La iniciación de los adolescentes ante el tabaquismo podría explicarse por diversos aspectos asociados a esta etapa de desarrollo, como el deseo de adoptar roles de adultos y las fuertes presiones sociales que caracterizan la adolescencia. Estas presiones sociales, las cuales parecen desempeñar un papel muy importante en el inicio de la conducta de fumar, incluyen la imitación de los padres, de modelos de adultos en la cotidianidad que lo admite, en los medios de comunicación, la publicidad y muy especial las presiones normativas de los grupos.