En primer lugar, sería preciso confirmar si se trata o no de una vena patológica o bien el origen de las molestias es otro. Para ello, sería aconsejable la exploración detenida de un especialista que, tras la inspección y la palpación, dictamine si es preciso profundizar más el estudio mediante el empleo de técnicas no invasivas como la ecografía Doppler, que nos informan acerca de la funcionalidad real de las venas.

En caso de que efectivamente se tratara de una vena patológica, en un caso incipiente como el suyo hay multitud de posiblidades, algunas de ellas muy poco agresivas, para resolver el problema. Láser (percutáneo o endovascular), fleboesclerosis, mini o microflebectomía,... son algunos de los enfoques que se podrían aplicar, siempre y cuando fuera una conclusión logica tras una adecuada valoración por parte del especialista.