Transporte y movilizacion del paciente en quirofano
Autor: Ruth Toledano Blanco | Publicado:  2/01/2008 | Enfermeria , Neurocirugia | |
Transporte y movilizacion del paciente en quirofano.2

Nervio cubital

 

Abandona la axila recorriendo la cara interna del brazo hasta la mano. Se encuentra en la superficie de la piel por lo que cualquier compresión lo dañaría, siendo las zonas más sensibles la zona del epicóndilo medial, por delante del codo y la zona de la muñeca. En supinación está protegido por el olécranon, siendo fácil su compresión en pronación.

 

Se evitará:

 

  . La pronación del brazo.

  . La flexión del codo.

  . La abducción del brazo hacia el tórax.

 

En las intervenciones de columna cervical lo situaremos a lo largo del cuerpo vigilando la no compresión directa del mismo. Los síntomas de lesión del nervio cubital son parestesias y pérdidas de sensibilidad del dorso de la mano, cuarto y quinto dedo así como afectación de los movimientos de flexión. El grado de lesión va en proporción al tiempo de compresión o isquemia.

 

 

Plexo braquial

 

Se encuentra en el hueco de la axila, suele lesionarse en la abducción del brazo por encima de 90º.

 

Se evitará:

 

  . Rotación externa del hombro

  . Hiperextensión del cuello.

  . Rotación contralateral del cuello.

  . Utilización de rodete que comprima el brazo.

 

Cabeza y extremidades deberán estar en posición neutra. Las parestesias del brazo aparecen a partir de los treinta minutos de isquemia del plexo, siendo irreversible a partir de las doce horas.

 

 

Nervio radial

 

El nervio radial rodea en forma de espiral al húmero, por ello puede haber compresiones sobre el marco de la mesa u otros elementos y pasar inadvertidos.

 

Se evitará:

 

  . La abducción del brazo por encima de 90º.

  . Compresión directa del brazo.

 

La lesión da lugar a pérdida de sensibilidad en el antebrazo, brazo, tercer y cuarto dedo así como la pérdida del movimiento de supinación de la mano.

 

 

Cuidados de enfermería

 

  • La cabeza se situará alineada con el resto del cuerpo sujeta con cabezal neuroquirúrgico evitando hiperextención, lo cual provocaría contracturas musculares de la parte superior del cuello.
  • El cuerpo descansará sobre colchón de silicona, almohadillando sobre todo la zona lumbar para evitar dorsalgias, pues con la anestesia hay relajación de los ligamentos de la zona lumbar y dorsal.
  • Es recomendable que las caderas y las rodillas estén flexionadas descansando sobre almohadillas, favoreciendo el drenaje venoso de las extremidades inferiores.
  • Protección de talones con almohadillas para evitar lesiones por decúbito, evitando que las piernas se crucen  para evitar compresiones.
  • Prevención del equino, colocación anatómica de los pies.
  • Uso de medias elásticas para evitar el éxtasis venosos de las extremidades inferiores.
  • Si obesidad, ascitis o embarazo, lateralizar la cama unos 10º hacia la izquierda para evitar la compresión de la cava inferior por el peso del abdomen.
  • Máxima precaución al colocar el equipo quirúrgico que cubre la cabeza y el cuerpo así como la mesa auxiliar para evitar que el tubo endotraqueal y las tubuladuras puedan desconectarse.
  • Control exhaustivo de la posición de las extremidades para evitar lesión nerviosa, almohadillando las zonas de riesgo.
  • Fijación concienzuda de los soportes, evitando caídas accidentales.
  • Prestar especial atención en no apoyarnos sobre el paciente durante la intervención, ni apoyar ningún material quirúrgico (valvas, marcos, soportes, mesas auxiliares).
  • Colocación correcta del manguito de tensión arterial, de los cables de monitorización evitando lesiones por decúbito.
  • Vigilar los puntos de punción, se han descrito lesiones del nervio cubital por extravasación de las perfusiones.
  • Evitar arrugas en las sábanas donde descansa la piel del paciente así como zonas húmedas (la humedad favorece la maceración de la piel) minimizando el riesgo de lesiones por decúbito. Realizando cambios posturales en intervenciones prolongadas.

 

Decúbito prono, con cabeza elevada

 

Se utiliza para el abordaje de la columna cervical y cirugía de la fosa posterior; siendo necesario horizontalizar el campo quirúrgico, lo cual suele conllevar flexión cervical, antitren y elevación de las piernas.

Consideraciones fisiológicas:

 

.- A nivel ventilatorio

 

Aumento del trabajo respiratorio, la presión que ejerce el colchón de la mesa quirúrgica sobre la pared abdominal, produce desplazamiento cefálico del diafragma, aumentando la presión intratoráxica. Con la anestesia general, la ventilación mecánica de los pulmones puede contrarrestar dicho efecto, pero ahora bien una presión ventilatoria elevada puede dar lugar a neumotórax o barotrauma (todo esto se evita utilizando cojín toráxico).

 

.- A nivel circulatorio

 

Aumento del gasto cardiaco por compresión de la vena cava inferior por el peso del abdomen sobre el colchón, derivándose el retorno venoso de las extremidades hacia los plexos venosos epidurales, pudiendo dar lugar a aumento del sangrado durante la cirugía espinal.

 

Isquemia cerebral, la rotación de la cabeza puede ocluir por completo de la arteria vertebral contralateral con graves consecuencias en pacientes con enfermedad arterial cerebral o arteritis, pudiendo dar lugar a consecuencias neurológicas, trombosis, ictus, isquemia…

 

Cuidados de enfermería

 

  • El paciente se anestesia en decúbito supino, luego se posiciona en decúbito prono, para lo cual se ha de tener suficiente personal al menos cinco o seis personas y se realizará mediante movimientos lentos y coordinados.
  • Se ha de prestar especial atención a la cánula traqueal, previniendo una extubación accidental, así como a los catéteres, teniendo al paciente sin monitorización el mínimo tiempo posible.


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