La Enfermeria como proyecto de vida
Autor: Lic. Carlos Peña | Publicado:  4/05/2011 | Enfermeria , Articulos | |
La Enfermeria como proyecto de vida .2

Es por ello que para mostrar una imagen profesional de orgullo y pericia, debemos resolver los conflictos que se derivan de la opresión social. Eh, ahí, la necesidad que como proyecto de vida profesional, se asuma verdaderamente una imagen académica de la Enfermería y por supuesto una imagen competente de las personas que la ejercen. En tal sentido, considero prudente entonces, discernir en torno a la identidad e imagen profesional; al respecto Donley (12), afirma, que la Enfermería ha luchado con su identidad durante casi un siglo, esta crisis, que suele describirse como tensiones sin resolver entre arte y ciencia, ocupación y profesión, práctica y teoría, se refleja en ambos debates.

Por su parte Fagin y Diers (13) refieren, que es posible comprender las percepciones sociales de esta profesión, a través de metáforas que incluyen el lenguaje, el pensamiento y la acción, entre ellas: La Enfermería como imagen de la maternidad; alimentar, cuidar, consolar, entre otras. Como lucha de clases, grupo oprimido e imagen de igualdad (poca diferencia practicantes, usuarios y otras personas). Como conciencia para los médicos; un molesto recordatorio de su falibilidad, reiterativa. Estas metáforas, representan funciones que crean un estereotipo de la Enfermería y no las funciones para las cuales nos preparamos profesionalmente. Por tal motivo, debemos tratar de influir en el colectivo, tomando el control de nuestro propio desarrollo profesional y la responsabilidad del comportamiento de los papeles que contemplan la necesidad de los servicios profesionales. Vale la pena entonces, mencionar a Sheehy (14), quien propone diversas cualidades de personas que tienen éxito en el desempeño de las funciones que realizan a lo largo de su vida, tales como: La voluntad de correr riesgos, el sentido de la oportunidad, la capacidad de amar, el establecimiento de amistad, de parentesco y de apoyo.

Pero, más allá de todos estos componentes teóricos, paradigmáticos y situacionales ¿qué hay? ¿Qué es lo que en realidad externa e internamente surge, se mantiene y permite que las personas puedan luchar, esforzarse, abrirse paso en el continuo debatir de la vida? ¿Cómo y de qué manera visualizaron el proyecto de vida? ¿Existirán algunos elementos subyacentes muy particulares e individuales, en mayor o menor intensidad, que influyen en los seres humanos? o ¿Será producto de asignar o asumir cambios de estatus y de roles, o desarrollar un proceso de socialización personalizado, que comulga con la pluralidad de las exigencias y las experiencias familiares y sociales? Estas últimas interrogantes pudieran estar reforzadas en los fundamentos de Parsons (15), quien expresa que no solo existen sistemas familiares, sino que los hechos de este microsistema son muy significativos, precisamente porque cada unidad familiar establece un proceso de socialización, asignando estatus-roles, sirviendo cada personalidad de la familia como un agente de socialización estratégicamente importante.

Tal vez, pueda considerarse La teoría de Adler (16), quien enfatiza la importancia de la atmósfera de la familia y de la constelación familiar. Esta teoría se refiere a la posición de la persona dentro de la familia en términos de orden del nacimiento entre hermanos y la presencia o ausencia de padres y otros cuidadores. Planteó la hipótesis de que las personalidades de los niños mayores, intermedios y menores en una familia son susceptibles de ser muy distintas, simplemente por virtud de las experiencias diferentes que cada niño tuvo, como ese miembro particular del grupo familiar y, que la calidad de las relaciones emocionales entre los miembros de la familia, refleja la atmósfera familiar, la cual ayuda a determinar si el niño reaccionará o no de manera activa o pasiva, constructiva o destructiva, dentro de la sociedad.

Por su parte Patiño (17) refiere que los proyectos de vida individuales y los colectivos cuando no se configuran desde fundamentos éticos sólidos, sociales, ideo-políticos, científicos, denotan falta de coherencia y solidez en su expresión perspectiva. tanto en el plano de las personas, como de los grupos sociales o en el de la sociedad misma de manera general, así de esta forma, es posible que no cumplan su cometido en torno a la realización de las metas y aspiraciones comunes, los estilos de comportamiento y de vida lo que puede dar lugar a fricciones y conflictos importantes expresados abiertamente o de manera indirecta a través de la apatía social, descontento o inadaptabilidad, que son las manifestaciones comportamentales de desintegración social y de ruptura de la identidad individual y social. En tal sentido, se podría interpretar que, la construcción y ajustes sucesivos de los proyectos de vida durante el proceso de control, supone la superación positiva de conflictos cotidianos, de situaciones de crisis personal y social inherentes al movimiento mismo de la vida de la persona y de la dinámica del colectivo al que pertenece.

Pero en realidad, ¿qué se persigue, con establecerse un proyecto de vida?, según este mismo autor, categoriza algunas características o ventajas que son: Lograr independencia y autonomía total como individuo, forjar una filosofía propia de la vida, conocerse a sí mismo, jerarquizar necesidades y establecer prioridades en su vida, conocer habilidades innatas y desarrollar otras, lograr la autodisciplina y el autoaprendizaje, lograr un equilibrio entre la vida familiar, personal, laboral y social, adquirir un status y una posición socioeconómica estable, renovar constantemente y lograr nuevos objetivos, mantener un espíritu de superación, lograr una auto-imagen integral y equilibrada de la persona y sus diversos roles.

Estas posibles categorizaciones nos conlleva a preguntarnos, cuál puede ser el significado que le atribuyen al proyecto de vida en la profesión enfermera según sus convicciones las personas, en este caso las enfermeras (os). Y, por qué no, considerar las representaciones sociales para poder precisar esquemas de interpretación, dado que la podemos inyectar en el lenguaje cotidiano hasta convertirse en categoría del sentido común, en instrumento para comprender al otro, para saber cómo conducirnos ante él, e incluso, para asignarle un lugar en la sociedad. En este sentido, Moscovici (18), expresa que las representaciones sociales se presentan bajo formas variadas, más o menos complejas en cuanto a los fenómenos, se puede interpretar como imágenes que condensan un conjunto de significados; sistemas de referencia que nos permiten interpretar lo que nos sucede, e incluso dar un sentido a lo inesperado; categorías que sirven para clasificar las circunstancias, los fenómenos y a las personas con quienes tenemos algo que ver; teorías que permiten establecer hechos sobre ellos.

Para Jodelet (19) las representaciones sociales conciernen al conocimiento de sentido común que se pone a disposición en la experiencia cotidiana; son programas de percepción, construcciones con status de teoría ingenua, que sirven de guía para la acción e instrumento de lectura de la realidad; sistemas de significaciones que permiten interpretar el curso de los acontecimientos y las relaciones sociales; que expresan la relación que las personas y los grupos mantienen con el mundo y los otros; que son forjadas en la interacción y el contacto con los discursos que circulan en el espacio público; que están inscritas en el lenguaje y en las prácticas; y que funcionan como un lenguaje en razón de su función simbólica y de los marcos que proporcionan para codificar y categorizar lo que compone el universo de la vida. Mientras que Banchs (20) la concibe como una modalidad de pensamiento práctico que sintetiza la subjetividad social y que está orientada hacia la comunicación, la comprensión y el dominio de su entorno social.

De tal manera, que me propongo dar algunas respuestas a interrogantes tales como: Sí, enmarcar el proyecto de vida en la Enfermería, obedece a: un dogma místico, una influencia espiritual, un llamado de la divinidad, elementos actitudinales y conductuales muy particulares presentes en determinada persona, presiones e influencias familiares, actos de autodeterminación, una expresión de rebeldía, una posibilidad para logar hacer y lograr algo en la vida, una decisión forzosa al no poder estudiar la carrera deseada, una influencia de la situación económica, un descubrir de la esencia de lo que es ser enfermera (o), y más. Ante estas y muchas otras posibles interrogantes que seguramente pueden surgir, iré precisando explicaciones con la consideraciones cualitativas que se ajusten para obtener subjetivamente y desde sus propios actores la información que fluya de acuerdo a sus experiencias contextuales en la cotidianidad.

OBJETIVOS

Es así, que me planteo como propósito general comprender los contenidos en torno a los cuales se estructuran las representaciones sociales que tienen las enfermeras y los enfermeros sobre la profesión como proyecto de vida. Y como objetivos específicos:

1. Describir las representaciones sociales de la Enfermería como proyecto de vida expresadas por enfermeras/ros docentes universitarias jubiladas, enfermeras/ros docentes activos, enfermeras/ros profesionales activos en el campo asistencial, y estudiantes de la carrera.
2. Comparar las representaciones de la profesión enfermera como proyecto de vida expresadas por enfermeras/ros docentes universitarias jubiladas, enfermeras/ros docentes activos, enfermeras/ros profesionales activos en el campo asistencial, y estudiantes de Enfermería.
3. Reflexionar sobre las dimensiones de las representaciones sociales entorno a: la actitud, la información y el campo de las representaciones de la profesión como proyecto de vida expresadas en el discurso de las y los participantes en cada grupo focal.

METODOLOGÍA

Bajo estas circunstancias, para dar respuesta a los objetivos enunciados y llegar a explicar a través de la interpretación, he considerado como camino metodológico, el paradigma cualitativo a través de la teoría de las representaciones sociales propuesta por Moscovici (18), con abordaje de tipo procesual, que según este autor, se centra en los procesos de constitución del pensamiento social englobando no sólo los aspectos cognoscitivos que se producen a nivel individual, sino también los procesos sociales (interacción cara a cara, comunicación, fundamentos culturales) de su construcción y así, poder ir en la búsqueda del significado de las experiencias vividas, como en este caso serían las que tienen las enfermeras (os) por haber asumido la Enfermería como parte de su proyecto de vida.


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