Envejecimiento, calidad de vida y cuidado enfermero
Autor: Lic. Manuel José Boggio Juárez | Publicado:  26/10/2009 | Enfermeria , Geriatria y Gerontologia | |
Envejecimiento, calidad de vida y cuidado enfermero.3

Cuidado Enfermero (a).

 

El adulto mayor requiere de un cuidado transdiciplinario efectivo, que incluya no sólo la recuperación sino también y, muy destacadamente, la promoción de su salud, el crecimiento individual y familiar. Es en este contexto general donde la profesional de enfermería debe entregar su contribución específica complementando a la ciencia del curar. La enfermería profesional se inserta de esta manera con su propia perspectiva en el cuidado integral del adulto mayor por lo que es necesario fortalecer desde el pregrado los fundamentos que sustentan el cuidado humanizado del adulto mayor y la formación técnico-profesional de sus cuidadores formales e informales.

 

En el estado de salud de un adulto mayor influyen distintos factores tales como: influencia genética, habilidades cognoscitivas, edad, sexo, ambiente, estilos de vida, localización geográfica, cultura, religión, estándar de vida, creencias y prácticas de salud, experiencias previas de salud, sistemas de apoyo, entre otras dimensiones. Al valorar a un adulto mayor es necesario hacerlo en una perspectiva integral para identificar los problemas físicos, psicológicos y sociales que presentan ellos y sus cuidadores.

 

Es así como el personal de enfermería debe recibir capacitación especial, entender y comprender profundamente el proceso de envejecimiento, los cuidados de enfermería y el acompañamiento que el anciano exige. La enseñanza de la geriatría y la gerontología en las Escuelas de Enfermería de pregrado y en la formación continua de las enfermeras especialistas debe ser considerada esencial para responder de una mejor manera a los cambios que enfrenta nuestro país en particular en lo referido al aumento de los adultos mayores y al incremento de la calidad de los cuidados otorgados a este grupo etáreo. (9).

 

La adaptación al envejecimiento no es tarea fácil para los adultos mayores y requiere que los profesionales que participan en su cuidado se caractericen por una muy especial vocación y amor al trabajo con este grupo etáreo, lo que se traduce en una actitud que trasunta valores como: el respeto por el otro, la autonomía y la compasión para brindar cuidados humanizados al adulto mayor y que se extiende también a su grupo directo de cuidadores.

 

El propósito de la enfermería geronto-geriátrica es ayudar al adulto mayor y sus cuidadores a enfrentar el proceso de envejecimiento, entendiéndolo como proceso natural y adaptativo e interviniendo en maximizar sus fuentes de poder. Para Miller (7)  las fuentes de poder son la fuerza física, la reserva psicológica y social, el concepto de sí mismo y su autoestima, la energía, el conocimiento, la motivación y las creencias.

 

Para lograr lo anterior se requieren de profesionales de enfermería que se destaquen por sus actitudes, habilidades y valores en el campo de la ética, la actitud humanitaria, la sensibilidad, el respeto y el amor al adulto mayor y el interés por el desarrollo profesional basado en la investigación continua.

 

Puede desprenderse de lo anterior muy claramente que enfermería es “la ciencia del cuidado profesional” (Rivera, 2000), lo que significa que la enfermera guía el cuidado planificado de los seres humanos a través de un proceso intencional que abarca aspectos de la promoción y prevención de las enfermedades, proceso de salud-enfermedad y la muerte. El “cuidar” la salud de las personas implica tener un amplio conocimiento y sustento teóricos de los fenómenos relativos a la salud y la enfermedad, que es generado desde la propia disciplina de enfermería, a través de sus modelos y teorías y también desde el aporte de las ciencias relacionadas con el cuidado de los seres humanos como la medicina, psicología, entre otras. (10).

 

Se espera, además, que las personas que cuidan ancianos -enfermeras, médicos, nutricionistas, terapeutas, etc.-, posean características especiales y una gran dosis de amor, humanitarismo tolerancia, paciencia y respeto. Sin olvidar que la enfermera se convierte en protectora o guardiana del sujeto en estado de indefensión, en este caso el anciano, el cuidado de enfermería debe incluir durante el periodo de hospitalización el diagnóstico no sólo de su condición clínica sino también de su situación afectiva y familiar. De suerte, que debe preocuparse por prolongar el cuidado del hospital a la casa, tratando en lo posible, de que la familia o responsable defina quién se hará cargo de su cuidado cuando abandone la institución de salud, bien sea en casa o en una institución de cuidado intermedio.

 

La preparación de la vejez en la edad adulta facilita el proceso de adaptación, la identificación de objetivos a corto, mediano y largo plazo, y facilita llegar a una vejez consciente de que la vejez le da sentido a la juventud y le refuerza que ésta es parte de la vida. Una vida llena de lindos y estimulantes recuerdos de la juventud le permitirá recordarse con una bella sonrisa en la vejez. Por último, es importante recordar que el anciano siente infinita preferencia por las golosinas, los alimentos blandos, que no exijan grandes esfuerzos de masticación, las porciones pequeñas, adora la compañía a la hora de comer; tiene tantas historias para contar… no recuerda que hizo esta mañana, pero recuerda que hizo hace 40 años!!!. Tampoco tiene prisa; no oye bien, ni ve bien, pero está lleno de la sabiduría que le ha dado la vida; tiene derecho a la ternura, a la tolerancia, al amor y, es el espejo de lo que usted será en pocos o muchos años…

 

Referencias bibliográficas

 

  1. Factores psicológicos intervinientes en la calidad de vida de personas n la etapa de la vejez. Consultado julio 5 de 2005. En: http://www. monografias. com/ trabajos 14/ Psicol. vejez. shtml.
  2. Birren JE. Emergent theories of aging. New York: Springer, 1988
  3. Bazo MT. Vejez dependiente, políticas y calidad de vida. Papers 56, 1998; 143-61.
  4. Papalia, D. (1.997). Desarrollo Humano. Ediciones McGraw – Hill. Interamericana. Santa Fe, Colombia.
  5. Gracia Guillén D. Ética de la calidad de vida. Cuadernos del Programa Regional de Bioética. OPS No. 2, 1996, p. 41-59.
  6. Havighurst RJ, Neugarten BL, Tobin SS. In: Kane RA & Kane RL Assessing the elderly: A practical guide to measurement. Lexington, Mass.: Lexington Books. 1981. p.174-89.
  7. Mishara, B.L. (1.986). El proceso de envejecimiento. 1ra. Edición, ediciones Morantá. Madrid.
  8. Seidell, MH. Ball,WJ. Dains, EJ. y Benedict, WG. (1997). Manual Exploración Física.” Editorial Harcovat Bracet tercera edición Capítulos del 1-18  pág. 1-724 España.
  9. Lange I, Reyes A, Zavala M, Arechabala C. Formación de los estudiantes de Pregrado en Enfermería Gerontológica en Chile. En Libro de Resumen del Primer Congreso Iberoamericano de Enfermería Gerontogeriátrica, Logroño, España 2000; pág 175-80.
  10. Rivera, MS. (2000). Cuidar como arte de enfermería Clase magistral dictada a alumnos de postítulo en enfermería PUC.


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