Estilos de vida en pacientes hipertensos de un consultorio medico de familia
Autor: Dr. Ulises Jiménez Ortega | Publicado:  27/02/2008 | Cardiologia , Medicina Familiar y Atencion Primaria | |
Estilos de vida en pacientes hipertensos de un consultorio medico de familia.2

Para determinar el tamaño optimo de la muestra se utilizaron dos fórmulas: la Nº 1 para calcular una población infinita, donde se escogió  para el nivel significativo 0.05, que es la probabilidad de cometer un error Tipo II y una fórmula Nº 2 para él calculo de una muestra finita; determinándose que la muestra resultante representa un 32.4% de la población total de los hipertensos del consultorio médico de la familia 131-5. Además se demuestra, según el procesamiento estadístico, que se trabaja con un error máximo permisible del 12% donde e =12%. (13)

 

hipertension_medicina_familia/estilo_vida_hipertensos

 

Formulas (1,2)                         

 

Resultados.

 

En la tabla Nº 1, al  relacionar  el nivel ocupacional con la presencia de estrés se observa  con mayor frecuencia en el grupo de los administrativos para un 32% seguido del grupo de estudiantes con 16% siendo estos valores muy significativos, se observa que los hipertensos que están trabajando o tienen alguna responsabilidad   presentan un porciento  mayor de estrés con respecto a las amas de casa, los jubilados y desocupados, en la primera categoría el porcentaje de estrés está por encima de los que no tienen estrés y en la última categoría el porciento de estrés está por debajo.

 

En la tabla Nº 2 al analizar la presencia de hábitos tóxicos en los pacientes hipertensos se observa que en la mayoría éstos se encuentran presentes, presentándose con mayor frecuencia la ingestión de café con un 84% seguido del hábito de fumar con un 74% y la ingestión de alcohol con un 58%. Es de señalar que estos hábitos son repetitivos en la mayoría de los pacientes, se observa la menor frecuencia que tiene el consumo de drogas con el 4% siendo estos resultados muy significativos. En la tabla Nº 3 al analizar la influencia de las dietas en los pacientes con  hipertensión arterial se observa que la mayoría de los pacientes estudiados presentan un consumo excesivo de sal y grasa animal para un 72% y 70% respectivamente, se observa con menor frecuencia la ingestión de grasa vegetal y vegetales más de 5 veces por semanas con un 30% y 20%; siendo repetitiva estas dietas en los pacientes y arrojando valores altamente significativos en las categorías 1 y 2. Al referirnos al cumplimiento del tratamiento medicamentoso de los pacientes hipertensos por grupos de edades, se observa que a medida que la edad avanza existe mayor porciento de pacientes con un cumplimiento adecuado del tratamiento medicamentoso; reflejándose un mayor cumplimiento del tratamiento en el grupo de 49-58 años y en los pacientes de 59 y más con un 20% y 22% respectivamente, observándose un menor cumplimiento en los grupos de  menor edad con diferencias significativas entre estos grupos (tabla Nº 4).

 

En la tabla Nº 5 se observa un incremento del Índice de Masa Corporal en los pacientes hipertensos según aumenta la edad, se refleja un Índice de Masa Corporal de 25.0-29.9 con mayor frecuencia en los grupos de edades de 49-58 años y 59 y más con un 12% y 14% respectivamente; reflejándose un total de 23 pacientes para un 46 %, seguido en estos mismos grupos de edades, el índice de 30.0-39.9 con 16 pacientes para un 32%, y se observa además un Índice de Masa Corporal de más de 40.0 en los pacientes de 59 años y más para un 4% por lo que podemos concluir que en este último grupo, 16 de los pacientes estudiados presentan un aumento del Índice de Masa Corporal determinándose la relación que existe entre la edad, el incremento del Índice de Masa Corporal .

 

Discusión

 

Álvarez Miranda en su estudio refleja un predominio de jubilados y amas de casas no coincidiendo con los resultados de nuestro estudio, además no utiliza la categoría de desocupados y la de dirigentes y administrativos fueron las menos representadas (14), en otro estudio (15) se observa que el mayor porciento de hipertensos son trabajadores y personas que de alguna manera están sometidas algún estrés, coincidiendo estos autores con nuestros resultados. Algunos autores (16,17) refieren un predominio de hábitos tóxicos en los pacientes hipertensos en particular el tabaquismo y la ingestión de bebidas alcohólicas coincidiendo los mismos con nuestros resultados, estos autores señalan un predominio de estos hábitos en los pacientes mayores de 45 años. En estudios realizados a poblaciones con una baja ingesta de sal, inferior a 3 gramos por día, no se observa aumento alguno de la presión arterial; por otra parte la restricción moderada y drástica en pacientes claramente hipertensos es eficaz. Un aspecto interesante es la sensibilidad individual de tipo genético  al sodio y así se ha visto tanto en animales como en el hombre que la reducción de la ingesta de sal afecta cuantitativamente de modo distinto a los individuos (18).

 

Algunos autores coinciden con nuestro resultado al relacionar el sedentarismo y la obesidad con el aumento de la tensión arterial  y se plantea en sus estudios una tendencia de aumentar estos parámetros a partir de los 25 años, sobre todo en los países desarrollados; aunque nuestro país está en vías de desarrollo, los resultados son similares a los de los países desarrollados; máximo si tenemos en cuenta que gran cantidad de la población pertenece a la tercera edad. (19). La valoración y evaluación del tratamiento farmacológico ha sido motivo de estudios de Casas Gross (20) por lo controversial en la eficacia de los medicamentos sobre todo en la elección individualizada según la condición de cada paciente. Los análisis que se han hecho con relación al tratamiento farmacológico han tenido como objetivo orientar políticas de tratamiento al hipertenso para disminuir la morbimortalidad por esta enfermedad y en los últimos tiempos se han tenido en cuenta las nuevas teorías implicadas en la patogenia de la misma estudiando incluso el papel de los antioxidantes.

 

(Ver anexos tras las referencias bibliográficas).

 

Referencias bibliográficas

 

1.     Pérez Gonzáles R, Córdova Vargas L, Santín Peña M, Lardrove  Rodríguez O, Macías Castro I. Programa Nacional de Prevención, Diagnóstico, Evaluación y Control de la Hipertensión Arterial, Rev Cubana Medicina General Integral 1999; 15(1):46-87.

2.     De la Figuera M, Dalfó A. Hipertensión Arterial. En: Martín Zurro A, Cano JF. Atención Primaria, Concepto, Organización y Práctica Clínica. Madrid: Harcourt Brace; 1999.

3.     Organización Panamericana de la Salud. Programa de enfermedades no transmisibles. Washington: OPS; 1997.

4.     Van Jaarsveld BC, Krinjner P, Pieterman H, Derkx FH, Deinum J, Postma CT, et al. The effect of balloon angioplasty on hypertension in atherosclerotic renal artery stenosis, N Englan J Med. 2000 Apr 6342 (14):1042-3

5.     Chobanian Aram L, Barkris George R, Black Henry C, Cushman William, A. Green Lee, L Izzo Joseph, et al. The seventh report of the joint national commitee on prevention, detection, evolution, and treatment of high blood pressure. JAMA May 21 2003; 289:pp.2534-3573.


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