Está claro que el riesgo existe. El simple hecho de que se produzca una extracción (en cualquier persona) implica una bacteriemia, es decir, paso de bacterias a la sangre. Esto generalmente no tiene mayor problema. En personas con válvulas artificiales o dañadas existe riesgo de que esas bacterias se peguen al endocardio (válvulas), produciendo una endocarditis. Para evitarlo se da una profilaxis con antibióticos que suele ser eficaz. Debéis fiaros de la opinión d evuestro médico.

Saludos