Trastornos del sueño. Insomnio. Pesadillas. Terrores nocturnos
Autor: Lic. María Cristina Heinzmann | Publicado:  7/12/2007 | Psicologia | |
Trastornos del sueño. Insomnio. Pesadillas. Terrores nocturnos.3

Si tomamos en cuenta a los adultos en que se presentan éstos episodios, suelen empezar entre los 20 y los 30 años (suelen continuar desde la infancia, en que en algún momento siendo niños se producían, luego dejaron de darse y al llegar a la edad adulta previamente mencionada, se producen nuevamente) No hay diferencia en cuanto a porcentaje en ésta edad en cuanto a sexo.

 

Otro hecho significativo es que en adultos sí están asociados a trastornos psicológicos, estrés, estrés postraumático, trastornos de ansiedad, y otros trastornos de la personalidad. Suele ser común que personas que tienen familiares con historia de terrores nocturnos o sonambulismo, tengan una probabilidad de hasta 10 veces mayor que alguien que no la tiene de que se produzcan en él éstos episodios.

 

 

Cuando consultar:

 

Consultar con el psicólogo si el niño tiene varios episodios cada noche y durante varias noches, si los episodios se repiten cada noche durante varias semanas o si éstos de alguna manera afectan a las actividades del niño ya sea las sociales, familiares, escolares, etc.

 

¿Cuándo hablamos de terrores nocturnos estamos hablando de pesadillas?

En Ambos estamos hablando de sueños desagradables, de despertar angustioso y agitado. Pero quien ha tenido una “pesadilla” recuerda ese sueño, y luego éste recuerdo le dificulta volver a conciliar el sueño. En cambio el “terror nocturno” la persona no recuerda el sueño, y es la sensación de miedo la que le impide volver a dormirse.

 

El estar teniendo una pesadilla hace que quien la esté soñando se despierte justo en el momento previo a esa parte más aterradora del sueño.

 

En cuanto al movimiento corporal, durante la pesadilla la persona prácticamente no se mueve, o lo hace en mucha menor medida que en un terror nocturno, y es difícil o muy raro que llegue con su movimiento a salir de la cama.

 

Otra particularidad las pesadillas se producen durante la fase del sueño llamada REM, en cambio los terrores nocturnos se dan en las fases 3 y 4 del sueño.

 

 

Tratamiento:

 

Como ya lo dije previamente, si no son episodios frecuentes, y además éstos no perturban la vida normal de quien los tiene, sólo observar y no es necesario ningún tratamiento, sólo esperar que dejen de producirse. Se pueden tomar medidas precautorias como organizar los muebles y elementos que pudieren dañarlo si sale de la cama dormido y se puede llevar por delante algo y golpearse (alejar la cama de las ventanas, por ej.).

 

Y si es un niño quien tiene éste problema, tratar de no darle demasiada importancia al hecho, y hacerle entender que es común esto y que pronto dejará de ocurrir, no se los preocupa así y consecuentemente éstos se olvidan del episodio sin darle demasiada importancia.

 

Generalmente cuando los papás consultan preocupados, se le hace ver que esto es grave según la reiteración y sistematización del episodio. Si éste no se reitera en forma continuada, se les da a entender que no hay que preocuparse, y sólo esperar que pase. Únicamente se recomienda la psicoterapia en niños cuya frecuencia y sistematicidad de la aparición del episodio afecta su actividad normal.

 

En adultos lo mismo cuando éstos llegan a la consulta preocupados por las causas o por la reiteración, se recomienda una psicoterapia corta, breve enfocada al episodio mismo, salvo que sean episodios que perturben mucho a la persona, entonces sí se lo trata.

 

Pronóstico: En la mayor parte de niños que tienen terrores nocturnos, éstos desaparecen en la pubertad o en la adolescencia, y no es necesario tratamiento. En los adultos en cambio una psicoterapia y el darse cuenta de cuáles son los agentes estresores para así evitarlos y de ese modo también evitar la producción del terror nocturno. También disminuyen con la edad en los adultos, ya que la fase en que se produce éste episodio que es la del sueño profundo, también con la edad disminuye.

 

Ahora nos ocuparemos del modo de tratar al insomne, la psicoterapia: psicoterapia cognitivo - conductual, hipnosis clínica.

 

Con la aplicación de éstas dos metodologías terapéuticas lo que se tiende es a lograr una esperada y necesaria REEDUCACIÓN DEL SUEÑO: Para ello se tiende a la modificación de conductas, psicoeducación con esto modificación de pensamientos, control y cambio de hábitos en cuanto a estímulos que pudieren provocar el insomnio, como así también la modificación conductual de los horarios, modificación de falsos preconceptos, enseñanza de métodos de relajación, y de ejercicios psicoimaginativos productores de sueño.

 

Tratamiento del insomnio. Psicoterapia cognitivo-conductual- terapia gestalt con o sin Terapia de Hipnosis (Hipnoterapia).

 

Cuando la persona comienza a sentir la reiteración en la dificultad del dormir, cuando siente que el insomnio se está apoderando de su vida lentamente, son muy negativas en cuanto a eliminarlo o desterrarlo, todo tipo de ideas o falsos conceptos relacionados con éste como así también la preocupación que siente de que se vuelva a repetir nuevamente cuando se va a la cama, como así también costumbres o hábitos que dificultan un buen dormir, como puede ser el practicar gimnasia en horario cercano al dormir, el comer abundantemente y comidas indigestas, el jugar videojuegos con violencia o sobreincentivación del SNC.

 

Cuando lo previo está producido o acrecentado por algún trastorno psicológico como la depresión o alguno de los trastornos de ansiedad, los cuales por sí ya sirven para causar insomnio, y si éstos están además acrecentado por la preocupación o ideas sobreaumentativas de la dificultad, entonces tenemos un insomnio en ciernes persistente y reiterado.

 

En los casos previamente citados una psicoterapia psicológica ayuda y mucho. Pues se modifica la conducta aprendida del insomnio, y también porque ayuda a modificar el modo de preocupación, la anticipación preocupatoria que se produce antes del horario de ir a la cama y que predispone precisamente para no poder conciliar el sueño.

 

Lo que hace el psicoterapeuta en éstos casos es enseñar al paciente a resolver la problemática concreta que le aqueja y por la cual se ha vuelto insomne, y además le enseña el manejo del estrés y de la ansiedad.

 

Cuando la persona sufre de insomnio siente que se ha instalado en su vida un modo y forma de mal dormir y para siempre, y siente esto de tal manera que durante la primera sesión ya hay que comenzar a derribar en él éste preconcepto, es necesario hacerle conocer que mucho de la reiteración de su insomnio se debe precisamente a su temor y a la creencia firme que está en él, de que el insomnio ha venido para quedarse y que es muy difícil o imposible modificar y solucionar esto.

 

Entonces enseñándole formas de relajación, aprende en el consultorio a manejar su cuerpo y su mente, por ende sus pensamientos. Con psicoimaginación se le lleva mentalmente a un lugar o sitio que tiene las características de hacer que se sienta totalmente relajado, a gusto y no ansioso, sino todo lo contrario.

 

Una vez aprendido esto en el consultorio, se le orienta para que lo lleve a la práctica antes de dormir, y se le hace ver que serán muchas las veces en que empiece el proceso de relajación y sin haberlo terminado ya se encuentre totalmente dormido(por otro lado es muy común que también se duerman en el consultorio).

 


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