La conducta suicida es causa frecuente de defunción a nivel mundial, por lo que el suicidio, a pesar de su carácter individual, está considerado como un grave problema de salud en casi todos los países. Se considera conducta suicida a todo acto cometido en perjuicio de quien lo ejecuta, con diverso grado de intento letal, e incluye el intento suicida y el suicidio consumado. Esta se conoce desde la misma existencia del hombre.