entre el 2000 y el 2011. Donde el tema principal fueron los calambres musculares que no se relacionaron a enfermedades establecidas o el embarazo (4,5).

Los ensayos utilizando quinina y sus derivados sugieren que estas medicaciones puedan reducir significativamente los calambres musculares en el orden del 25 al 37%. Sin embargo, la quinina y sus derivados están asociados a la aparición de efectos adversos, entre un 2 al 4% (5), estando dentro de los más comunes las complicaciones los hematológicas, incluido el síndrome urémico- hemolítico, purpura trombocitopénica trombótica, coagulación intravascular diseminada, diátesis hemorrágicas, sabor amargo en la boca, y una combinación de dolor de cabeza y tinnitus, aunque no existió ningún informe que relacionara este tinnitus con sordera (5).

Sin embargo, en otro meta-análisis, la eficacia de quinina para los calambres nocturnos de las piernas en pacientes mayores de 60 años, sólo 1 paciente de 107 informó algún efecto adverso (6), no obstante, en este paciente aparecieron otros efectos adversos muy severos como la leucopenia y trombocitopenia. Esto muestra que aunque los efectos colaterales relacionados con el tratamiento de quinina pueden ser raros, su gravedad generalmente merece la pena no afrontar este riesgo (6). En la revisión actual la FDA, ha informado 93 fallecimientos relacionados con la quinina (7).

Dado las limitaciones del tratamiento con la quinina, se ha desarrollado un gran interés por encontrar alternativas terapéuticas para los pacientes con calambres musculares. La Gabapentina se usa en el tratamiento del dolor neuropático, pero desgraciadamente, la única investigación que ha utilizado gabapentina para los calambres fue muy pequeña. Con una muestra de 30 pacientes, este estudio encontró que una dosis de 600 mg diarios redujo la frecuencia y severidad de los calambres en 2 semanas, y mantuvo el alivio por tres meses en un 100% de los casos y el efecto terapéutico persistió durante 6 meses. Desafortunadamente debido al tamaño de la muestra, no se pudo llegar a conclusiones definitorias (6).

El Diltiazem es otro medicamento que ha sido probado en el tratamiento de los calambres musculares, aunque el ensayo era muy pequeño (13 pacientes), fue un estudio controlado contra placebo, que utilizó una dosis de 30 mg a la hora de acostarse (8). Se encontró una reducción significativa en la frecuencia de calambres en compararon con el placebo. Sin embargo, no se redujo la severidad y tampoco se informaron efectos colaterales durante el ensayo.

El complejo vitamínico B representa un tratamiento potencialmente eficaz para los calambres musculares. En un pequeño estudio, se uso como tratamiento una combinación de vitaminas del complejo B (el fursultiamine 50 mg, hidroxicobalamina 250 microgramos, fosfato del piridoxal 30 mg, y riboflavina 5 mg) 3 veces al día, la cual estuvo asociada con la remisión de calambres en un 86% de casos, el grupo placebo no experimentó ninguna diferencia en la frecuencia de calambres (9). El uso del complejo vitamínico B redujo la intensidad y duración de calambres.
Aunque estos resultados son alentadores, no son el tipo de investigaciones que propician una toma de decisiones clínicas (10).

Conclusiones. Aunque está claro que no debe usarse rutinariamente quinina y sus derivados para el tratamiento de los calambres musculares, la ausencia de un tratamiento seguro deja un hueco significativo en las posibilidades terapéuticas del médico práctico para el manejo de este síntoma, por lo que se necesitan nuevas investigaciones que apoyen nuevos o viejos protocolos de tratamiento para los calambres musculares de los miembros inferiores.

Bibliografía.

1. Naylor JR, Young JB. A general population survey of rest cramps. Age Ageing 2009;23:418-20.
2. Abdulla AJ, Jones PW, Pearce VR. Leg cramps in the elderly: prevalence, drug, and disease associations. J Clin Pract. 1999;53:494-496.
3. Monderer RS, Wu WP, Thorpy MJ. Nocturnal leg cramps. Curr Neurol Neurosci Rep 2010;10:53-9.
4. Food and Drug Administration, Department of Health and Human Services. Drug products containing quinine; enforcement action dates. Federal Register 2010;71:75557-75560.
5. Sheon RP. Nocturnal leg cramps, night starts and nocturnal myoclonus. Disponible en:
http://www.uptodate.com/home/index.html. Último acceso 14 de Julio, 2011.
6. Serrao M, Rossi P, Cardinali P, Valent G, Parisi L, Pierelli F. Gabapentin treatment for muscle cramps: an open-label trial. Clin Neuropharmacol. 2000;23:45-9.
7. FDA Drug Safety Newsletter. Postmarket Reviews - Volume 2, Number 2, 2009. US Department of Health and Human Services. US Food and Drug Administration. Disponible en:
http://www.fda.gov/Drugs/DrugSafety/DrugSafetyNewsletter/ucm167883.htm Último acceso 24 de Julio 2011.
8. Voon WC, Sheu SH. Diltiazem for nocturnal leg cramps. Age Ageing 2001;30:91-2.
9. Chan P, Huang TY, Chen YJ, Huang WP, Liu YC. Randomized, double-blind, placebo-controlled study of the safety and efficacy of vitamin B complex in the treatment of nocturnal leg cramps in elderly patients with hypertension. J Clin Pharmacol. 1998;38:1151-4.
10. Hawke F, Walter K,Chuter V and J. Treating lower limb muscle cramps: a Cochrane systematic review. Foot Ankle Res. 2011; 4(Suppl 1): O17.



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