Combatientes internacionalistas por la salud de los pueblos. Desastre natural de Vargas
Autor: Dra. Belkis Maceo Wilson | Publicado:  27/07/2009 | Otras Especialidades , Medicina de Urgencias | |
Combatientes internacionalistas por la salud de los pueblos. Desastre natural de Vargas.1

Combatientes internacionalistas por la salud de los pueblos. Desastre natural de Vargas

 

Dra. Belkis Maceo Wilson

 

Especialista de Primer Grado en Medicina General Integral. Profesor Asistente. Facultad de Medicina 10 de Octubre. Ciudad de la Habana. Cuba.

 

Instituto Superior de Ciencias Médicas de La Habana. Facultad de Medicina 10 de octubre. Ciudad Habana. Cuba.

 

Trabajo referativo para alcanzar la categoría docente de profesor asistente.

 

I. Introducción:

 

Los médicos y otros trabajadores de la salud de Cuba desde hace más de 40 años brindan sus servicios en muchas partes del mundo; como muestra de un principio inherente a nuestra revolución: “El Internacionalismo”, donde se ha puesto a toda prueba la capacidad para realizar con éxito la misión en muy difíciles condiciones, con gran entrega, consagración, mística y altruismo a esta tarea tan humana y solidaria.

 

Ante la tragedia del estado Vargas. Permítaseme hacer mención a un pasaje de José Martí escrito en el Busto del Apóstol, ubicado en la Parroquia Altagracia de Caracas.

 

Deme Venezuela

En Qué Servirla

Ella Tiene En Mí

Un Hijo

 

José Martí

 

Una vez más Cuba extiende su mano amiga, porque la tierra de Martí por naturaleza es solidaria.

 

La primera quincena de Diciembre del 1999 será inolvidable en la historia contemporánea de Venezuela. Entre el primero y el dieciséis de Diciembre, el pueblo Venezolano enfrento la peor tragedia de su historia. En solo dieciséis días las copiosas lluvias superó en varias ocasiones los récords establecidos para la fecha y las informaciones de las instituciones especializadas registraron 120.410 mm de precipitaciones. Según las cifras oficiales más de 400 mil personas resultaron afectadas, cerca de 85 mil fueron damnificadas y casi 100 mil viviendas resultaron dañadas, de las cuales 26 mil fueron totalmente destruidas. El estado más afectado fue Vargas, seguido de Miranda, Falcón, Anzoátegui, Nueva Esparta, Zulia y Sucre. Nunca antes, en tan poco tiempo la naturaleza puso a prueba la entereza, la sabiduría, y la valentía de un pueblo para enfrentar un desastre natural sin precedentes en la historia. (1).

 

Los problemas provocados por la catástrofe natural se convirtieron en los principales peligros para la salud y la vida de la población. La falta de agua que afecto a más de 600 mil personas después de las inundaciones, devino una de las grandes secuelas y de las causas del consumo de aguas no seguras. Una parte importante de los alcantarillados de las zonas afectadas quedo dañada y provoco las obstrucciones y desbordamiento de aguas negras y contaminadas. A lo anterior se añade el colapso de los servicios básicos, el hacinamiento en albergues y en casas de familias, junto a las migraciones de la población. (2).

 

Los servicios de salud sufrieron igualmente severos daños, de los casi 300 centros asistenciales fueron afectados total o parcialmente. Ello significó que fueron afectados el 26% de los hospitales y el 36% de los centros ambulatorios de los ocho estados involucrados en la catástrofe natural. La situación de salud en las zonas afectadas se caracterizo por el aumento exponencial de enfermedades diarreicas, respiratorias y síndromes virales, a lo que se agrego el peligro constante de propagación de cólera, dengue, y malaria. Al mismo tiempo como suele suceder en estas emergencias, comenzaron a proliferar de manera significativa vectores (moscas, roedores, mosquitos y otros) que se convirtieron en peligros portadores de todo tipo de enfermedades: En estas complejas condiciones se creó un escenario social natural y epidemiológico propenso para la propagación de enfermedades y epidemias que exigían la acción ágil, oportuna y profesional de personal especializado, con un enfoque medico de emergencista sistémico, que les permitiera enfrentar los enormes problemas creados de forma multifacético y permitiera disminuir los costos humanos y materiales provocados por la naturaleza. (2).

 

Ante un desastre de esta magnitud y como era de esperar, la comunidad internacional de inmediato respondió de manera solidaria para ayudar al hermano pueblo venezolano: De inmediato llego la ayuda de Colombia, Canadá, Brasil, y Estados Unidos. El pueblo y el gobierno Cubano, como ya es una tradición fueron de los primeros en enviar ayuda humana y material para contribuir a superar la crisis. El 17 de diciembre arribo el primer contingente de 64 integrantes del personal de la salud, que en solo una semana, el 22 de diciembre se elevo a la cifra de 454 personas distribuidos en 57 brigadas integrales, con experiencias y entrenadas. El personal médico estuvo integrado por 79 médicos especialistas en MGI, 56 epidemiólogos, 21 clínicos, 25 pediatras, 38 obstetras, 11 cirujanos, 12 anestesistas 1 nefrólogos, 12 ortopédicos, 126 enfermeras y 73 técnicos de la salud. En correspondencia se ubicaron esencialmente en los estados de Vargas, Miranda, Distrito Federal y Zulia. La presencia de los galenos en este último estado fue en respuesta a una solicitud personal del entonces gobernador Francisco Arias Cárdenas, quien los recibió a su llegada en esa región. En estos estados los cubanos desarrollaron su actividad en la zona de Catia la Mar, Caraballeda, Naiquatá, La Guaira, Macuto, Maiquetía, Carayaca, Mara, Caruao, Maracaibo, Páez, Colon, Caucagua, Río Chico, San José de Barlovento, Ocumare y Caracas. La colaboración especializada arribo con una significativa ayuda material que incluyo entre otras cosas varias toneladas de medicamentos, equipos médicos, tiendas de campaña, plantas eléctricas y otros recursos necesarios para enfrentar la emergencia.

 

El personal de salud cubano fue a laboral en las zonas más complicadas, rurales con grandes riesgos y en las que de forma temporal o parcial no había cobertura médica. Trabajaron solos o en estrecha colaboración con algunos médicos venezolanos, pero siempre en una lógica e intima cooperación con los representantes de las Fuerzas Armadas, el Ministerio de Salud y Asistencia Social, las gobernaciones, alcaldías, las instituciones de la defensa civil y múltiples voluntarios venezolanos. La abnegación y la dedicación de nuestros profesionales como valor inherente a nuestra conciencia revolucionaria, generó hermosa muestra de amistad y hermandad entre ellos y las comunidades afectadas, que demostró una vez más que la amistad existente entre ambos pueblos es indestructible. (2).  


II. Objetivos:

 

Objetivo General:

 

Significar la participación de la colaboración médica cubana en la etapa de emergencia por el desastre natural de Vargas y PIS. Venezuela; en el periodo de Diciembre 1999 - 2000.


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