Parkinson
Autor: Dr. P. García Férriz | Publicado:  14/07/2010 | Neurologia | |
Parkinson .2

Capa IV. Capa granular interna

En esta capa sinaptan también las fibras talámicas de proyección específica.

Capa V. Capa piramidal interna

Está formada fundamentalmente por células piramidales de diferentes tamaños. Esta capa y la III son muy interesantes en el Parkinson.

Capa VI. Capa polimorfa

Los axones de sus células se introducen en la sustancia blanca formando las proyecciones corticotalámicas.

Significación funcional

Los impulsos aferentes a la corteza procedentes del tálamo se distribuyen principalmente en las capas receptoras, que son la II, III y IV, mientras que las fibras de proyección eferentes de la corteza surgen principalmente de las capas V y VI.

Fibras aferentes y fibras eferentes

Fibras aferentes

Las proyecciones talámicas específicas terminan en la lámina IV y en la parte inferior de la III. Los axones de las células de estas capas se ramifican a su vez sobre las dendritas apicales de las células piramidales de la capa V.

Las fibras aferentes proceden del tálamo. Contribuyen a la formación radiada. 1

Fibras eferentes

La corteza conecta con todos los centros subcorticales. Las fibras corticofugales se pueden clasificar en:

1. Fibras corticotalámicas. Proceden de la lámina VI.

2. Fibras corticoespinales

3. Fibras corticoestriadas

4. Fibras corticopontinas

5. Fibras corticobulbares

Localización cerebral

Las funciones del lenguaje hablado se hallan localizadas en el hemisferio izquierdo. Esto es aplicable no sólo a los individuos diestros, sino también al 80% de los zurdos, lo que ha venido a demostrar una asimetría funcional entre ambos hemisferios. Los trabajos de Wernicke demostraron también que lesiones en la parte posterior del giro temporal superior alteraban la comprensión de la palabra hablada.

Goldstein mantiene la teoría holística que preconiza el papel de toda la corteza cerebral en el desarrollo de las funciones del mismo. 1

En el área 4 o área de Brodman, se origina el 30% de las fibras corticoespinales. Su acumulación provoca movimientos. El área 6 (área premotora) aporta el 28% de las fibras del sistema corticoespinal. Su estímulo provoca rotación de la cabeza y el tronco hacia el lado contralateral. 1

El área 44 o área de Broca actúa como centro coordinador motor del lenguaje hablado. Su lesión da lugar a alteración en la coordinación de la palabra hablada. Esta área está situada en la tercera circunvolución frontal.

Área prefrontal (áreas 9, 10 y 11). Su extirpación da lugar a alteraciones de la conducta, con reducción de la capacidad intelectual, tendencia a la indiferencia, etcétera.

El área somatosensorial primaria (áreas 1, 2 y 3) tiene una característica similar a un córtex frontal. Esta área corresponde al lóbulo parietal. Las fibras aferentes proceden del tálamo. La lesión de esta área provoca disminución de la determinación de los estímulos táctiles y de la posición articular.

El área parietal superior (áreas 5 y 7) está situada en la circunvolución parietal superior. Sus aferencias proceden del tálamo, así como de las áreas 1, 2 y 3.

El área temporal superior (área auditiva o área 41) está situada en la circunvolución temporal superior (Fig. 1), inmediatamente debajo de la cisura de Silvio. Sus aferencias proceden del tálamo. El tálamo envía también aferencias a las áreas del lóbulo occipital.

A esta área llegan sólo las fibras relacionadas con las mitades homolaterales del campo visual.1

Además de las áreas descritas envueltas en el procesamiento de la información, existen otras que representan el sustrato anatómico de las funciones psicológicas más elevadas, entre las que se citan las áreas 9, 10, 11 y 45 (áreas prefrontales) conectadas con el tálamo (Fig. 1). Su lesión bilateral provoca alteraciones de la personalidad y defectos intelectuales. La lobotomía frontal, que interrumpe la conexión de estas áreas con el tálamo, ha permitido aportar datos sobre las funciones de esta área, y uno de los más interesantes es el cambio de actitud frente al dolor intenso: el paciente sometido a este tratamiento no presenta sensación de dolor, pero el impulso y el estímulo doloroso persisten.

Como vemos, el tálamo mantiene múltiples conexiones con el fórnix, incluido el hipocampo, con el que se relaciona a través del cíngulun, que tiene fibras procedentes del núcleo anterior del tálamo. Estas fibras discurren por la vía poscomisural del fórnix.

Por ello, cuando el tálamo no recibe electricidad del parasimpático a través del hipotálamo, sus consecuencias afectan a la actividad electroquímica del hipocampo. Si el tálamo no aporta electricidad al córtex cerebral, se pueden producir enfermedades como el Alzheimer y el Parkinson.

El hipocampo ejerce funciones importantes en la modulación de los estímulos agresivos de origen hipotalámico. Por tanto, si el hipocampo no recibe electricidad, esta no puede ser transmitida al tálamo y de aquí al fórnix.

Investigaciones recientes han establecido que las células piramidales del hipocampo pueden ser estimuladas por la acción de las hormonas, como el estradiol, la testosterona, corticosterona, etcétera, en concentraciones relativamente altas. Esto sugiere que el hipocampo es capaz de medir las concentraciones séricas de las hormonas, informando después al sistema hipotálamo-hipofisario a través de las conexiones entre el hipocampo y el hipotálamo. Este mecanismo podría contribuir a la regulación de las hormonas hipotalámicas. Pero al faltar la electricidad quedan suprimidas automáticamente las acciones químicas.


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