El modo de actuación del ser humano ha sido siempre objeto de reflexión. La profesión sanitaria es una de las más polémicas. La ética científica presupone una concepción del mundo y del hombre, teniendo en cuenta que este es un ser biopsicosocial. Médicos norteamericanos e ingleses se regían por los conceptos de la ética hipocrática, lo cual con el desarrollo científico-técnico alcanzado requirió un profundo humanismo.
Las contradicciones entre el crecimiento económico y las inquietudes sociales producidas por el Neoliberalismo, trajo como consecuencia un mayor cuestionamiento de los valores. En 1979, Beauchamps y Childress, dos filósofos norteamericanos establecieron cuatro principios fundamentales de la ética: no maleficencia, justicia, autonomía y beneficencia.