La perforación iatrogénica por colonoscopio es una complicación poco frecuente, pero con una elevada morbimortalidad. Durante la exploración rutinaria se realiza la maniobra de retroflexión para evidenciar lesiones que hayan pasado desapercibidas en la visión directa. Paradójicamente la perforación durante la realización de dicha maniobra tiene una escasa incidencia, habiéndose publicado pocos casos en la literatura. Presentamos el caso de una mujer que presenta retroneumoperitoneo hasta espacio perihepático, perivesicular y pericava, secundario a una perforación rectal de 1,5 centímetros, con estabilidad hemodinámica y con escasa repercusión clínica y analítica, por lo que se optó por un manejo conservador.