Depresion e Histerectomia
Autor: Dr. Álvaro Eduardo Peña Jiménez | Publicado:  9/02/2012 | Psiquiatria , Articulos | |
Depresion e Histerectomia .2

Polivy (1974) enumera como factores predisponentes a sufrir depresión después de una histerectomía, los siguientes:

1) historia psiquiátrica previa: parece evidente que mujeres propensas a la depresión respondan a la histerectomía con un cuadro depresivo;

2) intervenciones innecesarias: existe más probabilidad de que una mujer se deprima a causa de una histerectomía practicada por síntomas funcionales e irrelevantes, debido al carácter neurótico de dichos síntomas;

3) desorganización de los vínculos matrimoniales: la mujer percibe que carece de suficiente apoyo emocional;

4) mujeres muy jóvenes: este factor parece estar asociado a la depresión posiblemente porque la intervención desorganiza el concepto de la sexualidad femenina, no bien establecida aún;

5) ausencia de ansiedad preoperatoria: como se ha dicho, la ansiedad es un fenómeno tanto natural como adaptativo en estas situaciones, su ausencia total es un signo de desajuste; 6) presencia de ideas erróneas y miedos acerca de la intervención: una adecuada preparación prequirúrgica debería incluir la eliminación de mitos y miedos (2).

Otros estudios han demostrado de manera constante una información sub óptima acerca de la intervención quirúrgica (histerectomía). Esto sugeriría que rara vez hay participación y colaboración de la paciente con base en la información (2).

Tratamiento

El tratamiento de las pacientes con depresión debe ir orientado a diferentes objetivos, así como a la correcta evaluación del paciente, y no sólo encaminarse a los síntomas agudos sino al bienestar posterior del paciente.

Existen diversos fármacos como los inhibidores selectivos de receptación de serotonina (ISRS) que han desplazado en gran medida a los antidepresivos tricíclicos (ATT), como la opción inicial de tratamiento debido a su perfil de efectos secundarios mejor tolerados; al igual los inhibidores de la mono amino-oxidasa (IMAO) que ahora se consideran fármacos alternativos.

La duración mínima antes de observar un efecto terapéutico de un antidepresivo es de 4-6 semanas y el tiempo de mantenimiento de la medicación es de no menos de 6 meses ya que, de lo contrario, el riesgo de recaídas es elevado.

Una actitud psicoterápica es inexcusable ante cualquier depresión, incluso en las endógenas donde el tratamiento debe ser fundamentalmente biológico. La psicoterapia debe incidir en el reajuste de la relaciones interpersonales, familiares, de pareja, y laborales. En este tipo de pacientes mucho influyen los factores biopsicosociales para la presencia o ausencia de depresión, por lo que la psicoterapia debe ir enfocada mucho más a su vida después de la histerectomía con la debida información de su padecimiento, el procedimiento y sus indicaciones; así como las probables complicaciones del procedimiento quirúrgico.

Conclusiones

La información acerca de la intervención quirúrgica y sus consecuencias evitaría la aparición de depresión en el postoperatorio.

La depresión detectada en las pacientes puede deberse a múltiples factores, conscientes o inconscientes, que deben ser estudiados en cada caso particular.

Es importante brindar información y orientación a los pacientes que van a ser sometidas a este tipo de intervención, por el valor simbólico del útero y el papel fisiológico que juega este órgano en la sexualidad femenina.

Se debe realizar una adecuada anamnesis preoperatoria, ya que a partir de ella se pueden predecir inconvenientes futuros en muchos casos.

Es conveniente el trabajo en equipo entre especialistas de ginecología obstetricia y psiquiatría, para brindar mejor apoyo a las pacientes que se les realizará histerectomía y detectar patología psiquiátrica precozmente.

Aportar información acerca de la intervención y sus consecuencias a las pacientes y sus parejas durante el proceso de toma de decisión para mejorar las expectativas y disposición frente a la misma.

La relación entre las condiciones ginecológicas y la calidad de vida de la mujer ante la presencia de una histerectomía frecuentemente conlleva involucrada una manifestación depresiva.

Probablemente, la alta tasa de incidencia de trastorno depresivo en mujeres histerectomizadas, tenga entre sus múltiples factores etiológicos el impacto psicológico que representa para la mujer occidental la remoción de un órgano conceptualmente ligado a la propia feminidad y valía como persona (1).

Referencias bibliográficas

1. Martín RL, Roberts WV, Clayton PJ. Psychiatric status after Hysterectomy. JAMA 2000;244:350-54
2. Álvarez M, Cruz P. Depresión en pacientes histerectomizadas. Un problema de desinformación, Sociedad Venezolana de Psiquiatría, 1999;86.
3. Farell SA, Kieser K. Sexuality after hysterectomy. Obstetrics and Gynecology 2000;95:1045-50
4. Rowe M, Kanouse D, Mittman B, Bernstein S. Quality of life among Women undergoing hysterectomies Obstetrics and Gynecology 2002;93:915-20
5. Calderón G. et al. Trastornos depresivos en enfermas histerectomizadas. Revista Medica La Salle 1999;20:145-151
6. Goldman H. Psiquiatría General. 5ª ed. México, D.F. Manual Moderno, 2001. p. 323-346.
7. Kaplan H. Sinopsis de Psiquiatría. 8ª ed. México, D.F. Panamericana, 2000, p.593-594, 609.


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