Metodos para mitigar el estres en los equipos de intervencion. Defusing y Debriefing
Autor: María José Aguilera Moreno | Publicado:  11/07/2012 | Psicologia , Medicina de Urgencias , Articulos | |
Metodos para mitigar el estres en los equipos de intervencion. Defusing y Debriefing .2

DISTRÉS RETARDADO

Las reacciones de distrés retardado pueden tener algunas de las mismas reacciones cognitivas, físicas, emocionales y comportamentales que aparecen en las reacciones agudas al estrés. Aparecen en cualquier momento, luego de varios días o varios meses después de haber concluido el incidente crítico.

Signos importantes pueden ser: crisis de llanto, irritabilidad intensa con compañeros y familiares, sentimientos de culpa, fracaso y depresión, inhabilidad para concentrarse en los aspectos rutinarios de su trabajo, perturbaciones del sueño, cambios en los hábitos de comida, bajo interés en el sexo, conflictos maritales, aislamiento de las personas amadas.

Tres son los rasgos principales: imágenes intrusas (sueños, pesadillas y visiones momentáneas de escenas de la situación traumática o del incidente), temor a que se repita la situación y síntomas físicos o emocionales que no existían antes del incidente.

ESTRÉS POSTRAUMÁTICO

Algunos trastornos de estrés, llamados trastornos de estrés post traumático, pueden presentarse después que la persona haya sufrido un grave trauma o crisis.

Los eventos que pueden originar estos trastornos, pueden ser de diferente índole –desastres, accidentes, muerte, pérdida, actos violentos-- suelen encontrarse fuera de la esfera del dolor y pérdida ordinarios. Son experiencias que resultaran terribles para la persona y que provocan ansiedad, aún en personas que se supone tienen una excelente adaptación. En algunos casos, estos trastornos se manifiestan inmediatamente después de un hecho traumático o al cabo de poco tiempo. Pero en otros casos pueden transcurrir meses en los cuales la víctima parece haberse recobrado de la experiencia; luego, sin previo aviso, se advierten repentinamente los síntomas psíquicos. Algunas veces los síntomas desaparecen rápidamente, aunque pueden reaparecer semanas o meses después.

Personas con este trastorno, pueden funcionar bien en su vida ordinaria y de pronto rehúyen la vida social, lo mismo que las responsabilidades laborales y familiares. Con frecuencia los síntomas son insólitos. Algunos de estos síntomas son los siguientes: Episodios en los que se revive la situación traumática, en forma de imágenes intrusas en la conciencia o sueños reiterados en que se revive esta situación. Estallidos dramáticos de miedo, pánico o agresividad. Síntomas de ansiedad y depresión. Ideaciones suicidas, desapego emocional, falta de capacidad de respuesta al medio ambiente. Conducta evitativa a situaciones o lugares que le recuerden el trauma. El cuadro se agrava si la víctima consume sustancias psicotrópicas o alcohol.

Trastorno Persistente de la Personalidad tras Experiencia Catastrófica. En estos casos, la trasformación de la personalidad persiste después de una situación estresante catastrófica. Estos casos pueden considerarse como estados crónicos y secuelas irreversibles del trastorno de estrés post-traumático. Los síntomas son: Desconfianza permanente, aislamiento social, sentimientos de vacío o desesperanza, sentimiento permanente de estar constantemente amenazado, de "no poder mas" y de "estar al límite". Vivencia de extrañeza de sí mismo.

DESGASTE PROFESIONAL

Trabajadores cuya labor consistes en tratar reiteradamente con otras personas y/o que interviene en situaciones conflictivas y traumáticas o escucha historias muchas veces horrendas o de difícil tratamiento, están expuestas a demandas extraordinarias de tiempo, a condiciones especiales propias del trabajo y/o a emociones intensas por su labor con personas en situaciones difíciles. Puede experimentar entonces, un estrés crónico denominado desgaste profesional o Síndrome de Burnout, con características de agotamiento físico y psíquico, sentimientos de impotencia, temor, frustración y desesperanza, extenuación emocional, autoconcepto negativo y actitudes también negativas hacia el trabajo, la vida y las otras personas.

Este desgaste profesional surge de un proceso continuo que ha consistido en diferentes tentativas frustradas para afrontar las diversas condiciones estresantes del trabajo. En este proceso, el trabajador ha ido agotando su capacidad adaptativa y no logra disponer de los recursos suficientes para manejar adecuadamente el estrés que las demandas del trabajo le producen. Bajo estas condiciones, puede presentar entonces, reacciones manifiestas o encubiertas, que suponen para él una forma de aliviar la tensión experimentada y que significan un intento por adaptarse a la situación aunque lo haga por medios inadecuados Experimentará síntomas que se reflejan en una interacción negativa con el lugar de trabajo, el quipo o compañeros y las personas a las cuales tiene que atender. El trato con los demás puede volverse frío y despersonalizado y presentar sentimientos de inadecuación a las tareas que ha de realizar.

Podemos señalar las siguientes como reacciones típicas del desgaste profesional:

• Aislamiento, debido a una sensación de no poder dar más de sí mismo.
• Actitud impersonal hacia las víctimas y los miembros de su equipo.
• Muestras de cinismo, distanciamiento y aludir a las víctimas con formas y frases despectivas e impersonales.
• Culpar a los demás de sus frustraciones y no enfrentar responsabilidades.
• Sentimientos de inadecuación personal y profesional.
• Paradójicamente, ante la amenaza inconsciente de sentirse incompetente, puede presentar sensaciones de omnipotencia, que lo hace dar una imagen ante los demás de interés y dedicación inagotables.
• Desciende su eficacia y compromiso laboral. Falla en la labor, y su rendimiento es mediocre o bajo

Puede inclusive, causar sin intención, errores que pueden perjudicar la labor y al equipo.

Las causas probables del desgaste profesional pueden ser múltiples, pero se destacan las siguientes:

• Sobrecarga de trabajo y/o aburrimiento y falta de estimulación en el trabajo.
• Crisis en el desarrollo de la carrera profesional.
• Aislamiento
• Pobres condiciones económicas.
• Bajas expectativas de refuerzo y altas expectativas de castigo o rechazo por parte de jefes, autoridades y compañeros de equipo.

Álvarez y Fernández (1991) describen los siguientes síntomas:

• ¬ Síntomas psicosomáticos de aparición temprana, entre los que se incluyen quejas de fatiga crónica, cefaleas, úlcera u otros trastornos digestivos, pérdida de peso, etc.
• ¬ Síntomas y signos conductuales: ausentismo laboral, abuso de alcohol, fármacos u otras drogas, comportamientos de alto riesgo, conflictos familiares, etc.
• ¬ Síntomas y signos emocionales: distanciamiento afectivo, irritabilidad, baja autoestima, dificultades de concentración, recelos, ideas de suicidio.
• ¬ Signos defensivos: negación de las emociones, atención selectiva, ironía, racionalización, desplazamiento de afectos

ESTRATEGIAS DE PREVENCIÓN

Es responsabilidad de la institución y de los directivos y jefes tomar en cuenta los siguientes factores para prevenir el desgaste profesional en los trabajadores:

• Revisar las condiciones laborales y la personalidad del trabajador y su disponibilidad de estrategias adecuadas para el afrontamiento a situaciones estresantes en el ámbito laboral, con el objeto de lograr un ajuste psicológico adecuado entre los factores personales y los factores y exigencias propias de la labor que realizan.
• Observar las interacciones entre las condiciones de trabajo, necesidades y expectativas del trabajador y la influencia de las costumbres, cultura y las condiciones personales fuera del ámbito laboral.
• Tener presente que el agotamiento emocional en el trabajo afecta la vida familiar, social y la eficiencia en el trabajo.
• Entrenamiento continuo y preparación para la labor que tienen que desarrollar.
• Entrenamiento y práctica en técnicas de autocontrol emocional y desarrollo personal
• Revisión de políticas, organización, planes y proyectos que podrían no estar de acuerdo con las expectativas o el entusiasmo del trabajador, o que se dilatan en su aplicación.

MANEJO DEL ESTRÉS

Es responsabilidad de directores y jefes de equipo, orientados y asistidos por el psicólogo y personal de salud, de cuidar no solamente la salud física y mental del personal a su cargo, sino también el de prevenir y protegerlos de los efectos destructivos del estrés.

La meta principal de toda prevención es que el equipo de primera respuesta –bomberos, rescatistas, policías, fiscales, médicos-- y trabajadores cuya labor consiste en el trato constante con el público y personas inmersas en conflictos de difícil tratamiento, cumpla con éxito sus funciones y el trabajador que de una u otra forma se encuentre afectado por incidentes críticos, regrese a su trabajo en cuanto pueda, pero recuperado. Se ha comprobado que el retardar la asistencia, intensifica la reacción al estrés y complica la recuperación.


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