Criminologia de la salud mental. El diagnostico de la personalidad y los criterios patologicos
Autor: Wael Hikal | Publicado:  11/02/2009 | Psiquiatria , Medicina Forense y Legal , Psicologia | |
Criminologia de la salud mental. El diagnostico de la personalidad y los criterios patologicos.2


Criminología clínica

 

Después de ver lo anterior es necesario conocer de este tema por la importancia que tendrá para el Criminólogo o Psicólogo en la descomposición y reconstrucción de la personalidad de los delincuentes. Todas las ideas o corrientes de las Criminologías especializadas en el estudio humano, surgen de esta Criminología; la Clínica, engloba todas estas áreas: Criminología de la Anormalidad, Criminología del Desarrollo, Criminología de la Personalidad, Criminología Psicoanalítica y Criminología Conductual.

 

Pedro José Peñaloza (2004), señala que la Criminología Clínica considera que el delito es una conducta patológica y anormal que daña y destruye, es la conducta de un individuo enfermo social que a través de la pena debe ser curado y rehabilitado socialmente.

 

La Criminología Clínica es la ciencia que se encarga del diagnóstico y tratamiento de los antisociales. Esta Criminología intenta dar una explicación exhaustiva a cada caso, considerando al ser humano como un ser biológico, psicológico, social e individual. La Criminología Clínica es el diagnóstico y tratamiento de los problemas interiores y conductuales, como los trastornos mentales, antisocialidad, alcoholismo, problemas familiares, etc. Estudia los factores que llevaron al sujeto a cometer una conducta antisocial, no se estudia la generalidad, sino cada caso particular.

 

Señala adecuadamente el Dr. Rafael Moreno González (1996) que a la clínica criminológica le interesan todos aquellos métodos que permiten conocer las variedades de la personalidad del delincuente y de su conducta criminal, los que investiguen sus disposiciones, sus relaciones con el mundo circundante y con su propio “yo”, para que se lleve a cabo su determinación tipológica, su pronóstico y la fijación de las medidas terapéuticas que han de aplicársele.

 

Para Roberto Bergalli (1982), la Criminología Clínica es la tentativa práctica de hacer Medicina y Psicología. El Criminólogo clínico tiene como labor el observar, diagnosticar y pronosticar al paciente:

 

·         Observación: se usa para concentrarnos en el sujeto de estudio;

·         Diagnóstico criminológico: se utiliza para establecer el grado de peligrosidad de un individuo; y

·         Pronóstico criminológico: se trata de predecir la peligrosidad y futura conducta del sujeto.

 

Para determinar lo anterior, se toman en cuenta los componentes de la personalidad antisocial y los factores criminógenos, a mayor cantidad de éstos será mayor su peligrosidad y viceversa. Por ello, la Criminología busca en cualquier momento eliminar las condiciones que favorezcan a la comisión de una conducta antisocial.

 


Diagnóstico clínico de la personalidad antisocial

 

 

Egocentrismo

 

Egocentrismo es el sobrevalor exagerado de la propia personalidad, considerada como el centro de atención de todo momento y situación. El sujeto está preocupado por él y comúnmente indiferente hacia los demás. El egocentrismo se presenta de tres maneras:

 

1. Egocentrismo intelectual. En el que se exageran los propios pensamientos e ideas, de forma que no se aceptan las ideas de otras personas. Intenta imponer a los demás;

2. Egocentrismo afectivo. Es en el que se intenta depositar la atención, el cariño y el cuidado de los que rodean al sujeto; si no lo logra, se muestra disgustado y celoso; y

3. Egocentrismo social. En éste se busca ser el centro de atención, tener el papel de estrella y de víctima, el que tiene la autoridad, el líder.

 

Los sujetos antisociales frecuentemente carecen de empatía y tienden a ser insensibles, desvergonzados y a menospreciar los sentimientos, derechos y penas de los demás. Pueden tener un concepto de sí mismos vanidoso y orgulloso (pensar que ciertas cosas no están a su altura) y pueden ser excesivamente tercos e independientes.

 


Agresividad

 

Nuevamente el psicólogo Roberto Tocaven (1991) proporciona información sobre el tema y apunta que la agresión constituye una fuerza básica inherente al hombre y necesaria para su supervivencia, es una característica normal del hombre con valores positivos y negativos. Se pueden distinguir dos tipos de agresividad:

 

1. La positiva. Cuando comprende la autoafirmación y dominación necesaria para realizar un objetivo social aceptable; y

2. La negativa. Cuando toma la forma de hostilidad y se expresa de manera incompatible con las pautas de conducta aceptas (Tocaven, 1991).

 


Labilidad

 

Lábil es aquello que se resbala o se escurre con facilidad. Una persona lábil es poco estable, poco firme en su carácter. Indica su modo que consiste en ser inestable respecto a las emociones y a su cambio de pareja, de trabajo, de lugar, etc.

 


Indiferencia afectiva

 

La indiferencia afectiva es la ausencia de sentimiento, consiste en la distorsión de expresión de las emociones. También es llamada como aplanamiento afectivo, falta de emotividad o inhibición de los afectos.

 


Conclusión

 

En general, los trastornos de la personalidad afectan la cognición (formas de percibir e interpretarse a uno mismo, a los demás y a los acontecimientos), la afectividad (la intensidad, labilidad y adecuación de la respuesta emocional), la actividad interpersonal y control de los impulsos. Siendo el patrón de comportamiento antisocial uno de los más problemáticos de todos (dentro de los trastornos de la personalidad), podrá tener características de otros trastornos; por ejemplo, la desconfianza y suspicacia del paranoide; el aislamiento e indiferencia del esquizoide; el cambio de parejas frecuentemente así como el dependiente o el límite, el egocentrismo y la falta de empatía del narcisista o del histriónico, entre otros.

 


Referencias

 

  1. Apuntes de la cátedra “Psicología Criminológica l”. (2005). Universidad Autónoma de Nuevo León. México.
  2. Baratta, Alessandro. Criminología Crítica y crítica al Derecho Penal. 8ª  ed. Siglo Veintiuno. (2004). México.
  3. Brainsky, Simón. Manual de Psicología y Psicopatología Dinámica. 3ª ed., El Áncora. (2003). Bogotá.

4.     Kalish, Richard A. Psicología de la Conducta Humana. Volumen 6. Paidós. (1978). Buenos Aires.

5.     Moreno González, L. Rafael. Notas de un Criminalista. 2ª ed. Porrúa. (1996). México.

6.     Orellana Wiarco, Octavio A. Manual de Criminología. 9ª ed. Porrúa (2002). México, 2002.

7.     Peñaloza, Pedro José. Prevención social del delito. Porrúa. (2004). México.

8.     Rodríguez Manzanera, Luis. Criminología Clínica. Porrúa. (2005). México.

9.     Tocavén García, Roberto, Elementos de Criminología Infanto-Juvenil. Porrúa (1991). México.

 

 


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