Anestesia en un paciente diagnosticado de cavernoma protuberancial
Autor: Dr. Luis Moltó | Publicado:  27/05/2011 | Anestesiologia y Reanimacion , Neurocirugia , Articulos , Imagenes de Neurocirugia , Imagenes de Radiodiagnostico y Radioterapia , Imagenes , Casos Clinicos de Neurocirugia , Casos Clinicos de Anestesiologia y Reanimacion , Casos Clinicos | |
Anestesia en un paciente diagnosticado de cavernoma protuberancial .2

Los cavernomas encefálicos son lesiones benignas, donde la indicación quirúrgica se establece por la presencia de hemorragias recurrentes posteriores a la primera hemorragia sintomática (16).

La localización de la lesión es el principal factor que determina la evolución postquirúrgica (17). La gran concentración de núcleos y vías que se localizan en el tronco del encéfalo y el alto riesgo de morbi-mortalidad asociado, implica el tener que realizar una cuidadosa selección de los pacientes candidatos a la cirugía. Los cavernomas en esta región suelen ser tratados de manera conservadora cuando se trata de un hallazgo casual o no son sintomáticos. Sin embargo, la presencia de sangrado o afectación neurológica nos hace plantear el tomar una decisión quirúrgica, dada la mala evolución natural.

Con la introducción de la monitorización neurofisiológica en el intraoperatorio se ha conseguido minimizar el riesgo funcional quirúrgico de lesiones localizadas en áreas cerebrales elocuentes, aunque en la cirugía de tronco del encéfalo y fosa posterior está menos instaurada. En nuestro caso, el control neurofisiológico ayudó a minimizar las secuelas postoperatorias y pronosticar precozmente los déficits asociados.

Por otro lado, la aplicación de papaverina en el área quirúrgica es común en cirugía neurovascular (18). Sin embargo, su aplicación no está exenta de complicaciones como: midriasis, confusión, convulsión, depresión cerebral reversible, aumento de la presión intracraneal (PIC), hipotensión, taquicardia y trombocitopenia (19). Rath et al describieron un caso de hipotensión y bradicardia, y aunque la causa está poco clara, concluyen que podría ser por la irritación química del hipotálamo y mesencéfalo en el III ventrículo así como la estimulación del núcleo vagal en el IV ventrículo (19). También se ha relacionado el volumen, la concentración y temperatura de la solución salina en la que se realiza la dilución de la papaverina con los cambios hemodinámicos descritos, aunque hay pocos estudios en este aspecto. Recientemente, Baltaci et al han publicado un caso de parada cardíaca con éxitus del paciente por irrigación de papaverina durante la cirugía de un aneurisma intracraneal (20). En nuestro caso, pensamos que la bradicardia podría estar relacionada con la aplicación de papaverina en el lecho quirúrgico.

Dentro de la neurocirugía, el objetivo del anestesiólogo es proporcionar una correcta analgesia y profundidad anestésica, mantener una hemodinamia estable que nos permita controlar las variaciones ocasionadas (hemodinámicas y cerebrales) por la manipulación quirúrgica y reducir el consumo metabólico cerebral.

Aunque los cavernomas del sistema nervioso son lesiones histológicamente benignas, a veces y debido a su localización se comportan de forma agresiva. Por otro lado, su difícil acceso quirúrgico representa un gran desafío para el neurocirujano. Por tanto, y para obtener una baja morbimortalidad, hace falta un abordaje multidisciplinar.

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