Hipocrates, al servicio de la vida
Autor: Dra. Malena Balbis Cabrera | Publicado:  15/02/2012 | Etica, Bioetica. Etica medica. Etica en Enfermeria , Historia de la Medicina y la Enfermeria , Articulos | |
Hipocrates, al servicio de la vida .2

 Búsqueda de las causas materiales de la enfermedad y su relación con el medio ambiente.

En la actualidad se han estructurado enfoques mucho más avanzados, a partir del estudio del proceso salud-enfermedad desde posiciones de la epidemiología, la ecología y las ciencias sociales, superando así las interpretaciones unicausales, reduccionistas y biologizadoras puras. (17)

 Necesidad de observar el curso de la enfermedad

Se pone de manifiesto en la manera en que está estructurada la administración de salud en nuestros días y la importancia que se le confiere a la confección y discusión de la historia clínica del paciente así como la instauración de un médico de la familia con una determinada población que le es asignada la cual debe conocer desde todos los puntos de vista y de esta manera seguir su situación de salud y su desarrollo en el medio en que viven.

 Valora las causas naturales de las enfermedades como el medio que rodea al hombre como la temperatura del aire, el clima, las características el lugar etc.

Existen dentro de la organización de los servicios de salud pública planes en los que está concebido la realización por parte de los integrantes del equipo sanitario Análisis del la Situación de Salud de la población que deben realizarse con una frecuencia variable en los distintos niveles de atención y que debe describir de manera general todos los aspectos desde el punto de vista social tanto a nivel individual como general que afecten la salud.

La salud y el bienestar de las personas y las comunidades le dan la razón de ser del desarrollo humano y hacia el más alto nivel de salud posible. Esto implica controlar los determinantes exteriores del bienestar que satisfacen las necesidades básicas de los seres humanos, como son el empleo, el ingreso económico estable, la alimentación, la vivienda, la recreación, la justicia, la paz y un ecosistema apto para la vida; además, el ser humano está controlado por los determinantes internos que son sus creencias, conocimientos, formación, inteligencia y emociones, por lo que la promoción de salud implica una acción educativa persuasiva y motivacional orientada a fomentar comportamientos saludables en los individuos, familias y comunidades, que actúe sobre el modo, las condiciones y los estilos de vida. (18)

 A partir de la concepción dialéctica predominante en esta etapa del mundo griego Hipócrates consideraba a la enfermedad como un proceso general de todo el organismo y tendía a comprender el organismo y sus procesos en su unidad e integridad.

Uno de los aspectos fundamentales de la Medicina general es que ve al hombre como un todo y no de manera aislada como se solía analizar. Es decir se analiza la enfermedad desde un nivel integrador y para una mejor comprensión es necesario tener en cuenta el concepto de salud dado por la OMS y por el cual nos regimos actualmente.

Salud: es el estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de infecciones o enfermedades, según la definición de la Organización Mundial de la Salud realizada en su constitución. (19)
 Partía de la observación y la experiencia por lo que auscultaba el tórax con el oído.

La Medicina general integral cubana defiende fervientemente el método clínico y en los últimos tiempos ha tratado de rescatarlo como principal vía para llegar a un diagnóstico certero y minimizar la utilización exámenes complementarios tan costosos para el país y en ocasiones innecesarios e invasivos para el organismo.

 Hipócrates plantea: “me parece que lo mejor que puede hacer el médico es cuidarse de la capacidad de prever”

El rasgo fundamental de la Medicina general integral es su carácter preventivo para lo cual se realizan actividades específicas dirigidas a sectores determinados de la población con el objetivo fundamental de evitar la instauración de enfermedades o a limitar los daños en el organismo cuando una enfermedad está instaurada en el mismo. La principal arma con la que contamos y que va de la mano de las actividades de prevención es la promoción de salud y que se define como el resultado de todas las acciones emprendidas por los diferentes sectores sociales para el desarrollo de mejores condiciones de salud personal y colectiva para toda la población en el contexto de su vida cotidiana. (18)

Preocupación de Hipócrates por la ética desde épocas tempranas.

El Juramento Hipocrático, es un juramento público que pueden denunciar los que se gradúan en Medicina ante los otros médicos y ante la comunidad. Su contenido es de carácter ético, para orientar la práctica de su oficio.

Este texto forma parte del corpus hipocraticum. Según Galeno, Hipócrates creó el juramento cuando empezó a instruir, apartándose de la tradición de los médicos de oficio, a aprendices que no eran de su propia familia. Los escritos de Galeno han sido el fundamento de la instrucción médica y de la práctica del oficio hasta casi el siglo XX.

A partir del Renacimiento, época caracterizada por la veneración de la cultura grecolatina, el juramento empezó a usarse en algunas escuelas médicas, y esa costumbre se ha ido ampliando, desde el siglo XIX, en algunos países, y desde la Segunda Guerra Mundial en otros, aunque es completamente ignorada en muchos. Aun cuando sólo tenga en la actualidad un valor histórico y tradicional, allí donde se pronuncia, el tomarlo es considerado como un rito de pasaje o iniciación después de la graduación, y previo al ingreso a la práctica profesional de la Medicina. (20)

En el período Clásico de la civilización griega sobresalió el arte de curar. Aunque seguía contemplando principios religiosos, la curación ya no estaba orientada por la magia, sino por lo clínico. En esa época se escribió el primer escrito ético relacionado con el compromiso que asumía la persona que decidía curar al prójimo; el compromiso del médico era actuar siempre en beneficio del ser humano, y no perjudicarlo.

Juramento Hipocrático

Juro por Apolo el Médico y Esculapio y por Higía y Panacea y por todos los dioses y diosas, poniéndolos de jueces, que éste mi juramento será cumplido hasta donde tenga poder y discernimiento. A aquel quien me enseñó este arte, le estimaré lo mismo que a mis padres; él participará de mi mantenimiento y si lo desea participará de mis bienes. Consideraré su descendencia como mis hermanos, enseñándoles este arte sin cobrarles nada, si ellos desean aprenderlo.

Instruiré por precepto, por discurso y en todas las otras formas, a mis hijos, a los hijos del que me enseñó a mí y a los discípulos unidos por juramento y estipulación, de acuerdo con la ley médica, y no a otras personas.

Llevaré adelante ese régimen, el cual de acuerdo con mi poder y discernimiento será en beneficio de los enfermos y les apartará del perjuicio y el terror.

Demostrando de esta manera el principio de la beneficencia que es la obligación de actuar en beneficio de otros, promoviendo sus legítimos intereses y suprimiendo prejuicios. En Medicina, promueve el mejor interés del paciente.

A nadie daré una droga mortal aun cuando me sea solicitada, ni daré consejo con este fin. De la misma manera, no daré a ninguna mujer pesarios abortivos. Pasaré mi vida y ejerceré mi arte en la inocencia y en la pureza.

No cortaré a nadie ni siquiera a los calculosos, dejando el camino a los que trabajan en esa práctica. A cualesquier casa que entre, iré por el beneficio de los enfermos, absteniéndome de todo error voluntario y corrupción, y de lascivia con las mujeres u hombres libres o esclavos.

Refiriéndose a lo que hoy conocemos como el principio de la no maleficencia, es decir Abstenerse intencionadamente de realizar acciones que puedan causar daño o perjudicar a otros. Es un imperativo ético válido para todos, no sólo en el ámbito biomédico sino en todos los sectores de la vida humana.

Guardaré silencio sobre todo aquello que en mi profesión, o fuera de ella, oiga o vea en la vida de los hombres que no deban ser públicos, manteniendo estas cosas de manera que no se pueda hablar de ellas.
En este punto habla claramente de la importancia del secreto profesional y del cuidado al manejar ciertos aspectos de la vida privada de las personas que de alguna manera confían su intimidad a los médicos y profesionales de las salud.

Ahora, si cumplo este juramento y no lo quebranto, que los frutos de la vida y el arte sean míos, que sea siempre honrado por todos los hombres y que lo contrario me ocurra si lo quebranto y soy perjuro. (21)

Conclusiones

Está muy extendida la consideración de Hipócrates como «Padre de la Medicina». Sus contribuciones ciertamente revolucionaron la práctica médica pero después de su muerte el progreso se estancó. Tan reverenciado era Hipócrates que sus enseñanzas fueron consideradas demasiado grandiosas para ser mejoradas y durante largo tiempo no se produjo ningún avance significativo en sus métodos. Los siglos posteriores a la muerte de Hipócrates estuvieron marcados en la misma medida por progresos y retrocesos. Después de Hipócrates, el siguiente médico de relevancia fue Galeno quien perpetuó la Medicina hipocrática, desarrollándola en varias direcciones. De cualquier manera, su profundo interés por la humanidad, su dedicación y entrega a la profesión médica y sus ansias de sanar el cuerpo y el espíritu llegan hasta nuestros días haciendo de sus doctrinas un modelo a seguir como parte de la pureza y la consagración de la profesión médica; haciéndolo, ante nuestros ojos, ese señor sabio que puso toda su inteligencia y empeño al servicio de la vida.


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