América latina no es ajena a este fenómeno, pues la proporción de adultos mayores también va en aumento; se estima que dentro de 50 años el 75% de la carga global de las fracturas de cadera provendrá de países en desarrollo (Negrete-Corona, Alvarado-Soriano, & Reyes-Santiago, p. 352-62). En el Ecuador la tasa de incidencia anual bruta de fracturas de cadera es del 49.5 por cada 100 000 personas (34.8 por cada 100 000 hombres y 63.2 por cada 100 000 mujeres) (Orces, 2009, p. 438-442).
Globalmente la esperanza de vida está aumentando y con ello están aumentando también las enfermedades y condiciones asociadas al envejecimiento. Una de esas condiciones es la fractura de cadera. Se estima que número de fracturas de cadera aumentará desde los 1. 7 millones del año 1990 a aproximadamente 6. 3 millones para el año 2050 (Oden, McCloskey, Kanis, Harvey, & Johansson, 2015, p. 2243 - 2248).