El protector de tiroides. Su importancia en la Tomografia axial computarizada
Autor: Lic. Raúl Domínguez Piorno  | Publicado:  24/02/2012 | Radiodiagnostico y Radioterapia , Biofisica y Fisica Medica , Articulos , Imagenes de Radiodiagnostico y Radioterapia , Imagenes | |
El protector de tiroides. Su importancia en la Tomografia axial computarizada .2

Discusión:

Cuando se estudia la acción macroscópica de las radiaciones ionizantes, los efectos de la misma se denominan efectos deterministas y efectos estocásticos. Los primeros son resultantes de dosis por encima de cierto umbral, cuya manifestación es segura. En este caso, la gravedad de la lesión depende de la dosis (opacidades en cristalino y lesiones en piel, por ejemplo). Los segundos son aquellos que no se producen con seguridad sino con probabilidad de manifestación creciente en función de la dosis de radiación que se absorbe (típicamente, cánceres y malformaciones en los descendientes de las personas irradiadas).

La Comisión Internacional de Protección Radiológica admite que para este tipo de efectos no existe umbral de dosis y que la gravedad es independiente de la dosis. Uno de los objetivos de la protección radiológica es evitar la aparición de los efectos deterministas (problema científico de determinación de umbrales) y limitar la probabilidad aparición de los efectos estocásticos.

La forma más efectiva de hacer una buena protección radiológica para los pacientes es evitar las exploraciones radiológicas innecesarias. Deberá valorarse la conveniencia de utilizar dispositivos de protección (guantes plomados, protectores de tiroides, gafas plomadas, etc). (5)


El conocimiento de los efectos biológicos de la radiación se ha desarrollado en paralelo al de sus aplicaciones, tratando de encontrar el justo equilibrio entre ventajas e inconvenientes. Los daños celulares producidos por la radiación dependen de diversos factores como el tipo de radiación, la cantidad de energía depositada por volumen de tejido, la velocidad a la cual la energía es depositada, la forma en la que la energía se distribuye a través de los tejidos y el tiempo en el que la dosis es acumulada. Teniendo en cuenta todos estos factores, la radiación ionizante puede provocar lesiones en el ADN, daño en un gen y translocación o mutación en un cromosoma. (6)

La radiación ionizante también tiene efectos carcinógenos y es considerada como carcinógena en humanos.

El conocimiento de los efectos de la radiación ionizante procede de estudios realizados en pacientes expuestos a dicha radiación con fines médicos, trabajadores expuestos en su entorno laboral, supervivientes de la bomba atómica y en personas expuestas a lluvia radioactiva o a radiación natural. Los tumores más frecuentemente asociados con la radiación ionizante, y para los que la evidencia es más consistente, son la leucemia, el cáncer de tiroides y el cáncer de mama. (2), (7)

La posible contribución de la radiación diagnóstica al desarrollo de cáncer parece pequeña en comparación con otras causas. (8)

Las radiaciones producen efectos perjudiciales para la glándula tiroidea y dentro de ellos se encuentran las neoplasias.

En el 90% de los casos del desarrollo neoplásico se trata de carcinomas tiroideos diferenciados de estirpe papilar, de buen pronóstico y lento crecimiento. Sin embargo, presentan una mayor incidencia de multicentricidad y bilateralidad.

Como en todos los tumores radioinducidos, no parece existir una dosis umbral por debajo de la cual el riesgo sea nulo. El efecto de las radiaciones sobre el epitelio glandular sería la disminución en la producción de hormonas tiroideas, con la elevación de la TSH circulante, de consecuencias conocidas.

Por fortuna, no todos los pacientes con historia de haber sufrido la acción de las radiaciones llegan a tener un Carcinoma Tiroideo. Casi las dos terceras partes de ellos tienen afecciones benignas de la glándula.

Ante la presencia de un nódulo palpable con antecedente de radiaciones en la zona cervical, la indicación es la cirugía. Ante la multicentricidad, se cree que es más conveniente practicar una tiroidectomía total. Ello se debe a que un buen porcentaje de pacientes (33%) irradiados a los que se les practicó una tiroidectomía casi total mostraron una recurrencia de la enfermedad. Esto se funda en la bilateralidad y multicentricidad que caracteriza a este desarrollo. (9), (10), (11)

Junto con otros cancerígenos, las radiaciones ionizantes tienen a su favor que se conoce el tiempo y la dosis de exposición. Estos son factores básicos para determinar el periodo de latencia y su relación entre la dosis y el efecto. Se ha demostrado que las radiaciones a dosis bajas predisponen al desarrollo de una neoplasia tiroidea, siendo la dosis óptima para su aparición entre los 500 y 2000 cGy. El riesgo disminuye si la dosis es superior a los 2000 cGy por la destrucción del tejido glandular. El periodo de latencia se extiende entre los 5 y los 30 años. El lapso promedio entre la irradiación y la aparición del Carcinoma tiroideo es de 8,7 años. (12)

La glándula tiroides necesita yodo para producir las hormonas que regulan la energía y el metabolismo del cuerpo. La tiroides absorbe el yodo disponible de la sangre. La glándula no puede distinguir entre yodo estable (regular) y yodo radiactivo, y absorberá lo que pueda. En bebés y niños, la glándula tiroides es uno de los órganos del cuerpo más sensibles a la radiación. La mayoría de las explosiones nucleares liberan yodo radiactivo. Cuando las células tiroideas absorben demasiado yodo radiactivo, puede desarrollarse cáncer de tiroides. (13)

La realización de este aditamento ha resultado ser muy beneficiosa por todo lo antes expuesto no obstante queremos señalar que los protectores de tiroides se conocen y se utilizan en todas las fuentes que emiten radiaciones ionizantes en las cuales el personal médico y paramédico están expuestos directamente.

Interesante señalar que una TAC de cráneo equivale a 115 radiografías, una TAC de tórax, a 700 radiografías y una TAC de abdomen y pelvis 500 radiografías simples. (6)

Precisamente la idea de este trabajo surgió viendo que en la TAC esta glándula es irradiada en altas dosis y no existía ningún medio de protección para ella.

Resultados:

Con la confección de este protector de tiroides hemos conseguido que dicha glándula no sea irradiada o reciba dosis muy bajas evitando así patologías que pueden desencadenarse por la exposición a estas. Constituye de extraordinario valor pues son muy pocos los estudios en los cuales no se puede emplear este accesorio.

Bibliografía:

1. Rosell W, Dovale C, Álvarez I. Morfología Humana, Ed. Ciencias Médicas, La Habana, 2002. T-II, Cap. 42: 287-294.
2. Lope Carvajal V. Ocupación, exposición laboral a radiaciones ionizantes, campos electromagnéticos, agentes químicos e incidencia de cáncer de tiroides en Suecia. Alcalá de Henares, febrero 2007. Tesis Doctoral.
3. Alcaz JR. Radiobiología. Ed. Ciencias Médicas, La Habana, 2005. Cap 8: 42-43.
4. Mulkay JO: Rayos X. Ed. Pueblo y Educación, La Habana, 1987. T- III, Cap. 19: 60.
5. Vaño E, González L. Protección radiológica y garantía de calidad en Radiodiagnóstico. Capítulo 10:175- 188.
6. Radiaciones ionizantes y cáncer. [Artículo en línea]. [Revisado: Septiembre 2011].
7. Boice JD, Jr., Land C, Preston DL. Ionizing radiation. Schottenfeld, Fraumeni. Cancer Epidemiology and Prevention. New York: Oxford University Press; 1996: 319.
8. Evans JS, Wennberg JE, McNeil BJ. The influence of diagnostic radiography on the incidence of breast cancer and leukemia. N.Engl.J.Med. 1986;315(13):810-5.
9. Radiación y cancer de tiroides. Medicina y salud. [Artículo en línea].
http://www.latinsalud.com/articulos/00608.asp?ap=2. [Revisado: Septiembre 2011].
10. Duffy, B. and Fitzgerald P.: Cancer of the Thyroid in children: a report Twenty-eight cases. J. Clin. Endocrinolog. Metab. 10:1290-96. 1950
11. Hiroata T.: Seminarios de Oncología; Etiología del Cáncer. Wynder y Rauscher. Editorial Panamericana. BsAs. 1989.
12. Fauces Sebastián. Radiación y cancer de tiroides. Medicina y salud. [Artículo en línea]
http://www.latinsalud.com/articulos/00608.asp?ap=1[Revisado: Septiembre 2011]
13. Radiación nuclear y la tiroides. Copyright © 2008 American Thyroid Association. [Artículo en línea]
http://www.thyroid.org/index.html [Revisado: septiembre 2011]


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