Estamos ante un fenómeno universal, transcultural, con una enorme repercusión social, tanto el suicidio como las tentativas, constituyen un problema de Salud Pública de primer orden. Aunque no hay ningún factor de riesgo patognomónico, hay una serie de factores que parece que incrementan el riesgo de suicidio. El médico de atención primaria tiene un papel clave en la identificación y el tratamiento del riesgo de suicidio.