Humanizacion del cuidado de Enfermeria. Un reto de la Gerencia de Enfermeria
Autor: Lic. Vilma Reyes | Publicado:  25/05/2010 | Enfermeria , Gestion Sanitaria | |
Humanizacion del cuidado de Enfermeria. Un reto de la Gerencia de Enfermeria .2

La dedicación es fundamental para el cuidado; cuando esta acaba, el cuidado también. El cuidado se desarrolla en un proceso de interacción y de superar obstáculos y dificultades. De igual manera (6), la profesión de Enfermería es la que define comportamientos, estilos y sistemas de vida, desempeños particulares y colectivos, integrantes de una sociedad con responsabilidades, deberes y derechos que la sociedad ha asignado y que hemos aceptado ; sin embargo, a pesar de que diferentes teorías de cuidado que promuevan el cuidado humanizado, tales como los que se vienen desarrollando y aplicando en el quehacer de la persona; éstas parecen no ser comprendidos y aplicados suficientemente, toda vez que las quejas recibidas por los tribunales de ética de Enfermería relacionadas con la falta de sensibilidad, abundan y son cada vez más lamentables y preocupantes.

En la actualidad, el comportamiento y la actuación de algunos profesionales de salud, podría decirse que están carentes de afecto hacia el prójimo, aunque no sólo Enfermería, sino también los otros profesionales del equipo de salud, tanto es así que en las instituciones públicas y privadas, los casos éticos legales son numerosas, las demandas por falta de atención oportuna y eficaz, que ponen en una balanza de opiniones colectivas el desmejorado ejercicio en sus funciones. Por otra parte, la ausencia de líderes y gerentes eficaces que pareciera que la inactividad es más importante que el cuidado humano, ponen en relieve la actitud de éstos profesionales, ya que la seguridad, la ausencia de insumos, el hacinamiento de pacientes y la falta de personal para atender el volumen de usuarios que acuden a los hospitales es insuficiente y en muchos casos nulos.

De ahí que, las instituciones hospitalarias están impregnadas del modelo fragmentado y funcional y curativo, reduciendo lo humano a lo biológico, alejando el trabajo de las enfermeras de su visión humanista y holística del cuidado; las mismas, como subsistemas sociales, cumplen la función de socializar a los individuos con pautas, normas establecidas, adaptándolos e integrándolos a los sistemas, de esta forma el cuidado holístico se ve dificultado por las múltiples tareas delegadas del tipo funcional quedando relegado las acciones como la comunicación eficaz y el interactuar con el paciente y familia (7). Este cuidado es concebido a partir de normas, expedientes, rutinas y patrones de conducta desde que las familias entran a los centros de salud; sintiendo la necesidad de que los cuidados sean significativos, en donde el escuchar, la empatía y el afecto se consideren tan importantes como los aspectos técnicos del quehacer de Enfermería, los cuales deben basarse en la reciprocidad, ayudando al paciente a aumentar su armonía en mente, cuerpo y alma ; desde este punto de vista, se requiere que la enfermera sea científica, académica y clínica, un agente humanitario y moral como partícipe en las transformaciones del cuidado humano.

Estando de acuerdo en parte por esta opinión los procedimientos administrativos para el ingreso de pacientes en las instituciones de salud, resultan engorrosas para el paciente y su familia, ya que en múltiples oportunidades se observa la actitud ante un ingreso, donde Enfermería hasta no tener una historia, tarda en la realización de un acto humanitario a favor de la salud del usuario, como es aliviar el dolor en caso de una emergencia. Esto en realidad es la norma, todos sabemos que se deben administrar y realizar procedimientos que estén indicados por escrito; pero también hay excepciones, donde la vida del paciente no puede esperar por estos. La pregunta siempre es ¿Acaso no estamos facultadas para detectar en un paciente la necesidad de atender su urgencia inmediata? ¿Es justo y humanitario que nos hagamos insensibles ante éstos hechos? ¿Y si fuera uno de los nuestros?, los que amamos, los que conocemos… Es por estas razones que la interacción enfermera paciente cada vez está más distanciada, nuestra razón de ser muchas veces se ve infravalorada tanto por los modelos administrativos así como también, por la ausencia de humanidad y valores espirituales.

El mantenimiento de las necesidades espirituales son componentes que con frecuencia son desatendidas en el cuidado holístico que se le ofrece al enfermo, se debe discutir el cuidado espiritual dentro del concepto holístico como medio para humanizar en el arte de cuidar desde un enfoque educativo, el cual está dirigido a la orientación biológica y psicológica, concluyendo que es necesario integrar éstos conceptos en los programas educativos a través de estudios adicionales que identifiquen los beneficios de integrar la espiritualidad como arte para humanizar y mantener así el nivel de bienestar optimo al paciente (8); así mismo, no puede ser bendecido quien no tiene calidad humana, nunca se debe tratar mal a otra persona, ya que la calidad humana es cuidar nuestros vínculos con los demás, en las situaciones agradables o no que estemos viviendo, debemos aplicar herramientas que rehagan nuestros vínculos humanos.

En la actualidad todos hablan de calidad de sistemas, mas no de calidad humana, dar consuelo, animo y afecto es más fácil que organizar un sistema. Nada nos hace más humanos que comprender, escuchar con todo el cuerpo, la comunicación en el ser humano es setenta (70) % no verbal, no importa lo que se dice sino como se dice, es decir, que cada persona que conozcamos tiene algo superior a nosotros, por eso hay que escucharlos, respetarlos y protegerlos (9) Ahora bien, la enfermera necesita una revolución humanística que la vuelva en su función cuidadora; más que función cuidadora sería asistencial con calor humano, sin descuidar el compromiso ético, científico y filosófico, es por ello, que dentro de nuestras funciones de educación y monitoreo a los estudiantes de pregrado y al profesional novel, el reconocimiento del valor del cuidado humano en Enfermería surge desde siempre.(10)

Así mismo, las relaciones interpersonales dentro del proceso de cuidados del individuo, la importancia a los sentimientos de nuestros semejantes y la responsabilidad de cuidar no sólo pasa a ser un reto, sino también una de las tareas más difíciles, considerándose que muchas veces estos aspectos no son valorizados como se debería (11). En el caso del paciente quirúrgico, la humanización comienza en el preoperatorio, en donde el paciente debería recibir la información necesaria para reducir su ansiedad, estableciendo una comunicación afectiva siendo una de las maneras de conquistar la confianza del paciente, y así humanizar la atención. Es por razones como éstas, que debemos inculcar al profesional de Enfermería de nuevo ingreso que la comunicación e interacción con el paciente por medio del proceso de Enfermería son la fuente real de éxito para el logro del bienestar del mismo. (12)

La humanización del cuidado brindado por Enfermería procura ir más allá, intentando captar un sentido más amplio como una forma de expresión y. de relación con el otro ser y con el mundo, como una forma de vivir plenamente. Las ciencias humanas y las ciencias sociales pueden conducir y abrir nuevos horizontes para darle así un enfoque más humano y social a la Enfermería de hoy. Se requiere por tanto un rescate de las ciencias humanas dentro de la enseñanza de las ciencias sociales, crear un enlace entre éstas dos disciplinas, y de ésta manera lograr que los profesionales de la salud en formación adquieran y efectúen una aptitud acorde a los derechos del paciente, al secreto profesional, a principios y valores incorporados dentro del desarrollo moral del individuo que son aceptados, pero muchas veces olvidados dentro de la praxis del cuidado y de Enfermería. (13).
Desde el punto de vista filosófico y metodológico, se concluye tras la revisión de la literatura que trata la situación actual de las ciencias humanísticas y de Enfermería, ésta última ha dejado de poner el énfasis en los aspectos técnicos más propios de las ciencias naturales y biomédicas, para centrarse en el aspecto holístico como eje de actuación, que es lo que nos posiciona como disciplina independiente y nos acerca a una nueva dimensión, cada vez más próxima al campo de lo social y humano; partiendo del criterio de que la Enfermería actual más que un arte es una práctica científica con enfoque humanístico.(14)

Considerando todo lo antes expuesto, el profesional de Enfermería, como un ser social que se inserta en el campo de la salud, siendo su esencia, el cuidado humano, se puede medir a través de una variable donde se identifiquen cuales son las condiciones que se puedan abordar para determinar su sensibilidad humana, comenzando por ese ser social que está reflejado en su personalidad, es decir en si mismo, en su núcleo familiar, en las condicionantes de sus costumbres y tradiciones, del medio donde se desenvuelve, porque es el inicio y la experiencia en el campo laboral y en esta oportunidad se hace referencia al profesional de nuevo ingreso.


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