La historia de vida desde la antropologia
Autor: Msc. Omaira Ramírez | Publicado:  27/10/2009 | Otras Especialidades | |
La historia de vida desde la antropologia.3

En este sentido, el investigador debe tener claridad sobre las formas de registro de la información y las técnicas a utilizar, que solo es posible integrando la naturaleza del ámbito social estudiado y el como se relacionan los diferentes miembros del grupo en ese entorno, y así de esta manera el investigador se convertirá en un observador participante a quien los investigados, una vez lograda la interacción sociocultural y lingüística puedan estar en condiciones de aportar la información deseada. El registro es selectivo y siempre implica una interpretación por mínimo que sea lo que se registre y como se registra, dependerá en gran medida de los propósitos y prioridades de la investigación y de las condiciones en que esta se lleve a cabo.

 

De allí la importancia de que el etnógrafo debe permanecer el tiempo suficiente en el escenario de investigación, tener la oportunidad de vivenciar y observar lo que sucede en repetidas ocasiones e ir descubriendo el significado de los hechos, aprendiendo hasta que llega un momento en que los acontecimientos se repiten y nos aportan información nueva. Esto es lo que Bertaux (1980) llamo “el mundo de saturación que valida la observación etnográfica”.

 

De los métodos de investigación cualitativa, quizás sea la historia de vida el que mejor permita a un investigador acceder a ver como los individuos crean y reflejan el mundo social que les rodea. La metodología de la historia de vida ofrece un marco interpretativo a través del cual el sentido de la experiencia humana se revela en relatos personales en un modo que da prioridad a las explicaciones individuales de las acciones mas que a los métodos que faltan y ordenan las respuestas en categorías conceptuales, predeterminadas fases ( Ruiz, 1999:147).

 

Entendemos por historia de vida, el relato autobiográfico obtenido por el investigador mediante entrevistas sucesivas, en las que el objetivo es mostrar el testimonio subjetivo de una persona en las que se recojan tanto los acontecimientos como las valoraciones que dicha persona hace de su propia existencia. En la historia de vida, el investigador es solamente el inductor de la narración, su transcriptor y también, el encargado de “retocar” el texto, tanto para ordenar la información del relato obtenido en las diferentes sesiones de entrevista como el responsable de sugerir al historiado la necesidad de cubrir los espacios informativos olvidados por el sujeto. Señala Pujadas (1992), que en la etapa de publicación de la narrativa, el investigador podrá según las circunstancias hacer retoques ulteriores al texto (siempre de común acuerdo con el informante), en el sentido de reducirlo extrayendo reiteraciones. También será el encargado de establecer las convenciones del texto: la puntuación, la representación de los énfasis, de los silencios y de las dudas, así como la transcripción de las peculiaridades fonéticas y morfosintácticas del habla del sujeto.

 

Las historias de vida aunque no aporten más que un testimonio individual sobre un determinado problema o sobre un determinado grupo humano cumplen una función de primera magnitud para el desarrollo de la dimensión cualitativa en las ciencias sociales. Igualmente, teniendo en cuenta no solo los tiempos sino los espacios, las historias de vida son los escenarios de los discursos particulares que surgen a pesar de los discursos de los medios de comunicación o de formación de masas. Porque los discursos, las historias particulares, son historias de experiencias, de saberes prácticos que los medios de comunicación de masas no hacen circular salvo convertidos en espectáculo-mercancía (Santamarinas y Marinas; 1998. 261).

 

La aplicación de la historia de vida como perspectiva en la que convergen distintas disciplinas y tradiciones de investigación, requiere la atención del contexto concreto, tal como lo señala Santamarinas y Marinas (1998) “como son las formas de intercambio y circulación de la memoria y de las experiencias en el interior de la cultura mediática del espectáculo o de la dominación” (Pág. 261). Cultura que reinventa la figura supuestamente universal de los receptores, de los segmentos de los públicos. Las formas de relato, orientadas a la comunicación de experiencias tocan a su fin. La historia de vida como historia de particular es fundamentalmente la comunicación de una sabiduría practica, de un saber de vida y de experiencia.

 

La historia de vida se apoya fundamentalmente en el relato que un individuo hace de su vida, o de aspectos específicos de ella, de su relación con la realidad social, de los modos como interpreta los contextos y define las situaciones en las que el ha participado, pero esto no significa que la investigación acepte al pie de la letra todo lo que el entrevistado refiere que es fiel, no a la realidad objetiva sino a la propia experiencia del sujeto.

 

La calidad de las historias de vida tiene que ver con la construcción del objeto de estudio y las dimensiones del mismo que sirven como referencia. Al respecto, Córdova, V (1990) se identifica con Bertaux denominando estas dimensiones como socio-estructural y socio-simbólica. La socio-cultural aquella que esta dada en la vida social, constituye la dimensión de la economía, de la política, de lo social que de alguna manera esta establecido, en cambio la dimensión socio-simbólica es mas complicada porque pertenece mas al individuo, aquí hay que tomar en cuenta todo lo que el simboliza, como negocia su relación con lo dado, con lo estructurado, es decir, de que manera se vincula con lo económico, lo político, lo social, lo institucional y lo jurídico y como se define allí su papel con respecto a estas dimensiones no solo en términos objetivos sino como el individuo se imagina desde el punto de vista subjetivo, lo que representa para si las escalas de significación y el sentido que esto tiene.

 

En la historia de vida o autobiografía sociológica, el investigador trata de aprender las experiencias destacadas de la vida de una persona y las definiciones que esa persona aplica a tales experiencias. La historia de vida presenta la visión de su propia vida que tiene la persona en sus palabras, en gran medida como una autobiografía común.

 

Al respecto, Salazar, M (2004) expresa que la decisión de construir una historia de vida nunca se hace en abstracto, dado que inmediatamente surgiría la cuestión de quien será el sujeto elegido para representar el papel del protagonista de una historia que responda a las expectativas y propósitos de la investigación.

 

El interés de estos aportes relacionados con la historia de vida es, mostrar la versatilidad de la técnica biográfica, capaz de adaptarse a diseños de investigación muy distintos, rescatando uno de los rasgos esenciales, incluso para estudios de orientación positivista. Cabe destacar que los relatos biográficos constituyen una técnica de recopilación y análisis de fenómenos sociales, que pueden ser utilizados desde diferentes metodologías y concepciones epistemológicas, sin hacer planteamientos exclusivistas en ningún sentido.

 

En la historia de vida se presenta un trabajo de construcción textual que hilvana cronológica o temáticamente un discurso basado exclusivamente en sesiones de entrevista entre sujeto e investigador; es decir, recoger, deconstruir y reconstruir, y luego presentar siendo que el objetivo del investigador es que este proceso de manipulación textual respete la literalidad de las intenciones y motivaciones del sujeto.

 

Referencias bibliográficas

 

1.     ACEVES, J (1998). Historia Oral y de vida: del recurso técnico a la experiencia de investigación. Editorial. Addison Wesley. México

2.     AGUIRRE, A (1997) Etnografía. Metodología Cualitativa en la investigación socio-cultural. Alfa Omega. México

3.     BERTAUX D (1980). L’ aproveche biolografique sa validite. Methodologique.ses.potencialitis. Traductor: Jesús Rivero. Francia

4.     CORDOVA, V (1990) Historias de Vida. Fondo editorial Tropikos. Caracas.

5.     GALINDO, L (1998). Etnografía. El oficio de la mirada y el sentido. Editorial Addison Wesley, México.

6.     LUCAS, H (1996) El hombre espíritu encarnado. Compendio de filosofía del hombre. Editorial. Sígueme. Salamanca. España.

7.     MARTINEZ, M (2007) Evaluación Cualitativa de Programas. Editorial Trillas. México

8.     PUJADAS, J (1992) El Método Biográfico: El uso de las Historias de Vida en las Ciencias Sociales. Colección de Cuadernos Metodológicos No 5. Centro de Investigaciones Sociológicas. Madrid. España.

9.     RODRIGUEZ, E (2003) Antropología. Curso Básico. 2 reimpresión. Editorial El Búho. Bogotá. Colombia.

10.   RODRIGUEZ, G, GIL, J Y GARCIA, E (1996) Metodología de la Investigación Cualitativa. Ediciones Aljibe. Barcelona. España.

11.   RUIZ, J (1999). Metodología de la Investigación Cualitativa. 2da Edición. Universidad de Deusto. Bilbao

12.   SALAZAR, M (2004) De la adicción a la reincorporación social. Historia de vida. Visión educativa. Dirección de medios y publicaciones. Universidad de Carabobo. Valencia

13.   SANTAMARINAS C y MARINAS, J (1998) Historia de Vida e Historia Oral. Métodos y Técnicas Cualitativas de Investigación en Ciencias Sociales. Editorial Síntesis. Madrid. España.

14.   TEZANOS, A (2000). Una Etnografía de la Etnografía. Ediciones Antropos. Santa Fe de Bogota. Colombia


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