Se presenta un análisis de la labor del Obispo Díaz de Espada en la esfera de la salud, en La Habana colonial. El pontífice, que sufrió la afección de fiebre amarilla; dedicó parte de su vida a desarrollar una labor salubrista en La Villa de San Cristóbal de La Habana junto al Dr. Tomás Romay. Se consultaron varios textos referentes al tema, bibliografía que resulta escasa dado los estudios de la época y el tiempo transcurrido; se pudo constatar la existencia de una reforma científica desarrollada por Espada, miembro de la generación ilustrada en Cuba.