Terapia del neurodesarrollo
Autor: Monica Pesce | Publicado:  11/06/2007 | Pediatria y Neonatologia , Neurologia , Otras Especialidades | |
Terapia del neurodesarrollo

La Terapia del neurodesarrollo es una actividad terapéutica, que permite la intervención de un profesional idóneo, en momentos oportunos del desarrollo de un niño, a fin de corregir o prevenir desvíos que pudieran producirse por causas biológicas y/ o ambientales.

Los resultados exitosos de esta terapia se sustentan en la plasticidad del Sistema Nervioso. Esta maleabilidad permite el establecimiento de nuevas estructuras sinápticas en funciones que estuvieran comprometidas por malformaciones o lesiones.

De acuerdo con esto, la Intervención Terapéutica es imprescindible en estos casos, no porque cure, sino porque cuanto más precozmente se realice, logramos habilitar funciones que compensan los déficit cognitivos, motores, lingüísticos y conductuales que pudiera padecer el niño de riesgo.

Es decir, evaluamos el signo como señal de alarma y se trabaja para evitar que se transforme en síntoma de enfermedad establecida.

Por consiguiente la población en la cual se efectúa la Intervención Terapéutica es aquella que presenta alto riesgo de:
- padecer trastornos en el desarrollo por causas biológicas estructurales o fisiológicas
- padecer alteraciones en funciones sensoriales y /o viscerales
- pertenece a familias de alto riesgo ambiental

La edad de inicio para las Intervenciones se considera desde el nacimiento, o en el momento en que fuera detectado el problema, aunque no se contara con un diagnóstico definitivo aún.

La evolución del proceso terapéutico se podría dividir en tres etapas:

En una PRIMERA ETAPA la familia recibe un niño esperado pero con una enfermedad inesperada, lo cual provoca una crisis lógica y sana.

Para adaptarse al nuevo integrante se precisa una reacomodación espontánea, que fluctúa entre el rechazo a la enfermedad y el afecto al bebé. En este primer momento habrá que resolver sentimientos de culpa o de rechazo, que pueden llegar a generar una sobreprotección del niño como así también, el abandono de los miembros sanos de la familia.

El terapeuta actuará como acompañante, permitiendo un tiempo y un espacio para sus angustias, miedos y preguntas. Aquí es muy importante la elaboración y la comprensión del diagnóstico de la enfermedad, para que ésta no se anteponga a la imagen del niño. El hecho de comenzar a trabajar sobre las funciones sanas, permitirá la estructuración progresiva de el niño como sujeto y no de una enfermedad que se antepone al niño.

El diagnóstico puede convertirse en una limitación para el pronóstico ya que según como sea informado, elaborado y aceptado, se estará marcando una huella imborrable en el imaginario de cada uno de los integrantes de esa familia, que condicionará su calidad de vida

También es importante que el terapeuta obtenga un perfil familiar según las necesidades que planteen, los proyectos de crianza, el reforzamiento de la autoestima y el establecimiento de los vínculos afectivos. Todo esto permitirá ir mejorando la operatividad de los padres.

De acuerdo a cada estructura familiar, estas situaciones se irán estableciendo en forma más sólida y se podrá pasar a una SEGUNDA ETAPA que comienza cuando se percibe que los padres han podido reacomodarse porque pueden empezar a escuchar sugerencias.

Como las Intervenciones Tempranas apuntan a corregir los desvíos que aparecen en todas las áreas del desarrollo afectadas comprometiendo áreas motoras, comunicacionales, personal-social y emocional, es importante que los padres comprendan el objetivo de una actividad a fin de que puedan instrumentarla durante cualquiera de las actividades cotidianas como el juego, la comida, el baño, sin necesidad de generar momentos de trabajos específicos.

Es decir, que en primer lugar hay que establecer o re-establecer hábitos y conductas de alimentación, sueño, higiene y actividades lúdicas.

Por ejemplo si un bebe tiene dificultades en el control cefálico por trastornos en la tonicidad muscular, una sesión de masajes dos veces por semana, no sería la terapia más indicada. Lo que se aconseja es colocarlo en una postura que, durante el momento del baño, le permita: sostener la mirada de su madre, elevar la cabeza sin ayuda buscando esa mirada y mantener su tronco sostenido por el agua todo el tiempo que él tolere. Mientras tanto su mamá le hablará, seguirá su cara cuando cambia de lugar para continuar estimulando su visión y/ o su audición. Sólo con esta actividad tan simple y cotidiana , estamos trabajando: la conexión afectiva a través de funciones sensoriales, mejorando la tonicidad de cabeza y cuello y ejercitando el placer a través de una función lúdica .

También se pueden incluir actividades extramuros como la natación para bebés con sus mamás en natatorios comunes o actividades en espacios de juego junto con la madre y con supervisiones del terapeuta

En estos espacios se estimulan las áreas psicomotrices, afectivas, sociales y neurolingüísticas utilizando la corporalidad y el juego como instrumento fundamental.

La periodicidad de la terapia se establece en común acuerdo con los padres respetando a la severidad del cuadro y a las necesidades que se planteen y las disponibilidades reales en tiempo y en distancias

Se efectúa un programa de habilitación conjunto, con objetivos a corto y mediano plazo a fin de mejorar la calidad de vida del niño y su grupo familiar.

Durante este primer período es importante que la terapia que se efectúe sea de Terapia del Neurodesarrollo solamente. En función del tipo de patología que tenga el bebé, pasado un tiempo prudente y una vez que el grupo familiar está contenido se programará la intervención progresiva de terapias específica dirigidas a las áreas más afectada (fonoaudiología, psicología, psicopedagogía, kinesiología).

Los nuevos profesionales que se irán incorporando estarán vinculados al terapeuta inicial durante el tiempo que se considere necesario de acuerdo con la evolución del paciente y su familia.

Los momentos de cambios y los tiempos de duración de cada etapa se establecen en función de la madurez de cada grupo familiar y a la evolución de los aspectos del desarrollo del paciente se evalúan en forma interdisciplinaria con el equipo médico a cargo del mismo.

BIBLIOGRAFIA

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