Para evitar el problema que se expone, desde la primera infancia hay que mover suavemente el prepucio del niño para pelar su glande, sin causarle dolor ni molestias, de manera que antes de los dos años quede suelto para exponer todo el glande. Se debe acostumbrar al glande a estar expuesto para quitarle su hipersensibilidad y obligar al niño a bajar constantemente su prepucio como algo natural,al bañarse y al orinar.