Profilaxis
de la enfermedad de Chagas
Con
relación a las medidas mas plausibles para la prevención de la
tripanosoma cruzi humana siguen en pie las proposiciones formuladas en
1938 por Salvador Mazza en el VI Congreso Nacional de Medicina ( Córdoba),
ampliadas por Mazza y Jorg en 1940 y reiteradas por Jorg en 1959 en el
6to Congreso Medico Social de la Confederación Medica Panamericana, que
pueden enunciarse en los siguientes principios generales con proyección
sanitaria:
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Ha
de procederse a un estudio y a medidas de acción general para
lograr la modificación fundamental de la vivienda rural y ciudadana
infestada por vinchucas o susceptible de serlo. Comprende la
erradicación del rancho con todas sus implicancias de deformación
social y familiar y la creación de modelos de habitaciones higiénicas
adaptadas tanto a las posibilidades materiales y económicas, como
al uso, clima y particularidad de cada región y cada comunidad.
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Ha
de ponerse en marcha un programa y una acción de Educación
Sanitaria, en todos los niveles y por todos los medios, inicial y
fundamentalmente por el escolar y el trabajo social-sanitario
directo, hasta llevar el conocimiento de la enfermedad, sus riesgos
y su profilaxis, a la mayor masa de población posible.
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Tratar
de cortar la cadena morbígena, actuando sobre el punto mas
accesible: impedir el desarrollo domiciliario y destruir la vinchuca
en todos sus periodos de desarrollo en la habitación humana y su
entorno, con un insecticida lo mas especifico posible, de acción
prolongada, residual, de costo accesible y de mínimo riesgo de
toxicidad para el hombre y los animales domésticos.
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modificación
del biotopo peridomiciliario para alejar los hospedadores y
transmisores silvestres de la vivienda humana; además para evitar
durante los rociados insecticidas de las casas, las vinchucas
encuentren refugio en el entorno y, en suma, para crear, en todo
alcance, condiciones ecológicas generales adversas para la
perpetración de la cadena morbígena de la tripanosoma cruzi.
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